domingo, 1 de noviembre de 2009

RELÁNGRAFOS



El que escribe un libro por dinero, al final se pierden los tres.

Los poemas sin ritmo ni emoción son como pechos de silicona.

El capote es un pétalo de muerte para el toro.

Lema del falso romántico: primero yo, después yo y siempre yo.

Antes de reír, las gaviotas enjugan las lágrimas en el pañuelo de sus alas.

La ira es el viento inoportuno que viene a agitar el haz de las aguas de nuestra serenidad.

Hombre ejemplar: llora cuando es feliz y sonríe cuando sufre.

Más vale una pregunta sin respuesta que una respuesta sin pregunta.

La demencia es una lotería sin suerte.

Es el viento el que baila realmente en la cometa.

Hablar y hablar de sexo es masturbarse mentalmente.

El poeta profesa la religión de la palabra que calla y el silencio que dice.

Un buen haikú
son diecisiete sílabas
de tiempo y luz.

El castellano es un idioma que, como el Tenorio de Zorrilla, lo mismo sube a los palacios que baja a las cabañas.

La ducha es una lluvia regulada a gusto de uno.

El poeta tiene la tierra en los pies, el fuego en el corazón y el cielo en la cabeza.

Tigre: llamarada viva que se mueve sigilosamente en la selva.


A ciertos creadores les va mejor el nombre que a otros. Por ejemplo, a Poe le va muy bien la poesía. Sin embargo, a Baroja le iría mejor los bares o el juego de la baraja.

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