miércoles, 27 de febrero de 2013

SABER DE POESÍA (7)


7. Fórmulas poéticas más frecuentes ( y II)




 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fórmula E


Primer verso   Primera afirmación

Segundo verso  Segunda afirmación

Tercer Verso     Tercera afirmación

Y así sucesivamente

Sexto verso     En cambio, yo

Séptimo verso      Primera negación

Octavo Verso       Segunda negación

Noveno verso       Tercera negación

Y así sucesivamente

 

Versión libre del anónimo Romance del Prisionero

 

“Que por mayo era, por mayo,

Cuando hace el calor,

Cuando los trigos encañan

Y están los campos en flor,

Cuando canta la calandria

Y responde el ruiseñor,

Cuando los enamorados

Van a servir al amor,

Sino yo, triste, cuitado,

Que yazgo en esta prisión,

que ni sé cuándo es de día

ni cuándo las noches son,

sino por una avecilla

que me cantaba al albor.

Matómela un ballestero:

¡déle Dios mal galardón!”

 

 

Imitación:

 

“Todo está bien, todo confirma

El sino que le dieron:

Los barcos en el mar,

El astro rey en el cielo,

Las lenguas del nenúfar dialogando

Sobre las aguas del estanque quieto

Y el chorro vivo de la Fuente Gótica

Derramándose también en monumento.

En cambio, yo, nostálgico,

Vacío el corazón, rumio recuerdos,

Cenizas solamente,

Humo lejano de mi antiguo fuego.”

                                              E. C. Ch.

 

 

Fórmula F


Primer verso      Dentro + afirmación

Segundo verso    fuera + afirmación

Tercer verso        dentro + afirmación

Cuarto verso        fuera + afirmación

Y así sucesivamente

Penúltimo verso    dentrode nosotros + afirmación

Último verso         fuera de nosotros  + afirmación

 

Versión libre de un poema de Juan del Encina (1468-1529), perteneciente a su Cancionero

 

“Dentro, la estatua

Trazando un arco de agua sobre el liso

Espejo del estanque.

Fuera, la cuesta que se abate triste

Sobre la urbe en fiesta.

Dentro, el ciprés

Que afila su silencio, bronce oscuro

En la piedra esmeril de la muralla.

Fuera, el bullicio,

Guitarras y cohetes que celebran

El vicio de la vida.

Dentro de nosotros, el dolido

Problema de ser hombres que nacimos

Para acabar un día bajo el mármol.

Fuera de nosotros, la careta

Que encubre la cuaresma personal,

El carnaval que alivia nuestra pena.”

                                            E. C. Ch.

 



 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fórmula G


Primer verso   Topónimo + definición

Segundo verso  Topónimo + definición

Tercer verso     Definición + Topónimo

Cuarto verso   Topónimo + Definición

Y así sucesivamente

                               Último verso       Y +Topónimo principal

                               

Versión libre de Canto a Andalucía, poema de Manuel Machado           (1874-1947):

 

“Cádiz, salada claridad. Granada,

Agua oculta que llora.

Romana y mora, Córdoba callada.

Málaga cantaora.

Almería, dorada.

Plateado, Jaén. Huelva, a la orilla

De las tres carabelas.

Y Sevilla.”

 

 

Imitación:

 

Pisa: milagro en una plaza.

Florencia: luz renacentista

Tiñendo de oro el Arno.

Noche oscura, Bolonia

Brotando en una fuente de Neptuno.

Venecia, blanca y sola

Bogando el Carnaval en una góndola.

Antigua y triste, Génova

Llorando por Colón en el Tirreno.

Y bellamente eterna,

En el alma de Italia, la fiel Roma.”

                                             E. C. Ch.

 

 

Fórmula  H

 

Primer verso  Un personaje dice falsedades

Segundo verso  enumerándolas

Y así sucesivamente

Quinto verso    Otro personaje desmiente las falsedades

Sexto                enumerándolas

Y así sucesivamente

Noveno verso     Solución o propuesta

Décimo verso     para comprobar la verdad

 

 

Versión libre de la estructura adoptada en el Romance de Rosa Fresca (Anónimo del siglo XV):

 

“Rosafresca, Rosafresca,

tan garrida y con amor,

cuando yo os tuve en mis brazos

no vos supe servir, no,

y ahora que os serviría

no vos puedo haber, no.

-Vuestra fue la culpa, amigo,

vuestra fue, que mía no:

enviásteme una carta

con un vuestro servidor

y en lugar de recaudar

él dijera otra razón:

que érades casado, amigo,

allá en tierra de León,

que tenéis mujer hermosa

y hijos como una flor.

-Quien vos lo dijo, señora,

no vos dijo verdad, no,

que yo nunca entré en Castilla

ni allá en tierras de León,

sino cuando era pequeño

que no sabía de amor.”

 

 

Imitación

 

“Te han dicho que los reflejos

De los estanques se ríen,

Que en los temblores del agua

Suenan las voces que dicen

Que la historia de Granada

Son amores muy felices.

Quien te lo dijo mintió

Porque en todos los jardines

El agua lamenta y llora

Historias de amores tristes,

Corazones encerrados

En mazmorras y en aljibes.

Quien te dijo que en Granada

El agua canta y se ríe

Te mintió. Si quieres pruebas

De que el agua llora y gime,

Entra una tarde de otoño

En el fiel Generalife

Y escucha con toda el alma

Lo que sus fuentes te dicen.”

                                   E. C. Ch.

 

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fórmula I

 
Primer verso   Mientras  + verbo + complemento

Y así sucesivamente

Quinto verso    Mientras + verbo + complemento

Y así sucesivamente

Noveno verso  Mientras + verbo + complemento

Y así sucesivamente

Undécimo verso  aprovechémoslo (o verbos sinónimos)

Duodécimo verso  antes que lo perdamos (o frases semejantes)

Y así sucesivamente

 

 

Versión libre de la fórmula empleada por Garcilaso de la Vega (1501-1536) en su famoso soneto En tanto que de rosa y azucena:

 

 

“En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.”

 

 

 

Imitación

“Mientras a una mujer presa tengamos

En los brazos amantes del amor;

Mientras libres nos lleven nuestros pasos

A nuevas gentes, lenguas y países;

 

Y mientras nuestros ojos se extasíen

Con estrellas de sol en el cenit,

Apretemos los brazos y apuremos

Las rosas que nos brinda la mujer;

 

Llenemos las alforjas de aventuras

Y alcemos con las manos un altar

A la diosa belleza antes que el daño

 

De la vejez nos robe la ilusión,

El amor y la fuerza, antes que el sol

De nuestra propia vida halle su ocaso.”

                                                        E. C. Ch.

lunes, 25 de febrero de 2013

VISIONES DE LA TIERRA

1. Paz en el campo
















 
El cielo, el templo y los sembrados, y  formando parte de ellos, el hombre del campo, pastor o labrador, acompañado de su animal favorito, y ambos, cada uno a su manera, disfrutando de la paz del solitario paisaje.
Es una visión.
Sólo existe en el alma del autor.
Por sepàrado, los elementos que la forman, son, están en alguna parte de Castilla y León.
La geometría de los campos, sembrados o en barbecho, tienen su presencia en cualquier ámbito castellano.
El cielo es el palio eterno que los ampara durante las cuatro estaciones del año, implacable la mayoría de las veces y otras benigno y apacible.
El templo, San Pedro de la Nave, está traído aquí por el deseo.
Y en primer término, sobre un campo primaveral donde las amapolas, sangre de la tierra como diría Juan Ramón, ocupan un lugar destacado, como plantada por la paz, emerge la pareja animada de la visión: el hombre en su actitud de reposo contemplatico, y el perro, en el gesto humilde espera ante la orden de su amo.
Paz en el campo.

sábado, 23 de febrero de 2013

FOTOGRAFÍAS QUE HABLAN

Blanca geometría



















El silencio se acorcha en la terraza. Esta noche ha nevado, y las baldosas rojas, humilladas y humildes, se dejan tatuar por la nieve, artista silencioso donde los haya. Enfrente, los tejados,
sábanas onduladas como las olas de un mar blanco, sostienen pacientemente el sueño blanco del cielo. ¿Dónde están los goriones que alborotaban días atrás la mañana? ¿Dónde las tórtolas que se buscaban en las ramas de los árboles de los jardines para besarse? Sólo esta inmovilidad, sólo esta blanca geometría que parece estar pautando la eternidad de las horas.




 

martes, 19 de febrero de 2013

LA COCINA DE LA LITERATURA (4)


SOLUCIONES A LAS ACTIVIDADES DE LA ENTRADA ANTERIOR:



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sobrino:

“Dejo mis bienes a mi sobrino. No a mi hermano. Tampoco se pagará la cuenta del sastre. Nunca, de ningún modo para los mendigos. Todo lo dicho es mi deseo.”

Yo, Benito Martínez.

 

Hermano:

“¿Dejo mis bienes a mi sobrino? No, a mi hermano. Tampoco se pagará la cuenta…”

 

Sastre:

“¿Dejo mis bienes a mi sobrino? No. ¿A mi hermano? Tampoco. Se pagará la cuenta del sastre. Nunca, de ningún modo para los mendigos…”

 

Mendigos:

“¿Dejo mis bienes a mi sobrino? No. ¿A mi hermano? Tampoco. ¿Se pagará la cuenta del sastre? Nunca, de ningún modo. Para los mendigos todo. Lo dicho es mi deseo.”

Yo, Benito Martínez.

 

Fábula:

“_Mal hayan amén tus golpes

­_decía el clavo al martillo_.

¿Qué daño puedo yo hacerte,

que me aniquiles impío?

Y el martillo contestaba:

_No te destruyo, te afirmo.

Quien mayor virtud pretende

Necesita ser sufrido.”

 

 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Lo que hay que evitar en el escrito.

Si desea escribir correcta y eficazmente (eso es precisamente hacer literatura) debe seguir fielmente los siguientes consejos:

1.      Pensar bien el tema del que se va a escribir.

2.      Trazar un planpara hablar de cada cosa a su tiempo.

3.      Expresarse con sencillezy naturalidad.

4.      Emplear las palabras con propiedad y precisión. Y

5.      Tener en cuenta los cuatro puntos siguientes que están relacionados entre sí:

                    En cada frase una idea.

                    En cada párrafo un problema.

                    No más de diez líneas en cada párrafo.

                    En pocos folios todo el asunto del escrito.

Dicho esto, tratemos de un asunto urgente: Hay ciertas palabras y expresiones que debe evitar cuando escriba. Algunas  de las más frecuentes son las que siguen:

 

1. El COMO superfluo de frases del tipo de:

“Luisa es COMO muy simpática.”  Luisa es muy simpática.”

2. Las expresiones A NIVEL DE(piénsese que nivel hace referencia a la altura que alcanzan líquidos, granos, áridos, etcértera) y EN BASE A, que se trata de una traducción literal del inglés “on the basis of”.

A NIVEL DE:

“Esto ocurre a nivel de matrimonios.” “Esto ocurre entre matrimonios.”

“Hablando a nivel económico…”  “Económicamente hablando…”

EN BASE A:

“En base a las pruebas que se presentan…” “Basándonos en las pruebas que se presentan…”

“Concluiremos en base a lo afirmado por los expertos.”  “Concluiremos según lo afirmado por los expertos.

3. La expresión ES POR ESO QUE(traducción de la francesa “c’est pour ça que”).

“No asistió a la reunión. Es por eso que no lo conozco.” Es facilísimo acabar con esta espuria expresión; basta suprimir la primera y última palabras: ES QUE. “No asistió a la reunión. Por eso no lo conozco.”

(CONTINUARÁ)

domingo, 17 de febrero de 2013

SABER DE POESÍA (6)


7.      Fórmulas poéticas más frecuentes (I)

                               














Para escribir buenos poemas es necesario también conocer los diseños internos o las estructuras  de los poemas más repetidos por los mejores poetas de nuestra literatura.

A continuación exponemos una variedad de fórmulas estructurales que, si no las únicas,  sí creemos que  son de las más representativas de la poesía española, clásica y moderna, y que, sin duda, imitándolas debidamente, servirán de punto de partida  para crear nuevos poemas.

 
Fórmula A

Primer verso:      Dos + nombres comunes           

Segundo verso:      que + verbo de acción en plural   

Tercer verso:       dos + nombres comunes

Cuarto verso:    que + verbo de acción en plural

Y así sucesivamente

Último verso:   “Eso son nuestros /as dos + nombres comunes”


El ejemplo más notorio es la Rima XXIV, de G. A. Bécquer

“Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan y, al besarse,
forman una sola llama.

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.

Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho  de plata.

Dos jirones de vapor
que del lago se levantan
y, al juntarse allá en el cielo,
forman una nube blanca.

Dos ideas que al par brotan;
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden;
eso son nuestras dos almas.”

 

Imitación:

 
“Don barcas a contraluz
Que en la playa del Maresme
Esperan a que amanezca
Para pescar con sus redes.

Dos redes de pescadores
Que ancladas sobre la arena
Esperan el nuevo día
Para iniciar su tarea.
 
Dos huellas de pies descalzos
Que en la orilla del mar tierno
Esperan pacientemente
A que regresen sus dueños.
 
Eso son nuestras dos almas
Que caminan hacia el sueño
Del amor como si fuera
Cada día un día nuevo.”

                                          E. C. Ch.

 

 















Fórmula B

 
Primer verso      Qué bien sé lo que quiero.

Segundo verso    Sólo un + Nombre + Complemento

Tercer verso        Sólo un + Nombre + Complemento

Y así sucesivamente

 

Se trata de una versión del poema Qué bien sé lo que quiero, de Luis Felipe Vivanco (1907–1975), perteneciente al libro El descampado.

 

“Qué bien sé lo que quiero: sólo un trozo con rocas,
junto al río Voltoya de la provincia de Ávila.
Sólo un trozo de monte de encinas y berruecos.
Sólo un monte con grandes encinas distanciadas
en sus faldas rocosas, amplias, largas y diáfanas,
muchos días seguidos, antes de entrar en Ávila
(por las calles prosaicas de las afueras, entre
madrugada y conventos de clarisas, bernardas,
carmelitas descalzas), con el alma descalza.
Sí, ese trozo (con rocas y encinas) me prepara
para la entrada en Ávila, me instala en su tardanza,
me sujeta a su mucha claridad de horizonte,
me quita de los ojos lo que todos prefieren,
me deja en equilibrio de piedra caballera
y en pujanza absoluta de azul sin importancia.
Es un trozo tan alto de fatigas, tan fino
y ocioso de matices, tan activo en suspenso
a pesar de la sombra creciente del barranco
que al llegar el crepúsculo no hacen falta campanas.
Es un sueño perpetuo de nieve o sol de agosto
y alegres margaritas de primavera escasa.
Es un trozo y un solo pajarillo que canta
con vegas del Adaja, y aun del Eresma, lejos,
y cerca una pequeña ciudad amurallada.
¡Qué bien sé lo que quiero!: quedarme entre sus rocas
y encinas, oponiéndome a todo lo que sea
merma o deformación política del alma.”



Imitación


“Qué bien sé lo que quiero:
Sólo un rincón de esperanza.
Sólo un silencio de mar
Y unos niños en la playa.
Qué bien sé lo que quiero:
Sólo una esquina de calma,
Sólo una puesta de sol
Y unos niños que repasan
Las redes de sus mayores,
Puesta en el mar su mirada.
Qué bien sé lo que quiero:
Sólo un instante de vida
Vivido como Dios manda
Con una luz en las manos
Y humanidad en la marcha.

                               E. C. Ch.

 

 


Fórmula C

Primer verso  Llega una mano   + adjetivo de significado negativo

Segundo verso  una mano que + verbo de acción

Tercer verso      una mano que + verbo de acción

Cuarto verso   Yo las dejo pasar

(Bis)

Noveno verso  Llega una mano + adjetivo de significado negativo

Décimo verso   una mano que + verbo de acción

Undécimo verso  la tomo entre las mías

Duodécimo verso  y + verbo de acción

 

Es la fórmula que adopta Ángela Figuera (1902-1984) en el poema Símbolo, del libro Toco la tierra.

 

“Llega una mano de oro luciendo un diamante
una mano de hierro gobernando unas riendas,
una mano de niebla donde canta una alondra:
yo las dejo pasar.

Llega una mano roja empuñando una espada,
llega una mano pálida llevando una amatista,
llega una mano blanca que ofrece una azucena:
yo las dejo pasar.

Llega una mano sucia que sujeta un arado:
la tomo entre las mías y nos vamos a arar.”

 
Imitación

“Llega una mano enjoyada,
Una mano de fiesta,
Una mano que disfraza
Su voluntad verdadera.
Yo las dejo pasar:
No me interesan.
Llega una mano turista,
Una mano que comercia,
Una mano que desplaza
Lo que los ojos contemplan.
Yo las dejo pasar:
No me interesan.
Llega una mano curtida,
Una mano que faena,
Una mano que se crece
Empuñando una herramienta.
Yo las tomo en las mías
Por compañeras.
Y juntas se van al mar,
Al andamio o a la tierra:
Sólo así sube una patria
Al horno de las estrellas.”

                                   E. C. Ch.

 















Fórmula D

 

Primer verso    Gracias, Señor, porque + una razón

Segundo verso  porque + una razón

Tercer verso      porque + una razón

Y así sucesivamente

 

Es una versión libre de la estructura que emplea José García Nieto (1914-2001) en el poema titulado precisamente Gracias, Señor, perteneciente al libro Tregua.

 

“Gracias, Señor, porque estás
todavía en mi palabra;
porque debajo de todos
mis puentes pasan tus aguas.
Piedra te doy, labios duros,
pobre tierra acumulada,
que tus luminosas lenguas
incesantemente aclaran.
Te miro; me miro. Hablo;
te oigo. Busco; me aguardas.
Me vas gastando, gastando.
Con tanto amor me adelgazas
que no siento que a la muerte
me acercas...
Y sueño...
Y pasas...”

 

 

Imitación

 
“Gracias, Señor, porque me llenas siempre
Los ojos de alegría,
Porque me das la luz y la esperanza
En cosas tan sencillas
Como la barca que en la noche sueña
Con la pesca cumplida,
O como el niño al que la espuma viste
De dios de las orillas.
Gracias, Señor, porque me elevas vivo,
Atento a tus caricias,
Porque llenas mis manos
De futuro, de sol y de sonrisas,
Y no me pides nada:
Sólo asombro y porfía.”

                            E. C. Ch.

viernes, 15 de febrero de 2013

POEMA RESCATADO


SUEÑA LA LIBERTAD

























¿Qué pasa que está soñando
de nuevo mi libertad?
¿Qué pasa que de repente
despierta en medio del mar
la luz dormida del tiempo
para que la vea brillar?
Ya comprendo: un año muerto
y otro ha comenzado a andar.,
mientras las llamas del fuego
arden sin poder quemar,
y el mundo marcha al revés
sin poderlo remediar.
Y es que ya lo he dicho: sueña
de nuevo mi libertad.

miércoles, 13 de febrero de 2013

SOLILOQUIOS DE MALA UVA


LA Ñ DE ESPAÑA
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A Espana le han robado la ñ de España, los sueños que la soñaban y al cielo la levantaban, los cañones que atronaban y la hacían invencible y envidiada, las morceñas de la infancia, las aventuras arroñadas y entoñadas en n olvidos y nostalgias,
Le han robado las entrañas de breñas, cañadas, cañas... donde vivía el ángel de la añoranza, las luchas y las hazañas y la han dejado sin nada.
Ya no es dueña ni señora de sus alas; en vez de ser dura peña es pena blanda.
Le han robado hasta el mañana.
La han convertido en madre extraña para la propia camada, y en sus esquinas ingratas ondean las malas sañas; y hasta las aguas que bañan sus costas se han vuelto bravas, hoscas y hurañas.
¿Dónde están las espadañas que a la batalla llamaban?
¿Y los puños que empuñaban los puños de las espadas?
¿Dónde la ñ de España que las almas arañaba recordándoles la magia de ser hijos de su entraña, de ser hijos cariñosos de la inextinguible España?

lunes, 11 de febrero de 2013

EL RELATO DEL MES


MIRA DEBAJO DE LA CAMA




 
 
 
 
 
 
 






Lo que voy a contar sucedió hace algunos años. Un grupo de chicas querían celebrar la noche de Halloween en casa de una de ellas. Sin embargo, lo que las muchachas creían ser un juego, resultó realmente una horrible pesadilla.
Cuando cuatro de ellas llamadas Eulalia, Ramona, Florita y Nicolasa llegaron a la casa de Mercedes, la anfitriona, se pusieron a jugar al parchís. Comiéndose las fichas unas a otras se lo pasaron en grande. Luego la madre de Mercedes les sirvió la cena, y cuando acabaron de comer las castañas asadas y los dulces que tenían de postre, subieron al cuarto de Mercedes, donde se pusieron cómodas para ver algunas películas de fantasmas y muertos vivientes. Películas que, lejos de atemorizarlas, les gustaban con locura, de ahí que hubieran decidido celebrar el Halloween precisamente viéndolas, aunque no supiesen qué significaba ni por asomo la celebración de esa fiesta.
Cuando se cansaron de ver las películas, apagaron las luces y la anfitriona pidió a sus amigas que le contaran historias de miedo. La primera que se dispuso a contar la suya fue Eulalia, pero Nicolasa se opuso diciendo que ya habían visto demasiados muertos y  fantasmas  y encendió la luz para proponer jugar a otras cosas. Entonces Eulalia, molesta con la anterior porque le había impedido contar su relato, apagó la luz. Nicolasa la encendió nuevamente y las dos chicas se pusieron a discutir, mientras Mercedes trataba de calmarlas y Florita y Ramona sólo observaban la escena.
Finalmente, se calmaron los ánimos, y las chicas se recogieron en las literas preparadas para pasar la noche y apagaron la luz. Hacía un rato que permanecían calladas, cuando de repente, se oyó un grito prolongado que procedía de debajo de la litera que ocupaba Mercedes. Florita, que era la que más cerca estaba de la llave de la luz,  procedió a encenderla. Y fue cuando se dieron cuenta de que Eulalia no estaba en su litera, sino debajo de ella. Ramona se tiró de la suya y el resto la imitó para mirar debajo. Allí seguía Eulalia, pálida con la cara aterrada y sudorosa. Y sin hablar. Mercedes le tomó el pulso y lo notó rapidísimo como a punto de explotar.

--¡Está muy mal!—dijo—Ayudadme a llevarla al lavabo. Le mokaremos la cara con agua fría y así puede que se tranquilice.

Las amigas le obedecieron y entre todas arrastraron hacia allí a Eulalia. Pero cuando iban a abrir la puerta del lavabo, Eulalia se puso a chillar como una posesa:

--¡No!, ¡no!, ¡por favor! ¡No abráis esa puerta!

Mercedes le preguntó extrañada:

--¿Por qué no quieres que abramos la puerta? Es mi lavabo. Y sé que no hay nadie ahí.

--¡Me está buscando!—exclamó Eulalia espantada.

--Pero, ¿quién te está buscando?—le preguntaron todas a la vez.

--¡Él!, ¡él!

Las chicas empezaron a sudar de miedo, pero Mercedes, rehaciéndose, abrió la puerta del lavabo de golpe y miró dentro.

--No hay nadie. Ya te lo dije.

Eulalia, acompañada de sus amigas dio unos pasos hacia el lavabo. Entraron y tras cerrar la puerta, le mojaron la cara. Eulalia pareció tranquilizarse. Pero cuando iban a salir, Eulalia empezó a gritar de nuevo:

--¡No!, ¡no!, ¡por favor! ¡No abráis esa puerta!

Pero las chicas la abrieron otra vez sin hacerle caso. Y como antes, tampoco había nadie, aunque la ventana estaba abierta. Mercedes se acercó para cerrarla.
Y entonces vio una criatura flotando en el exterior, que en un instante desapareció. Mercedes no pudo evitar un grito. Eulalia se reunió con ella.

--Lo has visto, ¿verdad?

Mercedes asiente mientras las demás, sorprendidas, preguntan:

--¿A quién? ¿A quién has visto?

--No sabría deciros. Era una criatura extraña, como de otro mundo.

--Es él –dijo Eulalia--, el hombre que me obliga a meterme debajo de la cama.

Las chicas ya no pudieron aguantar más. Presas del pánico, corrieron hacia el dormitorio donde dormían los dueños de la casa para contarles lo que estaba pasando. En el trayecto, Florita le dijo a Mercedes:

--¿No te extraña que con el jaleo que hemos armado no se hayan despertado tus padres?

--Ahora que lo dices, sí. Aunque a veces toman somníferos.

Cuando llegaron a la puerta de la habitación, Mercedes les pidió a sus amigas que esperaran fuera. Mercedes entró y al cabo de dos segundos volvió al pasillo con los ojos abiertos de terror. Y sin habla.

--¿Qué ocurre?—le preguntaron las amigas.

Finalmente, pudo decir:

--No están durmiendo en la cama.

Ramona dijo:

--Lo mejor es salir corriendo.
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dicho y hecho, y detrás de ella salieron Florita y Nicolasa. Se oyó el golpe de la puerta de la calle al cerrarse. Y arriba permanecieron Mercedes y Eulalia sin saber qué hacer. De pronto Eulalia le dijo señalando el interior del dormitorio:

--¡Mira debajo de la cama!

--No puedo. Estoy muerta de miedo.

--Pues lo haré yo.

Llegó a la cama y se tumbó en el suelo para mirar debajo.

Se incorporó pálida y temblorosa y volvió con su amiga.

--Tus padres están ahí, bajo la cama, los dos muertos y desfigurados. Ven, míralos tú misma.

Las dos chicas se acercaron cogidas de la mano. Pero cuando iban a agacharse para mirar debajo de la cama, salió de allí intempestivamente una criatura vaporosa y y horrible que derribó a las dos camino del pasillo. Cuando se levantaron salieron corriendo y les dio tiempo aún de ver cómo se refugiaba en el cuarto de Mercedes. Ésta, impulsada por una fuerza superior, quiso seguirla, pero Eulalia la detuvo.

--Tú no vayas. Me quiere a mí.

Y, sin esperar la reacción de su amiga, desapareció en su cuarto. Luego se hizo el silencio. Mercedes no sabía qué hacer ante la dilatada ausencia de Eulalia. Finalmente, decidió entrar en su cuarto y averiguar qué estaba pasando. Allí reinaba un silencio extraño, como si algo horrible fuera a ocurrir o hubiera ocurrido ya. Por debajo de la litera que había ocupado Eulalia durante la fiesta asomaban sus pies desnudos. Mercedes enchó a andar hacia allí. Con voz temblorosa llamó:

--¡Eulalia!

Silencio.

--¿Quieres dejar de hacer tonterías? ¡Háblame, por favor! Mejor, ¡sal de ahí y salgamos de la casa!

Entonces una voz delgada y lejana como procedente de otro mundo se derramó por el cuarto para decir cinco palabras:

--¡Mira debajo de la cama!

Mercedes sintió ganas de salir de allí, pero la fuerza anterior la empujaba a seguir adelante. Y sin esperar más, cogió de los pies a su amiga y tiró de ella primero suavemente y enseguida de golpe. Lo que vio después la dejó helada. Su amiga estaba desfigurada como sus padres. No tenía ojos ni uñas en las manos, y a la altura del pecho se veía un gran hueco por donde la criatura le había extraído el corazón. Y Mercedes gritó, gritó tanto que a los gritos acudió un vecino, que, tras forzar la puerta de la calle, subió la escalera de las habitaciones superiores y entró en el cuarto de Mercedes, que estaba a punto de caer desmayada.

Un  mes después de lo ocurrido, Mercedes permanecía en un frenopático en estado catatónico y el vecino que entró en la casa para salvarla desapareció de repente. En la oficina donde trabajaba les extrañó poderosamente su raro absentismo laboral pues casi nunca había faltado al trabajo y cuando lo hacía, solía llamar por teléfono avisando de su ausencia. Así que el jefe denunció a la policía su extraña desaparición y cuando los agentes de la ley entraron en su casa lo descubrieron muerto debajo de su cama.