lunes, 16 de noviembre de 2009

POEMAS RESCATADOS

Hoy concluyo el rescate de poemas de Monólogo interior (Barcelona, 1998) con estos tres:









LANZAROTE



Aquí, sobre el lomo intangible de las nubes,
con la luz alumbrándonos por dentro,
te vemos, Lanzarote,
dormido sobre el lecho de tu fuego,
con tus lavas paradas
y la flor de tu ceniza envuelta en sueño.


Cuando estemos abajo, en tus dominios,
nuestros ojos terrenos
besarán tus perfiles oceánicos,
tus arenas quemadas por el tiempo.


Lanzarote, sorpresa
de un mundo inesperado, sol y viento,
con el rostro africano sorprendido
de ser tan joven y a la vez tan viejo.







TIMANFAYA


Un sueño de los dioses.
Viento de mar. Llanto seco
perfumado de lluvia
y nopales en sueños.


Ni un ave aquí, ni un canto
que desvele el misterio
de la vida ocre y roja
de este mar de piedra en quieto vuelo.


Olas de piedra
sin aves ni veleros:
sólo mar detenido
en orillas sin puertos.


Mágica, lentamente,
a lomos de camello,
el viajero imagina otro paisaje
y otro tiempo.


Timanfaya, despierta
en esta luna isleña donde el viento
y el mar se sobrecogen
a un palmo de tus cráteres abiertos.





VUESTROS NOMBRES


Quise haceros de carne y de caminos,
de miradas y luces, de palabras
vestidas de ahora mismo,
como fueron un día, allá en mi infancia.


Pero nada regresa, y nuestra vida
es según el latido con que uno
la vive y la domina.


Ahora en casa escribo
con la noche cayendo como un mármol
sobre nuestros destinos,
el dolor cotidiano de saber que se escapa
lo nuestro como un río,
el dolor persistente
de tener vuestros nombres inscritos
en el mar del recuerdo,
mientras crece incesante el negro olvido.

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