Aprovechando que está de moda la llamada "Memoria histórica" recuerdo algunos detalles sobre las lecturas de ayer. Y empezaré con el título que sigue:
“
QUÉ
DEBO LEER”
Así se llamó un libro que, con el subtítulo “Guía de
lecturas para hombres, mujeres y niños”, dio a conocer el
escritor José Mª Borrás en la Sociedad General de publicaciones,
S. A.. (Barcelona, 1931) y que fue ampliamente utilizado en los años
que siguieron a nuestra guerra civil y, en consecuencia, durante el
franquismo.
Ya en el Prólogo el autor asegura que las listas de
libros que ofrece a lo largo de la obra “son para el gran público
únicamente” y que no por ello el libro mostrado “puede ser útil
para el lector corriente, ahorrándole trabajos y tanteos.” A la
pregunta “¿Por qué debemos leer?” responde clara e
incuestionablemente: “Para recrear el entendimiento, enriquecer la
memoria, alimentar la voluntad, dilatar el corazón y satisfacer el
espíritu.” De lo cual deduce el autor los tres tipos diferentes de
lecturas: las que nos ofrecen los maestros de la literatura para
nuestro recreo, las de estudio y consulta y las que cultivan nuestra
sensibilidad y mejoran nuestra forma de ser.
El resto del libro se
limita a presentar varias listas: la primera de todas está
constituida por “Los cien mejores libros, según Sir Lubbock”,
lista que posee graves defectos: el más importante, el excesivo
dominio de obras escritas en inglés (54 para ser más exactos);
otros defectos: la lista contiene sólo un libro en español (menos
mal que es El Quijote), uno en italiano (La Divina Comedia, claro),
tres o cuatro en alemán, algunos más en francés y pocos
pertenecientes a los clásicos griegos y latinos. La mejor lista para
el autor es la llamada “Las cien obras maestras de la literatura
universal, según Louis Dumur”, que contiene autores y obras de
todo tiempo y lugar, desde la Biblia hasta las Poesías y Cuentos de
Kipling. En las páginas siguientes Borrás abre un paréntesis para
elogiar y comentar obras y autores de fama universal, desde la citada
Biblia, para cuyo elogio recurre a las archiconocidas palabras de
Donoso Cortés, hasta los clásicos griegos y latinos y la literatura
cristiana, para afrontar, acto seguido, los diversos géneros
literarios; en primer lugar, trata de la Poesía, citando listas de
obras y autores pertenecientes a las principales literaturas
españolas y extranjeras; haciendo lo mismo con el Teatro y siguiendo
por los Cuentos y Novelas. Concluye las listas con libros que se
refieren a los grupos siguientes: Historia, Biografía y Crítica
artística, Diarios, Memorias y Epistolarios, Geografía y Viajes,
Literatura científica, Ensayistas y moralistas, Sociología y
Política, y Religión y Filosofía. Apenas deja libros importantes
fuera aunque hay otros que se repiten en algunos grupos (cosa
inevitable si se tiene en cuenta la similitud entre no pocos de
ellos).
El libro cobra su interés en las últimas páginas de la
obra con los dos apartados siguientes: “¿Qué deben leer las
mujeres?” y “Lecturas infantiles” No voy a decir nada sobre el
primero, salvo que me parece de una discriminación aberrante
respecto de las lecturas para hombres, que ya anteriormente se han
llevado el mayor peso del libro (discriminación, no obstante,
comprensiva si se tiene en cuenta la época de la que hablamos) Pero
sí de las “Lecturas infantiles”, por considerarlo parte esencial
del trabajo que me ocupa.
Nada más empezar el apartado, el autor se da prisa en dejar bien
claro el espíritu que le ha movido a presentar las listas de libros
para niños que más adelante lleva a cabo. Y así dice: “Conviene
proporcionarles obras escritas ex profeso para ellos, cuidando ya
desde un principio de que estos libros, por su valor literario, por
su presentación, por la calidad de sus láminas, contribuyan a
formar el gusto y la sensibilidad de los pequeñuelos.”
Acto
seguido, y siguiendo a Marcel Braunsvich, trata de las tres grandes
etapas de la vida intelectual del niño antes de presentar la lista
de libros correspondiente a cada uno de ellos.
Esquemáticamente, las etapas a que hemos hecho referencia,
acompañadas por sus principales temas lectores, se presentarían
así:
.-Primera: de 5 a 9 años.
Narraciones de hechos maravillosos y descripciones del mundo natural.
.-Segunda: de 9 a 12 años.
Narraciones y descripciones que satisfagan la imaginación.
Escenas y vivencias de la vida doméstica y escolar rodeadas de
ensueño y fantasía.
Desde los 11 años dejará los cuentos infantiles y se interesará
por las novelas de aventuras.
.-Tercera: de 13 a 15 años.
Primeras novelas con experiencias humanas vividas, que muestren los
primeros dolores y gozos verdaderos de la existencia.
La historia humana y el dilatado ámbito del universo, y lo que hay
en ellos de maravilla y apele a la imaginación infantil (aspectos
curiosos de la tierra y del mundo material y las especiales
particularidades de la vida de los animales y las plantas.
Finalmente, antes de mostrarnos las anunciadas listas de libros, el
autor nos hace una advertencia del todo incuestionable, a mi parecer,
y que sin duda juzgo lo más acertado de la página: “No les
impongáis a los niños los libros y las lecturas. Que sean ellos
quienes los pidan. Llevadles con frecuencia a visitar los escaparates
de las librerías (...). Habladles con entusiasmo de los libros que
leísteis en vuestra...” Yo añadiría que nos vieran leer a
nosotros con frecuencia. El ejemplo es la mejor educación y la que
mejor cala en las almas infantiles.
No hay sitio para copiar todos los libros que abarcan las tres
listas. Basten unos ejemplos para que podamos hacernos una idea del
contenido de cada una de ellas.
Lista primera: Cuentos de Perrault, de las Mil y una Noches,
de Grimm, de Hadas, El gigante egoísta, de O. Wilde, Aventuras de
Peter Pan, Alicia en el país de las maravillas, Leyendas de Oriente,
Cuentos del Padre Coloma...
Lista segunda: La Odisea, Los caballeros de la Tabla Redonda,
El Lazarillo de Tormes, Ivanhoe, La cabaña del tío Tom, La isla del
Tesoro, Cuentos de Poe, Hace falta un muchacho, de Cuyás, Novelas de
Julio Verne, de Emilio Salgari...
Lista tercera: Novelas de Dickens, de Kipling, La guerra de
los mundos, de Wells, Novelas de Curwood, de Zane Grey, Beau Geste,
de Wrent, Platero y yo, de J. R. Jiménez, Arte y costumbres de los
pieles rojas, de Harris Salomón...