sábado, 28 de noviembre de 2009

DE VISTA, DE OÍDAS, DE LEÍDAS



Flower power






En las noches de los viernes caseros, en vez de perder el tiempo viendo uno de esos programas tan bien denominados telebasura donde los personajillos "famosos" del mundo del espectáculo se desuellan vivos unos a otros mientras los juzgados no paran con sus miles de mutuas denuncias por injurias y agravios, cuando no cosas peores que tienen que ver con Hacienda y el Erario Público; en vez de perder el tiempo, digo, con esos programillas televisivos, es mejor ponerse en el DVD una película que se tenga a mano y esté avalada por reconocimientos contrastados de calidad filmográfica y regalarse un buen rato de vida auténtica y valores humanos, cosas tan en desuso hoy en día. Anoche seguimos esta pauta y vimos Flower power, película anglo-americana dirigida por Joel Hershman e interpretada por Helen Mirren (ganadora de un Óscar por The Queen), Clive Owen y David Kelly, entre otros, y disfrutamos de lo lindo. La historia que se cuenta en la cinta está basada en hechos reales y narra la aventura de unos presos que se hacen mejores personas cultivando la jardinería. La escritora de libros sobre plantas y jardines Georgina Woodhouse (Helen Mirren) muestra admiración por el jardín que en la prisión de mínima seguridad de Edgefield han realizado unos cuantos prisioneros, entre los que destacan Colin Briggs (Clive Owen) y Fergus Wilks (David Kelly) y les invita a participar en la Feria de jardinería en Hampton Court. Y aunque no consiguen ninguna medalla, logran hacerse unos hombres de bien, que es el premio mayor que un hombre puede recibir en vida, y la invitación expresa de la Reina de Inglaterra para trabajar en sus jardines. En la historia hay momentos casi sublimes por sencillos y humanos, como aquel en que el preso de mayor edad y enfermo terminal Fergus Wilks regala por Navidad a su compañero Colin Briggs un sobrecito de semillas de violeta doble, que planta sin mucho convencimiento en la tierra dura de la cárcel y que al poco tiempo dan unas flores azules y olorosas que son el punto de partida de su afición por la jardinería. O aquel otro en que, para concursar en la Feria, los presos crean un jardín con plantas silvestres de rico colorido en el que preside la imagen de Fergus, ya fallecido, que con una regadera en la mano, figura una fuente que da origen a un pequeño arroyuelo que serpea entre las flores. Sin olvidar los momentos que jalonan la historia de amor entre Colin y Primrose (Natasha Little), hija de Georgina, historia que se interrumpe precisamente al querer el preso, tras haber conseguido la libertad condicional, participar en la Feria de jardinería mencionada y para ello rompe el cristal de una floristería y roba un ramo de flores que va a dejar como despedida en casa de su amada Primrose, perdiendo así la condicional (finalmente, la relación amorosa de los dos jóvenes se solucionará definitivamente). Flower power es una película para ver en familia pues contiene variedad de valores, desde los más íntimos y personales hasta los sociales y comunicativos, como el amor desinteresado, el compañerismo, el sacrificio, la amistad, la sinceridad o la rehabilitación de los presos por medio de un oficio aprendido precisamente entre rejas.

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