domingo, 29 de noviembre de 2009

POEMAS RESCATADOS

Continúo rescatando poemas. Hoy empiezo con las revistas en que colaboré hace tiempo. Creo recordar que unos días atrás mencionaba la Asociación Prometeo de Poesía de Madrid, de la que fui socio durante los años ochenta. Pues bien, de los Cuadernos de Poesía Nueva, que editaba dicha Asociación, rescato los tres poemas siguientes:




OJOS DE MEMORIA, LABIOS DE FUTURO


Con ojos de memoria
y labios de futuro,
subíamos la gran escalinata
(escalera infinita hacia otro cielo)
del blanco Sacré Coeur.

Allí la raza oscura y perseguida
adoraba a su Cristo sin madero,
silencioso Cristo negro de todas las injurias.

Dejé por una vez que el corazón
trajera a la memoria mis Cristos castellanos,
Cristos barrocos, Cristos clavados y yacentes,
Cristos con ríos de sangre y de silencio.

Con ojos de memoria
y labios de futuro,
subíamos la gran escalinata...

Pero nunca llegamos a otro cielo.
Es igual la vida en todas partes:
breves islotes de sonrisas
en mares de injusticia y de dolor.



CÍRCULO

Al final los relojes se caerán en el mar
como antiguas palabras que ya nadie pronuncia.

Y seguiré enhebrando segundos de caricias,
minutos de silencio enamorado,
horas de espera esperanzada,
días de alianzas,
meses y estaciones de rosas y de vino,
años y lustros se seguir buscando
las manos, las miradas,
los labios que nacieron,
como hiedras de amor, para mis manos,
para mis miradas,
para mis labios,
para esta boca mía que repite los versos
del eterno poema:

"Al final los relojes se caerán en el mar
como antiguas palabras que ya nadie pronuncia..."



HASTA AQUÍ

Ya no puedo tachar nada
de la novela que he escrito.
Para bien o para mal
se acabaron los capítulos
de estas vividas jornadas
que jalonan mi camino.

El tema: la vida misma
con sus lunes y domingos,
ir empujando la roca
entre recuerdos y olvidos;
de vez en cuando un dolor,
de vez en cuando un alivio.

Y algún libro de poemas
que me sirve de testigo.
Y en el fondo, muy al fondo,
la nostalgia de ser niño
mientras sigo siendo el hombre
de mi tierra y de mi río.



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