miércoles, 19 de marzo de 2014

LAS ADIVINANZAS DE LA ABUELA



                                         

I.
El niño, sentado sobre el escalón de la puerta, está triste, con los ojos perdidos en la pared manchada del fondo del patio. De repente, el abuelo se le acerca por detrás y le toca el hombro. El niño se gira para mirarle. Entonces el anciano le dice mientras le alarga una libreta pequeña de cubiertas color de miel:
--Esto es para ti. Lo escribió la abuela antes de dejarnos. Me dijo que te la entregara cuando hiciera una semana de su partida. Y hoy es el día.
El niño coge la libreta y, con lágrimas en los ojos, sale corriendo hacia su cuarto con el deseo de ponerse a leer lo que su abuela había escrito para él. Intuye que esa libreta, de algún modo, le mantiene unido a su abuela muerta. Así pues, se seca las lágrimas y, tumbado sobre la cama, abre la libreta y se refugia en su contenido.

II.
Y lo primero que encuentran sus ojos es un título que le alimenta la imaginación: ADIVINANZAS PARA TI. Y a continuación las palabras que su abuela escribió dirigidas a él:
“Mi muy querido nieto: Sabes de sobra que las adivinanzas son manifestaciones populares de todo tiempo y lugar consistentes en ingeniosas combinaciones de palabras que plantean un enigma que hay que resolver, acertando la cosa por la que se pregunta, se esconde o se sugiere. Ya sé que es una definición algo extensa, pero sé que tú, que eres muy listo, la entenderás a derechas.
“En las páginas que siguen te he reunido unas cuantas adivinanzas que tienen que ver con el cuerpo humano, la naturaleza, la casa, las prendas de vestir, los objetos más variados y cosas por el estilo. Espero que al volverlas a leer, recuerdes los ratos agradables que pasamos juntos, y que cuando tú mismo te hagas mayor, se las cuentes a tus hijos y a tus nietos.
Intenta descifrarlas, pero si alguna se te resiste, al final tienes todas las soluciones. Te doy muchos besos mientras te invito a que, sin más espera, pases a la página siguiente para comenzar el juego.”



III.

Imagínate que estás en la cocina.
Piensa en los condimentos y comidas, antes de enfrentarte a las siguientes adivinanzas: 
1. “Un arbolito, fino, bajito, blanca la gorra, verde el vestido”.
Otra variante:
“Gorda la cabeza, el cuerpo estrecho, y no me puedo aguantar derecho”.

2. “ Una señorita está en el terrado, con la cola verde y el vestido morado”  

3.      “Verde me crié, rubio me cortaron y blanco me amasaron”.
Otra variante:
“En el campo verdea, en la casa blanquea, sirve de alimento y es más caliente cuanto más fresco.”
4. “Blanco por dentro, verde por fiera; si quieres que te lo diga... espera”.

4.      “Una caja blanca y tierna, que se abre y no se cierra.”
Otra variante:
“Mi madre es tartamuda, mi padre es cantador, tengo blanco mi vestido y amarillo el corazón.”

5. “Si me miras a derechas, soy un vegetal; si me miras al revés, soy un animal.”

6. “Oro parece, plata no es; quien no lo adivine bien tonto es.”

7. “Blanca de nacimiento, verde de inclinación, y ahora por mala suerte, soy más negra que el carbón.”

8. “He nacido de la tierra, conmigo el hombre es valiente, a veces doy la salud y a veces mato a la gente.”

9. “¿Quién es la que viene de fuera, vive en la casa y come con la gente en la mesa?”

Vamos ahora con objetos y cubiertosde la cocina.
10. “¿Qué es lo que tiene rabo y no lo puede mover?”

11. “Adivina este misterio: un señor que come todo, y siempre está delgado y seco”.

12, “Cuanto más se levanta, más baja”.
Otra variante:
“Adivina, adivina: si quieres hablar conmigo, has de mirar hacia arriba.”

13. “Lana sube, lana baja; ya te he dicho de qué trata.”

14. “ Presido todas las mesas entre muchos pretendientes; uno me coge, otro me deja, pero sola me quedo siempre.”

15. “Tengo patas y no camino; alas, y no puedo volar, y tanta comida me entregan, que toda la vuelvo a entregar.”

16. “Cuando trabajo estoy derecha, y si alguien me quiere parar, me ha de poner de manera que no pueda trabajar.”

17. “Verde en el campo, negro en la plaza y rojo en la casa”. 
18. “Nace en el bosque, crece en el bosque, y conoce en la casa todos los rincones.”
Otra variante:
“Verde en el campo, blanca en la plaza y muy trabajadora en casa.”

19. “¿Qué es aquella cosa, di, donde todos metemos la nariz?”

20. “¡Qué cosa tan extraña, que come por abajo y lo echa por la espalda!”

21. “Tengo de madera el cuerpo y de hierro la cabeza, y tan sólo en golpear consiste mi tarea.”

¿Qué, cómo ha ido? ¿Las has adivinado todas? Si no, puedes consultar las

SOLUCIONES:

ajo, berenjena, pan, pera, huevo, arroz, plátano, aceituna, vino, mosca, cuchara, plato, porrón, navaja, botella, mesa, silla, carbón, escoba, vaso, cepillo de la madera, martillo.


 

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