jueves, 19 de octubre de 2017

EN PAZ CON UNO MISMO Y CON LOS DEMÁS II



Ahora que estamos viviendo momentos muy difíciles cuya solución está en el aire, tanto que de no ser positiva para todos, y en ese caso las consecuencias podrían abrir entre nosotros abismos insalvables, necesitamos poner por parte de cada uno de nosotros lo mejor que tengamos de sensatos, respetuosos, cumplidores de nuestras obligaciones, justos, libres, pacíficos y leales respecto al bien común.


Y empecemos teniendo en cuenta la frase de Goethe: "Detente, instante; eres tan bello." El instante presente es el que cuenta. Aprovechémoslo para pensar en los demás, en todos. Y especialmente en uno mismo. Séneca nos lo dijo muy bien: "Sabed que cuando uno es amigo de sí mismo, lo es también de todo el mundo." ¿Que todos tenemos defectos?, ya lo sabemos, pero hagamos como pedía Pitágoras: "Escribe en la arena las faltas de tus amigos." O tengamos en cuenta lo del proverbio persa que dice: "Quien difama a un amigo revela sus propios defectos." Porque "Un buen amigo, como decía el poeta Tagore, es como la sangre: acude a la herida sin esperar a que lo llamen."


¿Tenemos los ánimos por los suelos? Pues hagamos caso al consejo que nos da de nuevo Goethe, un filón de sabiduría que, si sabemos aprovecharla, nos sacará a flote en más de una ocasión. El autor del Fausto nos recomienda: "Entrégate a la actividad y poco a poco se irá levantando tu ánimo; no descanses, no te vuelvas nunca atrás." En el mismo sentido el escritor barroco español Saavedra Fajardo nos recuerda que "No hay ruina que con sus propios fragmentos y con lo que la buena disposición puede ir añadiendo no se pueda levantar y construir sobre ella una nueva casa."


Relacionada con el esfuerzo de rescatar el buen ánimo se halla la alegría. Si somos de espíritu más o menos alegre, las dificultades para salir adelante son menos. Schopenhauer, otro pensador acreditado, dejó escrito: "Nada puede reemplazar todos los bienes tan completamente como la alegría, mientras que a ella misma nada puede reemplazarla." Por algo uno de nuestros mejores poetas modernistas, Rubén Darío, dijo de la alegría que "es la limpieza, la salud del cuerpo y la salud del alma."
Paralelo a la alegría corre el autocontrol. Tagore aconseja a propósito: "Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas." Porque queramos o no, siempre dentro de cada uno de nosotros, "hay, como dijo Browne, otro hombre que está contra cada uno de nosotros." Así que sigamos el consejo del proverbio chino que dice: "Disfrutemos hoy. Es más tarde de lo que creemos."
Disfrutemos de lo que tenemos a la vez que ayudamos a los demás a conseguirlo, si bien de manera inteligente. No en balde Pitágoras aconseja: "Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no a llevársela tú."

lunes, 9 de octubre de 2017

EN PAZ CON UNO MISMO Y CON LOS DEMÁS, I

En este mundo de ahora tan convulso y tan dado a las contradicciones de todo tipo nos convendría antender a unos cuantos consejos y reflexiones que dejaron escritos para ayudar al ser humano en todas y cada una de sus facetas cotidianas los sabios que en el mundo han sido y están llenos de buenas intenciones. En la medida en que pensemos sobre ellos y procuremos llevarlos a la práctica, nos haremos mejores y viviremos en paz con nosotros mismos y con los demás. 

 

La primera reflexión nos la sugiere Butzer cuando dice: "Una persona es tan grande como positiva es su actitud".
Si tenemos la suerte de dedicarnos a la creatividad de cualquier tipo, literaria, pictórica, musical..., es oportuno el pensamiento que escribió el poeta ruso Ruskin: "Cuando el amor y la creatividad trabajan juntos, se puede esperar de esa unión una obra maestra."
Para vivir en paz con uno mismo y con los demás, es conveniente que seamos personas alegres. Ya lo dijo el filósofo y escritor Schopenhauer: "Aquello que produce más felicidad interior es la alegría. Por eso, cuando se presente la alegría, abrámosle puertas y ventanas porque nunca resulta inoportuna su llegada pues la alegría destierra el estado angustioso de las almas."
Y también el poeta Amado Nervo nos anima a ser alegres: "Alégrate si eres pequeño; alégrate si eres grande; alégrate si tienes salud; alégrate si la has perdido para así recuperarla. Alégrate si eres pobre; alégrate si eres rico. Alégrate siempre."

 

¿Y dónde se encuentra la alegría? Marco Aurelio nos contesta: "La alegría se encuentra en el fondo de todas las cosas, pero a cada uno le corresponde extraerla."
La alegría prolonga la vida y regala salud, independientemente del modo de vida que nos toque vivir, porque, como reza un viejo proverbio chino, "Casa de paja donde se ríe es mejor que palacio donde se llora."
Con todo, para vivir a gusto con uno mismo hay que actuar y mover las cosas no dejarnos guiar por ellas. El filósofo Ortega y Gasset lo dijo mejor: "Solemos llamar vivir a sentirnos empujados por las cosas, en lugar de conducirlas con nuestras propias manos."
Cumberland insiste: "Es mejor gastarse que enmohecerse."
Y también Maeterlinck para relacionar el pensamiento con la acción: "Un pensamiento puede ser una cosa excelente, pero la realidad empieza en la acción."


Otros escritores y filósofos nos ayudan a asimilarlo mejor. El español Marañón nos dice que "El hombre ha de ser esclavo de la acción si quiere ser libre", mientras que Burton escribió: "La actividad es el imán que atrae las cosas buenas."
Finalmente, un proverbio ruso prefiere aconsejarnos utilizando una imagen muy práctica: "Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla."