jueves, 5 de noviembre de 2009

POEMAS RESCATADOS

En 1997, tras obtener el premio del I Certamen de Poesía Taurina de Valencia, la Tertulia, patrocinadora del premio, publicó en una maqueta el poema ganador titulado Toro de la noche, que ahora rescato aquí:



TORO DE LA NOCHE


Te estoy pidiendo,
toro de la noche,
amigo de la luna y el silencio,
que no hagas mucho daño a ese chaval
que te cita en la valla de la dehesa.

Es apenas un niño,
tiene sólo,
como tú, sangre ardiente
en su vereda.
No sabe ni de muertes ni de odios,
ni de heridas atroces que conducen
al final de todas las barreras.

Igual que tú,
toro inmenso,
volcán astado, negra catarata,
que ignoras el acero mortal de tu frontera.

Míralo, cómo pisa tus dominios,
con qué temblor de rama sacudida
avanza por la hierba que estremeces
con tu peso total de muerte negra.

Ten piedad, toro,
de esa nueva muleta de alquiler,
del joven corazón que late a oscuras
tras la ropa bermeja.
No le embistas,
no acudas a la cita
de la sangre quemada de buenas a primeras.

Si quieres comprobar que tienes fuego,
llamaradas bravías en tus astas
y empuje de huracán entre tus huesos,
brama y rompe el silencio de la noche,
ataca el aire frío de la sierra
y castiga la tierra con tu peso;
que tiemble todo el campo bajo el rayo
oscuro de tu piel, oh bestia bella.

¿Para qué emplear las hoces de tus cuernos
en un tan inexperto y joven trigo?
Reserva los rejones de tu testa
para buscar ansiosos la estatura
artística y burlona de un torero
curtido en tardes de oro
entre palmas y olés y pasodobles
y escudado en la luz de su librea.

Resérvate hasta entonces
Vive ahora de sueños
y alza sombras
de fuego en torno tuyo mientras pisas
la soledad silente de la tierra.

Y no hagas caso al grito del chaval
que te cita en la valla de la dehesa.




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