EL CAMINO DE DELIBES EN CAPÍTULOS (y 4)
Capítulo XVI
Temas y contenidos: Recursos persuasivos de don José, el cura; el ocio del pueblo, la inmoralidad de las parejas.
Personajes: Don José, la Guindilla, Trino, el sacristán.
Puntos de conexión: Individualismo de los hombres del valle (Cap. III), la iglesia (Cap. XVII).
Referencias locales: El cine (cuadra de Pancho, el sindiós), la iglesia, los prados, el monte.
Referencias temporales: Las tardes dominicales, las noches.
Antología:
"Don José, el cura, que era un gran santo, utilizaba, desde el púlpito, todo género de recursos persuasivos: crispaba los puños, voceaba, reconvenía, sudaba por la frente y el pescuezo, se mesaba los escasos cabellos blancos, recorría los bancos con su índice acusador e incluso una mañana se rasgó la sotana de arriba abajo en uno de los párrafos más patéticos y viokentos que recordaría siempre la historia del valle. Así y todo, la gente, particularmente los hombres, no le hacían demasiado caso. La misa les parecía bien, pero al sermón le ponían mala cara y le fruncían el ceño. La ley de Dios no ordenaba oír sermón entero todos los domingos y fiestas de guardar."
Capítulo XVII
Temas y contenidos: La virilidad (el coro), el camino de la vida, las proezas infantiles (la cucaña).
Personajes: La Guindilla, don José, los tres amigos, el novio de la Mica.
Puntos de conexión: La iglesia (Cap. XVI), los tres amigos (aventuras) (Caps. VI, VII, X, XIV, XV, XIX), el camino de la vida (Cap. XVIII).
Referencias locales: La iglesia, la romería, el prado.
Referencias temporales: El día de la Virgen.
Antología:
"Volvieron al día siguiente y la Guindilla siguió sin excluirle. aquello se ponía feo. Permanecer en el coro suponía, a estas alturas, una deshonra. Era casi como dudar de la hombría de uno, y Daniel, el Mochuelo, estimaba demasiado la hombría para desentenderse de aquella selección. Mas a pesar de sus deseos y a pesar de no restar ya más que seis varones en el coro, Daniel, el Mochuelo, continuó formando parte de él. Aquello era el desastre. Al cuarto día la Guindilla mayor, muy satisfecha, declaró:
--Ha terminado la selección. Quedáis sólo las voces puras.--Eran quince niñas y seis niños.--Espero--se dirigía ahora a los seis niños-- que a ninguno de vosotros se le vaya a ocurrir cambiar la voz de aquí al día de la Virgen."
Capítulo XVIII
Temas y contenidos: El amor de la Guindilla mayor y el Manco, y el de Daniel y la Uca-uca, desaparición de la Uca-uca.
Personajes: La Guindilla, el Manco, Daniel, la Uca-uca.
Puntos de conexión: El camino de la vida (Cap. XVII).
Referencias locales: El pueblo, las montañas.
Referencias temporales: Julio (la boda del Manco y la Guindilla).
Antología:
"Como otras muchas mujeres, la Guindilla mayor despreció el amor mientras ningún hombre le propuso amar y ser amada. A veces, la Guindilla se reía de que el único amor de su vida hubiera nacido precisamente de su celo moralizador. Sin su afán de recorrer los montes durante las anochecidas de los domingos no hubiera soliviantado a los mozos del pueblo, y, sin soliviantar a los mozos del pueblo, no hubiera dado a Quino, el Manco, oportunidad de defenderla y sin esta oportunidad, jamás se hubiera conmovido el seco corazón de la Guindilla mayor, demasiado ceñido y cerrado entre las costillas. Era, la de su primer y único amor, una cadena de causalidad y casualidad que si pensaba en ella la abrumaba. Son infinitos los caminos del Señor."
Capítulo XIX
Temas y contenidos: Las costumbres de los pájaros, la muerte de Germán, el Tiñoso, y su influencia en Daniel. El milagro del tordo.
Personajes: Germán y sus amigos.
Puntos de conexión: Los tres amigos (aventuras) (Caps. VI, VII, X, XIV, XV, XVII), la muerte del Tiñoso (Cap. XX).
Referencias locales: La Poza, la casa de Andrés, el zapatero.
Referencias temporales: La noche del velatorio y la mañana del día siguiente.
Antología:
"Germán, el Tiñoso, levantó un dedo, ladeó un poco la cabeza para facilitar la escucha, y dijo:
--Eso que canta en ese bardal es un rendajo.
El Mochuelo dijo:
--No. Es un jilguero.
Germán, el Tiñoso, le explicó que los rendajos tenían unas condiciones canoras tan particulares, que podían imitar los gorjeos y silbidos de toda clase de pájaros. Y los imitaban para atraerlos y devorarlos luego. Los rendajos eran pájaros muy poco recomendables, tan hipócritas y malvados.
El Mochuelo insistió:
--No. Es un jilguero."
Capítulo XX
Temas y contenidos: La irreversibilidad de la muerte y del tiempo, entierro del Tiñoso.
Personajes: Daniel, la Uca-uca, don José y el pueblo entero.
Puntos de conexión: La muerte del Tiñoso (Cap. XIX).
Referencias locales: El cementerio.
Referencias temporales: Indeterminadas.
Antología:
"Al concluir los bombardeos, durante la guerra, las campanas también repicaban alegres, mas con un deje de reserva, precavido y reticente. había que tener cuidado. Otras veces, los tañidos eran sordos, opacos, oscuros y huecos como el día que enterraron a Germán, el Tiñoso, por ejemplo. Todo el valle, entonces, se llenaba hasta impregnarse de los tañidos sordos, opacos, oscuros y huecos de las campanas parroquiales. y el frío de sus vibraciones pasaba a los estratos de la tierra y a las raíces de las plantas y a la medula de los huesos de los hombres y al corazón de los niños. Y el corazón de Daniel, el Mochuelo, se tornaba mollar y maleable --blando como el plomo derretido-- bajo el solemne tañir de las campanas."
Capítulo XXI
Temas y contenidos: El progreso, el adiós al valle y a la infancia, el camino de la vida.
Personajes: Daniel, la Uca-uca.
Puntos de conexión: Pensamientos antes de la partida (Cap.I), el camino de la vida (Caps. XVII, XVIII).
Referencias locales: Casa del Quesero.
Referencias temporales: El día de la partida.
Antología:
"Daniel, el Mochuelo, recordaba con nostalgia su última noche en el valle. Dio media vuelta en la cama y de nuevo atisbó la cresta del Pico Rando iluminada por los primeros rayos del Sol. Se le estremecieron las aletillas de la nariz al percibir una vaharada intensa a hierba húmeda y a boñiga. De repente, se sobresaltó. Aún no se sentía movimiento en el valle y, sin embargo, acababa de oír una voz humana. Escuchó. la voz le llegó de nuevo, intencionadamente amortiguada:
--¡Mochuelo!
Se arrojó de la cama, exaltado, y se asomó a la carretera. Allí abajo, sobre el asfalto, con una cantarilla vacía en la mano, estaba la Uca-uca. Le brillaban los ojos de una manera extraña.
--Mochuelo, ¿sabes? Voy a La Cullera a por la leche. No te podré decir adiós en la estación."
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