lunes, 19 de octubre de 2009

RELÁNGRAFOS


En la soledad silente de la noche las gaviotas expresan su dolor.

Como un dios singular,
domino el fondo marino
con mi gran ojo de cristal.

El sexo sin amor es una copiosa comida a la que le falta un buen vino.

Poesía es decir sintiendo con música.

Para mí la política no es mucho más que una palabra esdrújula.

El cine me ayuda a escaparme de la realidad. La lectura me hace reflexionar sobre ella.

El Codolar:
una mano de arena
que acaricia el mar.

Es más difícil aprender a guardar silencio que a hablar.

El buen baile es a las piernas lo que la buena lectura es a la mente.

El niño se toma la vida como una apasionante aventura; el anciano, como una inestimable ventura.

La pintura de Dalí es un sueño blando en constante transformación.

La gaviota es el pañuelo de despedida que, nostálgico, se quedó volando en el puerto.

Hallar las palabras para empezar un verso es encontrar la columna vertebral del poema.


Los poetas hablamos tanto de la infancia porque en realidad no hemos dejado nunca de ser niños.


Uva:

perla de sol

y de azúcar.

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