martes, 8 de marzo de 2011

Patadas al diccionario

He aquí tres lindezas más pertenecientes a la vida cotidiana (más bien zarrapastrosa) que sufre el castellano.


1. Contra más tiempo pase, peor.

2. Tiene los ojos llenos de lagañas.

3. Nació en Madriz, pero vive en Valladoliz.


Las dos primeras patadas tienen que ver con las leyes básicas de la Gramática (con la Sintaxis la primera y con el Léxico la segunda) y la tercera con la más elemental norma de la fonética.
Analicémoslas.


1. El contra empleado en la primera frase es la preposición que, entre otras acepciones, indica oposición y contrariedad de una cosa con otra. Véase el ejemplo: El pueblo se levantó en armas contra el dictador.
La expresión correcta de la frase citada es

Cuanto más tiempo pase, peor.
Con lo que se quiere decir que las consecuencias serán más graves si se deja pasar mucho tiempo. El cuanto correcto es el adverbio correlativo usado en compañía de más en frases parecidas a la citada.

2. El término lagañas es incorrecto; está usado en vez del sustantivo correcto legañas, que, como todo el mundo sabe, es, en plural, el "humor procedente de la mucosa y glándulas de los párpados, cuajado en el borde de éstos o en los ángulos de la abertura ocular".
La frase correcta sería, pues,

Tiene los ojos llenos de legañas.

3. La pronunciación castellana está pasando por una fase de relajación absoluta que se ha convertido en endémica. Un ejemplo palmario es pronunciar como z la d final de las palabras, como ocurre en la frase 3 con Madriz y Valladoliz (en Cataluña se transforma en t). Y ya que hablamos de las constantes incorrecciones de pronunciación a que asistimos diariamente y a todas horas en la calle y en los medios de comunicación, aprovechamos para denunciar algunas:

-- La g en medio de palabra debe pronunciarse como la g de gato, guerra, guisante, gota o guante, suave, y no como nos tienen acostumbrados ciertos locutores de radio y presentadores de televisión.
Todo el pueblo está indijnado por las facturas (con sonido de j: ¡horroroso!).

--La x a final de sílaba y de palabra se relaja tanto que acaba siendo una s, y así no es raro oír esplanada (por explanada), estraña (por extraña) o Felis (por Félix), donde la x debe pronunciarse como ks.

Por esta vez basten estos ejemplos. Ya volveremos a insistir en otro momento. Que aproveche.

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