San Juan en Tossa
Tras un pequeño paréntesis en Tossa, vuelvo al blog. Estos días de San Juan me han venido bien para descansar y pensar. La verbena, el cava, la coca, los viejos amigos de chanzas y danzas, las vueltas en bici por los alrededores, entre pinedas y por caminos del estanque y la riera..., es algo a lo que no quiero renunciar. Me oxigenan y me ayudan a ordenar mis ideas. A la orilla del mar, leo y escribo algunos versos que muchas veces acaban en nada, pero me sirven siempre para engrasar la mente.
Un baño en estas aguas frías de la bahía frente al bello promontorio de la Vila Vella tonifica mis músculos, que con la edad van endureciéndose. Al día siguiente de la verbena, que duró hasta las tantas, subieron a Tossa los cuatro y pasamos juntos el día. Martí sigue tan blanco y tan guapo y Xavi haciendo progresos de todo tipo: mantiene conversaciones conmigo y eso hace mi vida más placentera; por la tarde, tras la comida y su siesta reglamentaria, me puse a hablar con él de Cars, de animales, de Peter Pan... ¡qué sé yo las cosas!, y en un momento dado su padre entró en la habitación y le preguntó qué hacía, y él, tan tranquilo y tan mayor ya, le contestó: "Hablando con el yayo".
Luego, al caer la fuerza del sol, salimos a la Feria y allí lo montamos en un carrusel de coches (él eligió el de Blancanieves); y había que verlo con una risa de oreja a oreja y los ojos brillantes decirnos adiós con una mano, mientras la otra se aferraba al volante, desde su coche mientras daba vueltas en su pequeño circuito de carriles. Cuando se fueron, lo mismo que me sucede siempre cuando lo hacen, me quedé con la impresión de que me faltaba algo.
Menos mal que ayer lunes bajamos a Cerdanyola para hacer durante estos días unas gestiones y volvimos a estar un rato los seis juntos. El mes próximo se nos reunirá el último miembro de la familia y podremos tramar alguna de esas fiestas que tanto nos gustan.
Ahora seguiré con el blog aunque a un ritmo más espaciado, al ritmo que nos marque el verano y sus oleadas de calor, así como las idas y venidas que ello nos reporte.
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