lunes, 23 de mayo de 2011

LA PINEDA

AQUUM


¡Las aguas! En plural,
Como las fuerzas telúricas
Sometidas al tiempo,
Como tú y yo,
Están aquí presentes,
Calladas y esperando sus éxtasis
Entre acristalados y silenciosos muros,
Nieblas de eucalipto, rosas húmedas,
Sal y espuma, escaleras
Sumergidas, puentes de madera,
Tarimas donde asoman las vivaces,
Curiosas lagartijas
Tras las huellas mojadas de la gente
Que busca las hamacas tras el húmedo
Y constante movimiento de las aguas.
¡Las aguas que despiertan de repente
Y temperan nuestros cuerpos!
¡Las aguas que conocen
Las penas y el dolor de nuestros músculos,
El escozor de nuestras cervicales,
La grasa de nuestros vientres…
Sometidos inexorablemente al peso y paso de la edad!

No lamentamos nuestra vejez,
Que es asunto del tiempo y los recuerdos,
Que pasan y pesan contra nosotros
Sometiéndonos
A las penas y el dolor de nuestros músculos,
El escozor de nuestras cervicales,
La grasa… blablablá, blablablá.
Cantamos a las aguas del SPA,
De las saunas, los chorros, las cascadas,
Las burbujas, los cambios de temperatura…
Cantamos esta agua tan benignas
Con nuestras limitaciones,
Estas agusa perfumadas
De rosas y esperanzas,
Esta agua que dan paz y temperan nuestros cuerpos.

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