martes, 9 de noviembre de 2010

EL POEMA DEL MES


En el pasado mes de octubre se cumplieron cien años del nacimiento de Miguel Hernández en Orihuela (Alicante), y por ello, aunque con un pequeño retraso, le mando desde mi blog este signo de admiración.




Redondillas a Miguel Hernández
En el centenario de su nacimiento


Hoy he venido hasta aquí
Para decirte, Miguel,
Con versos que son de hiel
Pero también de alhelí

Que eres poeta con suerte
Porque, sólo con decir
Tu nombre, vuelve a salir
Tu recuerdo de la muerte.

Huelen siempre tus poemas
Al aroma del amor,
Pero también al dolor
Que da sufrir sus ezcemas.

Siempre fuiste como el trigo
Que crece sobre la tierra
Y está en permanente guerra
Con el cielo que es su amigo

Y la amapola que riega
Con sangre sus pies morenos
Y le muestra fiel sus senos
Sedienta de amor y ciega.

Fuiste como el gallo hermoso
Que anuncia ardiente las albas,
Que no teme ni a las malvas
Ni al sepulcro tan odioso.

Sólo atiende ufano al día
Y al fuego que nace de él,
Las llamas y el brillo fiel
Que despide su alegría.

Fuiste como el toro bravo,
Que crece en la soledad
De la dehesa, en la ansiedad
De no ser jamás esclavo.

Y cuando sale a la plaza
Disputa la vida ardiente
Al torero que, valiente,
Le deja jugar su baza.

Fuiste como el ave libre
Que vuela sobre la mies
Y luego cae a los pies
Del surco de más calibre

Y hace el nido a ras de tierra
Entre el arado y la escarcha
Porque así es mejor la marcha
De la vida siempre en guerra.

Fuiste como el barro amable
Que convertido en vasija
El agua viva cobija
En su vientre inmensurable.

Barro que nace en el suelo
Entre manos artesanas
Que con plegarias humanas
Lo asciende al más alto cielo.

Como rayo que no cesa,
Sigues vivo en mi canción,
Miguel Hernández, pasión
De pan servido en la mesa.

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