viernes, 9 de julio de 2010

MEMORIAS DE UN JUBILADO

Fútbol







Ya he contado aquí y en otras partes mi afición por el fútbol. Desde muy niño una pelota entre los pies era un motivo de celebración. Eran raros los Reyes en que no llegara a casa como regalo una nueva pelota. En la plazuela entrenábamos lanzamientos de penalti y paradas mis hermanos y yo en la puerta del Serranillo para luego en los partidos de las eras y la yerbera del río jugar un buen papel. Durante la infancia viví la admiración general (franquista) por la selección española, de rutilante rojo vestida, y hasta coleccioné unos cromos que venían en caramelos con los futbolistas del equipo nacional; cuando lo llenabas, tenías derecho a un balón de reglamento, si bien no recuerdo a nadie de mis amigos que llegara a reunir la colección (sí recuerdo que el futbolista más difícil de encontrar en los caramelos era Zarra). Ya de adolescente empecé a sentir una devoción especial por el Fútbol Club Barcelona y a la hora de los partidos verpertinos siempre me alineaba en el equipo blaugrana, emulando a Kubala, Basora o Manchón. Y siempre el Barça ha ido conmigo a todas partes y en todas las edades. Y la selección española también. Pero sin patrioterismos baratos. Y ahora que España, en los Mundiales de Sudáfrica se dispone a jugar la final del campeonato por primera vez en la historia, con más razón aún. Y eso que la Roja empezó mal su andadura perdiendo su primer partido, contra Suiza. Pero a partir del segundo, contra Honduras, ha ido a más, mostrando un fútbol exquisito y eficaz que impone respeto en el resto de las selecciones. Chile, Portugal, Paraguay, Alemania han sido derrotados justamente por este grupo espectacular de jugadores que salen al campo mentalizados de que jugando como juegan pueden ganar a cualquier otro grupo, por poderoso que sea. Esperemos que el domingo demos el paso definitivo contra Holanda, la otra selección finalista, para levantar la copa del mundo ante el fervor de todos los españoles por encima de los politiqueos acostumbrados. Y que el equipo español esté formado en su mayoría por jugadores del Barça no quiere decir otra cosa que el equipo catalán está nutrido por excelentísimos jugadores (Xavi, Pujol, Iniesta, Piqué) y por eso mismo el seleccionador Vicente del Bosque, que entiende un rato de fútbol, ha recurrido a esos magníficos futbolistas para formar el once más idóneo para vencer, entre cuyos componentes se encuentran también nombres indiscutibles como Casillas, Sergio Ramos, Xabi Alonso o Villa, ahora fichado también por el Barça). Todos los españoles estamos apoyando a este equipo que merece ser este 2010 campeón del mundo. Otra cosa es que por las circunstancias que sean no consiga alzarse con la copa.

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