viernes, 3 de octubre de 2008

Letras para el ocio

A PROPÓSITO DE LA MUERTE

Con apenas cincuenta años de edad se me fue un amigo del alma presa del horrible e inexorable cáncer, José Valls. Era un deportista nato. Con la bicicleta era increíble y como persona, qué puedo decir. Cuando nos íbamos descolgando uno tras otros sus seguidores por la Rabassada, oíamos su voz animándonos a seguir adelante. Decía que la vida es como dar una vuelta con la bici. Había momentos en que el recorrido era duro y había que apretar más las fuerzas, pero luego había otros en que la bicicleta iba sola porque se le había dado antes el pedaleo correspondiente. La sonrisa nunca se le iba de la boca y la ironía tampoco. Recuerdo que unos días antes de su último y fatal desenlace, le llamé por teléfono para darle yo ánimos. Le dije que tuviera un poco de paciencia y medio en broma medio en serio añadí que cuando saliera de aquello la bicicleta le estaría esperando para dar unas vueltas juntos. Me contestó con la voz entrecortada no sé si por la emoción o por el miedo: “Esteban, a mí lo que me espera ya es la caja”. Aquellas palabras me dejaron hundido. Pocos días después su mujer me llamaba por teléfono para decirme que José había muerto. En cuanto colgué, recordé al instante unas palabras de Gustave Thibon: "Hay una edad a partir de la cual la muerte es un fenómeno que empieza a concernirnos personalmente. Uno la siente madurar en sí. No se trata de pensar en ella de forma abstracta, sino de tomar una actitud ante esta realidad que nos arrebatará todo lo que vemos, todo lo que sentimos, todo lo que amamos, y que será, según la frase de Gabriel Marcel, el exilio absoluto."












SOBRE EL LIBRO

De regreso a casa de un paseo por Barcelona, aproveché el viaje en tren para releer un librito de Saramago sobre el libro y los problemas de la lectura. El viaje en tren siempre me ha gustado y, poco a poco, el dejar atrás la gran ciudad y aproximarme a la mía y mi mundo, las ideas vertidas en el libro por el Nobel portugués fueron la llave que me devolvieron definitivamente al momento actual. A modo de resumen, éstas son algunas reflexiones de Saramago que comparto: "La lectura no es ninguna obligación. la lectura es una devoción, es una pasión, es un amor." "Quien quiere leer, lee." "Me gustaría saber cuáles han sido los resultados concretos de cualquier campaña en favor de la lectura. Sospecho que lo que cuenta es la campaña en sí, hacer la campaña." "El lector ha pertenecido siempre a una minoría." "¿Por qué no hablar de un libro que forma parte de nuestra cultura y de nuestra educación sentimental. esto sería fomentar de verdad la lectura en el lector mismo, en lugar de caer en la ambición de poner a todo el mundo a leer." "El libro es una plataforma de comunicación entre personas." "Cada lector es diferente, porque nadie es plural. En el espíritu de un chico o una chica de pronto nace sencillamente el gusto por leer. Y no se sabe por qué." "Hay personas para cada libro. Incluso antes de conocer el contenido de un libro, ese libro es ya importante para determinadas personas." "El libro es un lugar donde vamos a encontrar una sensibilidad. Vamos a encontrar una visión de la vida, una percepción de lo que es nuestro destino, de nuestra relación con los demás, la explicación de un sentimiento, o el enunciado de una teoría que pasa por la sensibilidad y la formación del autor y que será recibida de distinta manera por cada lector." "La primera lectura de un libro no lo agota." "Un libro es igual que una casa, nueva en cada mirada, un libro es un continente." "El libro, después de ser leído, es algo que se reorganiza, que se reconstituye, que recupera lo que podemos llamar la virginidad de la palabra." "El libro está intacto, ofrecido a una nueva lectura, a un nuevo descubrimiento." "Las palabras que a veces malgastamos, las que decimos sin darnos cuenta de lo que ellas son, de los que ellas dicen en el libro, siempre nos están esperando." "La palabra no es palabra mientras no se pronuncia. La palabra que está escrita es una sombra. Pero cuando la decimos es una sombra que se levanta, se presenta y se nos pone delante. La palabra más insignificante, la palabra que parece que no cuenta, la de todos los días, es como un pequeño tesoro." "Personas con curiosidad intelectual, niños, jóvenes para quienes el libro es un reclamo, no saben lo que hay dentro, pero intuyen que todo está allí como una propuesta, como una invitación, "¡Conóceme! ¡Conóceme!" "La vida nos empuja a leer, leemos porque vivimos, de alguna manera vivimos porque leemos." "La lectura requiere ser vivida." "Lo primero que hay que hacer es despertar el amor por el libro, el amor por la lectura, el amor por esa cosa tan sencilla que es tener un libro entre las manos. Pero no se puede imponer a la gente la lectura como si fuera una obligación." "El libro despierta el pensamiento." "Las expresiones más completas de pensamiento humano se encuentran en los libros." "La lectura no es un vicio, es un acto libre y voluntario, que nace en el cerebro, que toca el corazón." "El trabajo del lector no es sólo leer lo que van escribiendo sus contemporáneos, sino también leer lo que antes se escribió." "El Quijote o En busca del tiempo perdido son obras inmensas en contenido y valor." "La lectura en la pantalla del ordenador es como hacer el amor sin tener a nadie con uno." "Sólo sobre la página de un libro se puede llorar porque sobre la pantalla de un ordenador no se llora. En la página del libro la señal de la lágrima se queda." "El libro es algo que pertenece a nuestra historia sentimental y nos sirve para llorar, para reír, para pensar." "La televisión, con su bombardeo sistemático de imágenes, no sustituye a la letra impresa, aunque tenga tantos adeptos o adictos." "Para leer se necesita esfuerzo. Leer es una batalla. Leer es un encuentro. Leer es un auténtico diálogo entre mi sensibilidad y mi pensamiento y la sensibilidad y el pensamiento del escritor. Leer es una relación." "¿Campañas para la lectura? Vale, pero sin olvidar hacer un debate muy serio en la sociedad sobre si la escuela está preparando o no a los ciudadanos para la lectura, la comprensión, la inteligencia, el pensamiento." Palabras sabias sobre las campañas de lectura, el libro, el escritor, el lector y los problemas de la escuela para preparar buenos lectores. Yo lo sé bien por mi condición de profesor. Y tengo aún muy fresco el recuerdo de una anécdota que se repite a diario en las aulas. Cuando anuncio que para el trimestre siguiente hay que leer un libro interesante, la primera pregunta común entre los estudiantes es la siguiente: ¿Cuántas páginas tiene?



ALGO DE CINE

El cine para mí es una manera más de vivir, de soñar, de pensar, de reconocerme, de inspirarme, de relajarme, de cambiar de mundo... Desde pequeño ha sentido por el cine una atracción irresistible. Y siempre que podía en mi ciudad natal iba a las sesiones matinales a ver aquellas películas del oeste emblemáticas de indios y vaqueros (Raíces profundas, Flecha rota, Solo ante el peligro, Río Rojo...), de romanos (Los diez mandamientos, Ben-Hur, La túnica sagrada...), de intrigas y crímenes donde un policía hacía cumplir la ley pese a los problemas que vivía en su propia familia y capturaba al malo tras perseguirlo por las alcantarillas (Pánico en las calles) o las grandes avenidas (Sed de mal) , de aventuras y espadachines (El prisionero de Zenda), de guerra (El puente sobre el río Kwai), de miedo (Frankestein)... Al llegar a Barcelona el cine se convirtió además de todo eso en un lugar tranquilo donde poder besar a la novia sin que miradas ajenas nos molestaran. Al casarme y tener hijos, empecé a ir menos al cine, pero una vez a la semana íbamos a ver mi mujer y yo algún estreno o simplemente alguna sesión continua de las que aún quedaban en Barcelona. Después vinieron los multicines y desaparecieron los cines de barrio, aquellos donde habíamos dejado muchos recuerdos: el Virrey, el Maragall, el Odeón... y aquellas películas que marcaron una senda en la historia de nuestras vidas: Drácula, Casablanca, Los pájaros, Al este del edén, El séptimo sello, Con faldas y a lo loco, El hombre que mató a Liberty Valance... Y ahora apenas tres o cuatro veces al año pisamos un cine. A mediados de enero fuimos a ver La caja de Kovac, un filme lleno de sorpresas y referencias al mundo de hoy, tan sujeto al poder del estado y las maniobras del mal por deshacerse del individuo. David Norton es un escritor de novelas de ciencia ficción, cuya primera obra, Gloomy Sunday, da pie para que un enfermo terminal de cáncer, Franz Kovac, en otro tiempo un científico dado a experimentar con animales, después de haber leído la novela de Norton, decide experimentar en personas. Y así en un viaje de avión donde va el propio Norton decide durante la cena echar un somnífero a todos los pasajeros excepto el novelista y una vez dormidos sus sicarios les introducen en el cuello un dispositivo que domina sus voluntades por medio de una canción, titulada también Gloomy Sunday, la cual tiene el poder de arrastrar al suicidio a quienes tienen en el cuello dicho dispositivo. Kovac hace que Norton, cuya prometida es la primera mujer en suicidarse, se involucre en la resolución del caso como si de otra novela se tratara. Al final logra saber que también él es manipulado por medio de un detector que Kovac, haciéndose pasar por un admirador del novelista, le introduce en su propia pluma estilográfica con la que firma sus autógrafos, y resuelve el caso matando a Kovac tras escuchar de su boca que Silvia, la chica de quien se cuida Norton tras averiguar que también ha sido incitada al suicidio, ha logrado sobrevivir del suicidio colectivo que tiene lugar en las cueva del Infierno, maniobra preparada también por Kovac y sus secuaces. Lo mejor de la película, sin embargo, para el profesor son los ambientes en que se desarrolla la acción, una isla de Mallorca esplendorosa, con Palma, su bahía y sus calles, y algunos rincones tan bellos como
Valldemosa y las cuevas de la isla. Una película entretenida, con algo más de sangre de lo debido, pero fácil de seguir, con malos y buenos y una fotografía excelente. La interpretación buena, sobre todo la del triángulo formado por los dos buenos, Thimoty Hutton y Lucía Giménez, y el malo, David Kelly.

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