jueves, 8 de mayo de 2008

La mejor canción de nuestra vida

Querida mía:
Hoy cuando vuelvas de la compra, te encontrarás esta carta sobre la mesa del recibidor. La he titulado “La mejor canción de nuestra vida” porque, como muy bien recordarás, anoche estuvimos hablando de letras y canciones de amor tras presenciar el programa de la tele sobre canciones amorosas que han hecho historia en nuestro país y han sido testigos de la evolución de nuestro noviazgo primero, después de nuestra boda y, ya siempre después y hasta ahora, de nuestra rica y humana vida en común, siempre tocada, gracias a Dios, por una brisa especial, a veces pasional y a veces tierna.
Canciones del Dúo Dinámico, Adamo, Aznavour, Doménico Modugno, Richard Cochante, Nino Bravo, Cecilia y tantos otros cuyos ecos alfombran la yerbera de las márgenes vitales por donde fluye nuestro río vital desde hace tanto tiempo. De verdad que quería escribirte una canción que recordara nuestros mejores momentos. ¡Porque han sido tantos! Aunque también los ha habido dolorosos, y eso ha hecho posible que nos hayamos unido todavía más. El escudo y la lanza aseguran la lucha. Pero también las pequeñas derrotas de las que hemos ido sobreponiéndonos ¿Una letra entrañable? ¿Una canción recordatoria? En una palabra, ¿un canto de amor? Si me decidiera a hacerlo tendría en cuenta que la mejor letra de una canción de amor, para no perder su magia, ha de ser, además de canto, pulso y cuerda de emoción. Ha de tener corazón a la vez que ritmo y rima porque, si no fuera así, la voz no temblaría de verdadera pasión. Las palabras han de ser vivas y deben respirar como respira el día y tienen que ser gemidos cuando hablen de tristeza, y risas cuando hablen de alegría. Deben ser, en fin, realidad, sueño, afán, desencanto, lucha y esperanza. Por eso las palabras de los versos han de hablar también de la soledad, de los hijos, de la casa, de la vida y del tiempo que al pasar deja su rastro en ella. Por todo lo cual, pienso que lo mejor de la canción es que la escriban entre dos. Por eso, y pensando en nosotros dos, me pregunto: ¿Para qué voy a escribirla? Si tú ya eres para mí esa letra, esa canción y ese amor, los tres juntos. Y los mejores del mundo. Tú y yo, querida mía, la hemos ido escribiendo con la vida. Nuestra letra es letra de mujer y de hombre, letra que hemos cantado, que cantamos aún y cantaremos al son de nuestra vida en común. Y mientras hemos ido abriendo nuestro camino, hemos ido tejiendo día a día el canto que crece con nosotros mismos. Y así, el amor, como el poema, ha madurado entre nuestras manos. Su forma la constituyen las estrofas y los versos humanos: trabajos, desazones, alegrías. Y su tema es la misma vida vivida con cariño, dignidad y respeto a la libertad de cada uno. De este modo, cuando nos bese la última noche con su beso final, habremos cerrado con broche de oro el collar de nuestra existencia.
De ti habrá sido la vela. De mí, el timón de la nave. Y de Dios el viento justo que hizo posible la estela de nuestro barco. Ésta es la buena canción, la mejor de nuestra vida, la de la lucha común entre el andamio de los días y los latidos de dos corazones que han latido y siguen latiendo acompasada y sincronizadamente. Y esta es la carta que te has encontrado al volver de la compra. Carta de amor y de vida. Porque en definitiva todo es vivir y hacer de la diaria existencia un canto de amor compartido, de trabajo, el mío casi insignificante y el tuyo, inmenso, impagable, dentro de casa y fuera de ella, haciendo la compra y todas esas pequeñas cosas que hacen que mi vida sea grande y muchas veces feliz. Gracias por todo ello, querida mía.

1 comentario:

  1. que buena amigo creo que si a sido la mejor cancion pero deberias poner, donde descargar musica de tu blog para asi tener mas facilidad para todo que dices? no te parece una buena idea saludos!

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