sábado, 26 de junio de 2010

EL POEMA DEL MES

Arcillas sin alma





Cuando estemos en horas bajas, nada
es mejor que abrazarse a la memoria
y volver a ser Fanfanes invencibles,
señores de las tejas y aventuras,
de pasillos arcanos
donde esperan aún las bicicletas
y los viejos paraguas, arsenales
de increíbles saetas.

Si olvidamos el dial de la memoria,
si ponemos candados a las cajas de cromos,
si rompemos las fotos, los discos de vinilo,
las cumbias enlazadas a otros cuerpos,
las cartas perfumadas...,
¿qué miradas ignotas
veremos en el frío
cristal de nuestro espejo?,
¿qué ademanes sin gracia
florecerán en nuestras manos?

Ya no seremos más
el hombre o la mujer
que habitamos un día. Ni tendremos
el olor peculiar de nuestra piel,
los tics de nuestros gestos.

Bajaremos, autómatas,
a la calle y al día
y ya no entenderemos por qué llora
un niño al que se le ha perdido un cromo,
por qué una madre ríe
al oír la primera palabra de su hijo,
por qué se abrazan dos enamorados
o por qué se transforma en esperanza
una carta que alienta en el buzón...

Miraremos las cosas sin quererlas,
moriremos sin sueños,
sin un placer pequeño que acunar en la carne.


Nos habremos convertido de repente
en arcillas sin alma condenadas
a no llegar jamás al paraíso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario