Me callo. Que hable aquel tiempo,
Que hablen aquellas mañanas
en que la Virgen salía
de la iglesia de la infancia.
Las Dueñas, el manto verde
bordado de estrellas blancas
y las tres hileras negras
de las hermanas calladas,
portando todas tulipas
y en los ojos una lágrima.
El Puente se lleva el paso
dejando atrás mi fiel plaza…
Me callo. Que hable aquel tiempo
de las santas Esperanzas.
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