martes, 8 de noviembre de 2011

Claves de la poesía barroca española


CLAVES DE LA POESÍA BARROCA ESPAÑOLA
En la poesía barroca se dan dos tendencias:

• El culteranismo, cuyo máximo representante es Góngora, cultiva más la forma que el contenido, pretendiendo crear un mundo de belleza basado en impresiones sensoriales (luz, color, sonido…) y un lenguaje retorcido y cultista, con abundancia de metáforas, cultismos, hipérbatos, paronomasias, o alusiones escondidas a la mitología grecolatina. Villamediana, Soto de Rojas o Bocángel son poetas culteranos seguidores de Góngora.



• El conceptismo, cuyo máximo exponente es Quevedo, prefiere el sentido o concepto de las palabras a su significante (aunque sin renunciar del todo a los juegos de este último) para impresionar la inteligencia del lector. También se vale de abundantes recursos expresivos, como metáforas ingeniosas, juegos de palabras que adquieren significados distintos, antítesis, hipérboles, etc. Otro poeta conceptista es Fernández de Andrada, de quien son los siguientes versos, pertenecientes a su Epístola moral a Fabio:


Fabio, las esperanzas cortesanas
prisiones son do el ambicioso muere,
y donde al más astuto nacen canas;
el que no las limare o las rompiere,
ni el nombre de varón ha merecido,
ni subir al honor que pretendiere.
El ánimo plebeyo y abatido
procura, en sus intentos temeroso,
antes estar suspenso que caído;
que el corazón entero y generoso,
al caso adverso inclinará la frente,
antes que la rodilla al poderoso.
Más coronas, más triunfos dio al prudente
que supo retirarse, la fortuna,
que al que esperó obstinado y locamente.
Esta invasión terrible e importuna
de contrarios sucesos nos espera
desde el primer sollozo de la cuna;
dejémosla pasar como a la fiera
corriente del gran Betis, cuando airado
dilata hasta los montes la ribera…”








La poesía culterana. Góngora

Vida

Luis de Góngora y Argote (1561-1627), enemigo acérrimo de Quevedo, con quien mantuvo una guerra literaria sin cuartel, nació en Córdoba en el seno de una familia con bienes. En Salamanca estudió derecho y adquirió conocimientos de varios idiomas. En 1585 fue nombrado racionero de la catedral de Córdoba por intercesión de un tío suyo. Llevó una existencia alejada de la seriedad eclesiástica. Sus problemas económicos y su ambición personal le llevaron en 1617 a buscar de nuevo la ayuda de su pariente para conseguir el puesto de capellán real en la Corte de Felipe III, en Madrid. Y aunque se ordenó sacerdote a los 53 años, su afición al juego y al buen vivir le hicieron incurrir en la humillación y la mentira. Lleno de deudas, regresó a Córdoba donde murió.

Obra

La producción poética de Góngora la podemos dividir en tres grupos:
• Lírica inspirada en la corriente popular y tradicional española y escrita con un lenguaje sencillo. Está representada por letrillas y romances. Entre las letrillas destacan las que empiezan “La más bella niña de nuestro lugar”, “Ande yo caliente y ríase la gente”, “Cuando pitos, flautas, y cuando flautas, pitos” …Entre los romances (que suelen tratar temas moriscos, caballerescos, pastoriles o burlescos) sobresalen el Romance de Angélica y Medoro, Entre los sueltos caballos, o el del Cautivo (“Amarrado al duro banco / de una galera turquesca/ ambas manos en el remo / y ambos ojos en la tierra…”)

• Los sonetos, de estilo algo más complejo que el de las letrillas y romances (abundancia de recursos expresivos) contienen temas relacionados con su vida, personajes de la época, ciudades y monumentos, aunque son más celebrados los amorosos, en especial los que comienzan “La dulce boca que a gustar convida”, “Mientras por competir con tu cabello”, “Suspiros tristes, lágrimas cansadas”.

La poesía culterana, la más compleja y cultivada especialmente en su última etapa, está representada por dos obras: la Fábula de Polifemo y Galatea ( en 63 octavas reales el poeta narra el amor que siente el cíclope Polifemo por la ninfa Galatea, cuyo corazón, sin embargo, pertenece al pastor Acis, que no puede evitar morir aplastado por un gran peñasco que le arroja el celoso cíclope..
He aquí una muestra:
“De este, pues, formidable de la tierra
bostezo el melancólico vacío,
a Polifemo, horror de aquella sierra,
bárbara choza es, albergue umbrío
y redil espacioso donde encierra
cuanto las cumbres ásperas cabrío
de los montes esconde: copia bella
que un silbo pinta y un peñasco sella.”


• La segunda obra culterana se titula las Soledades, una especie de canto a la naturaleza (mares, playas, ríos, bosques, montes…) escrito en silvas, que iba a constar en un principio de cuatro partes (juventud, adolescencia, madurez y senectud), de las cuales sólo logró escribir el poeta la primera y parte de la segunda. En ellas un náufrago llega a una playa donde le dan asilo unos pastores; vive con ellos escenas de bodas, de pesca, juegos atléticos…

Estilo

Góngora emplea un lenguaje muy difícil cuajado de cultismos léxicos (“flamígero”, “rutilante”, “caliginoso”…), sintácticos (a veces adelantando el complemento al nombre que complementa: “de este pues formidable de la tierra bostezo”; otras, colocando el verbo al final de la oración: “los bueyes a su albergue reducía”) y semánticos (“aplauso”, “lascivo”…). En otras ocasiones lo recarga de los más variados recursos expresivos, como perífrasis: “donde espumoso el mar sicilïano” (el Mediterráneo); abundantes y atrevidas metáforas: el freno de oro, bostezo de la tierra, un monte de miembros, cuna dorada, “erizo es el zurrón de la castaña”…; hipérbatos retorcidos hasta la exageración (en la octava real del margen tenemos palpables ejemplos): “estas que me dictó rimas sonoras,/ culta sí, aunque bucólica, Talía” (Estas rimas que Talía –culta pese a ser campesina- me dictó); aliteraciones: “infame turba de nocturnas aves”; alusiones mitológicas: Polifemo, Galatea, Acis, Vulcano, Leteo, Musas, Fama, Tifeo, Hero, Leandro, Orfeo y un largo etcétera.

Te propongo la lectura de dos composiciones de Góngora, representante máximo del Culteranismo español: un soneto y un romance. El primero está escrito con el lenguaje y el estilo de la segunda etapa del poeta cordobés, algo más complicado que el de las letrillas y romances de la primera etapa, aunque no es todavía el recargado y casi hermético de la etapa culterana en la que destacan la Fábula de Polifemo y las Soledades. El romance es uno de los más conocidos del poeta.



I.
“Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido el sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

Mientras a cada labio por cogello, 5
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada 10
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente,
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”



II
“Amarrado al duro banco
de una galera turquesca,
ambas manos en el remo
y ambos ojos en la tierra,
un forzado de Dragut, 5
en la playa de Marbella,
se quejaba al ronco son
del remo y de la cadena:
“¡Oh sagrado mar de España,
famosa playa y serena, 10
teatro donde se han hecho
cien mil navales tragedias!
Pues eres tú el mismo mar
que con tus crecientes besas
las murallas de mi patria, 15
coronadas y soberbias,
tráeme nuevas de mi esposa,
y dime si han sido ciertas
las lágrimas y subiros
que me dice por sus letras; 20
porque si es verdad que llora
mi cautiverio en tu arena,
bien puedes al mar del sur
vencer en lucientes perlas.
Dame ya, sagrado mar, 25
a mis demandas respuesta,
que bien puedes, si es verdad
que las aguas tienen lengua.
Pero, pues no me respondes,
sin duda alguna que es muerta; 30
aunque no lo debe ser,
pues que yo vivo en su ausencia.
¡Pues he vivido diez años
sin libertad y sin ella,
siempre al remo condenado, 35
a nadie matarán penas!”
En esto se descubrieron
de la religión seis velas,
y el cómitre mandó usar
al forzado de su fuerza.” 40





Actividades

a) Expón en prosa el contenido del soneto y enuncia la idea principal del mismo.

b) Explica el tópico literario presente en él.

c) ¿Qué elementos de la mujer se describen y con qué otros términos se relacionan?

d) ¿Qué recurso constituye el adverbio “mientras” y qué aporta al contenido del soneto?

e) ¿Qué otras figuras retóricas localizas en él? Explícalas.

f) ¿A quién se dirige el forzado en texto II y qué le pide?

g) Explica los recursos expresivos presentes en él.

h) Distingue las partes narrativas, descriptivas y dramáticas del texto.

i) Escribe los esquemas estróficos de los dos poemas.

j) Averigua quién es el Dragut del verso 5 y el “cómitre” del penúltimo.

k) Escribe en prosa el contenido de la octava real de Góngora de la unidad.




La poesía conceptista. Quevedo

Vida

Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645), rival literario de Góngora, con el que mantuvo una acérrima disputa durante toda su vida, nació en Madrid en el seno de una familia que trabajaba en la Corte. Hizo sus primeros estudios con los jesuitas en Madrid y luego cursó Humanidades, Lenguas modernas y Filosofía en la universidad de Alcalá de Henares. Finalmente, estudió Teología en la de Valladolid. Llegó a ser secretario real y estuvo en Italia como consejero del duque de Osuna en un tiempo de zozobras e inseguridades para su persona. Aunque contrajo matrimonio a los 54 años, su vocación de casado era nula y al poco tiempo se separó. Su afición a las intrigas palaciegas le llevaron a la cárcel en más de una ocasión; la más dura (5 años) la pasó en el convento de San Marcos de Léon. Al salir de la prisión, su salud quedó tan menguada que, tras una estancia de confinamiento en la Torre de Juan Abad, de su propiedad, acabó de morir en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real).



Obra poética

En tres grupos podemos dividir la inmensa producción poética de Quevedo:
• Poesías amorosas, entre las que destacan muchos romances, letrillas y sonetos dedicados a damas ocultas bajo nombres clásicos, como Lisi, Lisis o Liseida, nombre que encubre a Luisa de la Cerda, de quien estuvo enamorado; otros ejemplos: A Dori, A Flora o A Aminta, que se cubrió los ojos con la mano, cuyos primeros versos dicen: “Lo que me quita en fuego me da en nieve / la mano que tus ojos me recata”. Dámaso Alonso, gran conocedor de la poesía de Quevedo, dice de él que “es el más alto poeta de amor de la literatura española”. Precisamente, así define este sentimiento nuestro poeta: “Es hielo abrasador, es fuego helado, / es herida que duele y no se siente”

• Poesías sentenciosas y morales, entre las cuales sobresalen sátiras, sonetos y otras composiciones de tono moral, sagrado, fúnebre, político… Algunos títulos son: A Cristo resucitado, Al mal gobierno de Felipe IV, Enseña cómo todas las cosas avisan de la muerte o Desde la torre: “Retirado en la paz de estos desiertos, / con pocos pero doctos libros juntos, / vivo en conversación con los difuntos / y escucho con mis ojos a los muertos…”

• Poesías festivas, entre las que destacan letrillas, canciones, epitafios, sonetos, jácaras…, donde se denuncian o atacan defectos físicos y morales y costumbres licenciosas; otras veces son simples juegos verbales. Muestras de lo que decimos son las tituladas Poderoso caballero es don dinero, Contra don Luis de Góngora (“Y para adelante digo / que te enmiendes de tus cargos, / y pues eres manicorto, / no seas lengüilargo”), Mujer puntiaguda con enaguas, Al ruiseñor o, la más famosa aún, A una nariz, que empieza: “Érase un hombre a una nariz pegado, /érase una nariz superlativa…”

Estilo

Quevedo emplea un lenguaje especial que convierte el verso en una expresión rápida y densa de sentido a la vez. La construcción sintáctica es nerviosa y el vocabulario expresivo y rico, y cuando quiere y la expresión lo necesita inventa neologismos (archipobre, protomiseria). Y si hablamos de figuras retóricas, en sus versos encontramos una amplia representación: antítesis (“si un tiempo fuertes, ya desmoronados”), expresiones de doble o múltiple sentido (“en breve cárcel traigo aprisionado”), imágenes inusuales (“traigo el campo que pacen estrellado / las fieras altas de la piel luciente”), metáforas esplendorosas que unas veces embellecen (“relámpagos de risas carmesíes”) y otras deforman la realidad (“la fortuna mis tiempos ha mordido”), empleo especial de las formas de algunos verbos (“soy un fue, y un será, y un es cansado”). Paradojas, hipérboles y juegos de palabras conceptistas que a veces se interrelacionan entre sí.
Te propongo la lectura de tres composiciones quevedianas, pertenecientes a los tres tipos de poesías que preferentemente cultivó el poeta. La primera es un intento de definir algo tan indefinible como el amor. La segunda, escrita un par de años antes de su muerte, refleja la situación de ruina de todo cuanto rodea al poeta y de su propia persona. La tercera es un juego metafórico que define a un ruiseñor.






I.
“Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado, 5
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo; 10
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!”



II.
“Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo, vi que el sol bebía 5
los arroyos de hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa; vi que, amancillada,
de anciana habitación era despojos; 10
mi báculo, más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada.
Y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.”



III.
“Flor con voz, volante flor,
silbo alado, voz pintada,
vida de pluma animada
y ramillete cantor.
Di, átomo volador,
florido acento de pluma,
bella organizada suma
de lo hermoso y lo süave,
¿cómo cabe en sola un ave
cuanto el contrapunto suma?”


Actividades

a) Explica las definiciones de amor que se recogen en el primer texto.

b) ¿Quién es el niño Amor de los últimos versos? ¿Cómo lo retrata Quevedo?

c) ¿De qué tipo de oración se vale el poeta para escribir las definiciones del amor? ¿Qué tipo de recurso expresivo forma el verbo?

d) Explica las paradojas y las antítesis del texto. ¿En qué se diferencian?

e) ¿Con qué valor se emplean “bien” y “mal”?

f) ¿Además de antítesis, qué otra figura existe en los versos 4 y 5?

g) ¿Qué tipos de composiciones son los dos primeros textos? Escribe sus esquemas métricos.

h) ¿Qué valor tiene para Quevedo la “patria” del primer verso del segundo texto?

i) Señala la estructura interna del poema y explica la manera como el poeta ha ordenado sus partes.

j) Analiza los recursos expresivos empleados.

k) Indica qué tiempo verbal es el más utilizado en el texto y cuál es la razón de que sea así.

l) Explica las metáforas del tercer texto y los recursos expresivos contenidos en los dos últimos versos.

m) ¿Qué tipo de estrofa forma? Escribe su esquema métrico.

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