Homenaje a Van Gogh
Catorce girasoles amarillos,
como catorce versos de un soneto
dedicado a cantar los altos brillos
que tiene la belleza de un secreto.
La luz solar estalla en el jarrón
y baila en las semillas de las flores.
La amistad de un sufrido corazón
se deshace voraz en los colores
que ascienden hasta el rojo sin descanso.
Sólo un alma intranquila entiende al río
salvaje que infeliz busca el remanso
tras el reflejo ardiente del estío.
Una linea azulada sella el cielo
de esta muestra de mágica amistad.
Girasoles que emprenden alto vuelo
para besar la luz de la verdad.
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