miércoles, 27 de julio de 2011

Versos de antaño


Un corazón en la alfombra
(continuación)


UNA VOZ
¡Y las que faltan por ver!
FRAILE DOS
(Reparando en un estatua negra y desagradable del rincón derecho.)
¿Has sido tú, cara fea,
La que ha dicho esa sandez?
UNA VOZ
Ha sido el alma traviesa
Del dueño de este chalé.
FRAILE DOS
(Asombrado.)
¿Alma traviesa? ¡Qué fiesta!
¿Y esta casona un chalé?
¿Estás de broma, quien seas?
¿O eres un disco tal vez?
(Ríe a mandíbula batiente.)
UNA VOZ
Cierra otra vez la madera
Y verás mi gran poder.
FRAILE DOS
(Obedeciendo.)
Como quieras, voz secreta.
Ya la tienes. Prueba, a ver.
(Silencio. Pausa.)
¿Por qué no hablas, quimera?
¿Tienes miedo de mi ser?
Vamos, maldita, contesta…
(De nuevo la luz viene a su encuentro.)
¿Aquella luz otra vez?
(Pausa.)
¿Qué me ocurre? ¡Mi cabeza!
¡Todo lo veo al revés!
UNA VOZ
Duerme, gran profanador.
Duerme y sufre mi dolor.
(Silencio. Pausa.)
FRAILE DOS
(Despertando.)
Esto es más negro que un túnel.
FRAILE UNO
Me falta respiración.
FRAILE TRES
Alguien actúa de gato
Y nosotros de ratón.
FRAILE UNO
Yo quiero salir de aquí,
Y olvidar el corazón.
FRAILE DOS
Un poco de paz, hermanos,
Hemos de usar la razón.
Primero ver el problema
Y luego la solución.
FRAILE TRES
El problema está en saber
En qué lugar nos hallamos,
Aunque creo comprender
Que en alto lugar estamos.
FRAILE DOS
Cada uno que recorra
La pared que hay a su lado;
Así es posible que hallemos
La salida de este cuarto.
(Empiezan a moverse.)
Desde luego por el ruido
Que efectúan los zapatos,
Estamos en el desván
O en la habitación de abajo.
Venga, pues, y revisemos
Los muros con gran cuidado.
Vosotros dos por la izquierda
Y yo por este otro lado.
Avisad cuando encontréis
En la pared cualquier vano
O algún saliente en el piso
Para enseguida explorarlo.
Emeterio, ¿y la linterna?
¿Se te extravió en el rapto?
FRAILE DOS
No. Conseguí ocultarla
Entre los pliegues del hábito.
FRAILE UNO
¡Y tonto que parecía
El día que lo compramos!
FRAILE TRES
Sácala, pues de una vez
Y penetra las penumbras.
Parece que estoy metido
De por vida en una tumba.
FRAILE DOS
Eh, mirad qué forma tiene
El techo de esta prisión.
FRAILE TRES
Si avanzas un poco, nene,
Te darás un coscorrón.
FRAILE UNO
Está inclinado este techo
Hasta morir en el piso.
FRAILE TRES
Seguramente Dios quiso
Que no encontrara aquí el lecho
Donde morirme deshecho
El cráneo o el corazón.
La suerte nos acompaña:
No hay en el suelo de España
Tres frailes con mejor suerte.
(Pausa.)
Pero no hablemos muy fuerte
Que habitación tan extraña
Puede que encierre la muerte.
Ejemplo: ved estos muros.
FRAILE UNO
No hay un solo ventanal,
Los ladrillos están duros,
Y las baldosas igual.
FRAILE TRES
Sin duda vivos estamos
Aunque palpando la muerte.
De esta cárcel no escapamos.
FRAILE DOS
Mira, hermano, quiero serte
Sincero, ahora que puedo:
Tengo metido en el dedo
Algo que puede dolerte.
FRAILE UNO
Es una aguja.
FRAILE TRES
¿Qué esperas?
¿Quejarte tú sin dolor
Mientras se clava en mis venas?
Tiene gracia en tal momento
Venir aquí con pamemas.
Pero dame,puede usarse
Para abrir una gran brecha.
FRAILE DOS
No será en esta pared
Que está de ladrillos hecha.
FRAILE UNO
Hombre, no, en la indumentaria
Para escaparse por ella
(Riendo a carcajada limpia.)
FRAILE TRES
Nos estamos despistando.
Dejemos la aguja esa.
Lo que importa es que hay que dar
Salida a esta trampa ciega.
(Tantea en la pared.)
No hay nada: ni un solo palo,
Ni un saliente, ni una cuerda…
FRAILE DOS
(Enfocando con la linterna.)
Fijaos en ese gancho
Que enfoca mi fiel linterna.
FRAILE TRES
Puede servir. Voy a ver…
(Forcejea con el gancho.)
No puedo. No tengo fuerzas.
FRAILE UNO
Alzadme un poco. Veré
Si lo puedo sacar fuera.
FRAILE TRES
Me rompería aguantando
Sobre mí a una ballena.
FRAILE DOS
No es tiempo, hermano, de bromas.
El asunto va de veras.
(A FRAILE UNO.)
Vamos, te sostendremos.
(Ambos lo aúpan.)
¡Uf!, es verdad. ¡Cuánto pesas!
Hazlo pronto. ¡Tira fuerte!
FRAILE UNO
Ya. ¡Se mueve a la derecha!
FRAILE TRES
Hermanos, ¿habéis oído
Ese ruido? ¡Una puerta!
Allí, en el rincón derecho.
FRAILE DOS
(Enfocando con la linterna.)
Es verdad. ¡Vaya sorpresa!

(Van hacia la puerta dejando caer al suelo a FRAILE UNO.)
FRAILE UNO
(Palpándose la frente.)
Gracias por haber tenido
Esa memorable idea
Y haberme dejado a solas
Con mi dolor de cabeza.
(Se levanta y se acerca a ellos.)
FRAILE TRES
(A FRAILE DOS.)
Enfoca aquí la linterna
Para que podamos ver
Lo que oculta esa penumbra.
(FRAILE DOS obedece.)
¿Qué es eso que ahí se ve
En el brocal de ese pozo.
FRAILE UNO
A mí me parece ver
Un simple un jirón de tela.
FRAILE DOS.
¿Dices tela? Ja, eso es piel
Humana que secó el tiempo.
¿Quién quiere el primero ser
En bajar a esos infiernos?
FRAILE TRES
Yo no; prefiero tener
Un temor digno aquí arriba
Que ahí abajo perder
Lo que me queda de vida.
FRAILE DOS
(A FRAILE UNO.)
¿Y tú qué quieres hacer?
(Enfocando la linterna en el pozo.)
Aquí veo una escalera
Que puede sernos tal vez
Llave de la libertad.
FRAILE UNO
(Se asoma.)
Si libertad eso es,
Podríamos intentarlo.
FRAILE DOS.
Podríamos. ¿Bajas, pues?
FRAILE UNO
Creo que no. Tú primero.
Y luego espérame abajo.
Tú siempre fuiste altanero
E hiciste el peor trabajo.
FRAILE DOS
De acuerdo. Lanza hacia abajo
El foco de la linterna.
(Al FRAILE TRES.)
Hasta después, cobardica,
Reza al miedo lo que sepas,
Que Dios solamente escucha
Al que jamás se amedrenta.
(Desaparece en el pozo.)
FRAILE TRES
Esperadme, que ya voy.
No quiero quedarme fuera
De esta aventura que ofrece
A los tres tantas riquezas.
(Entra también por el pozo.)
El triunfo es nuestro si Dios
Nos acompaña en la empresa
De encontrar el corazón
Que este caserón encierra.
FRAILE UNO
Ahora voy yo. Lanza aquí
El foco de la linterna.
Menuda aventura, hermanos,
Ya parece una leyenda
Que los frailes del convento
A gente futura cuentan.

(Pausa. Los tres frailes están abajo, en algo que parece un coredor.)
FRAILE TRES
Han tropezado mis pies
Con algo. ¿Acaso un balón?
Enfoca aquí la linterna.
Voy a marcar un gran gol.
(Da un puntapié al objeto mientras la luz de la linterna lo enfoca durante un segundo antes de desaparecer haciendo un ruido infernal.)
¡Es un cráneo, Dios bendito!
FRAILE DOS
¡Dios bendito, hay otros dos!
Con esqueletos topamos.
FRAILE UNO
¡Y con un horrible hedor!
(Se echa a temblar de miedo.)
FRAILE DOS
Parece que tiemblas, hombre,
Mientras te arrimas a mí.
Mas este hedor no te asombre,
Que cuando quede tu nombre
Sobre una losa, de ti
Sólo quedará el hedor
Rezumando alrededor
De tu tumba como aquí.
FRAILE UNO
Gracias por darme tus ánimos,
Pero no acierto a poner,
Como cuando se camina,
Un pie después de otro pie.
FRAILE DOS
Pues es bien fácil. Un niño
Que apenas es un bebé
Aprende solito a dar
Un paso y otro después.

(De repente suena una VOZ en las tinieblas del fondo del corredor.)
VOZ
¿Frailes en mi corredor?
FRAILE DOS
(Asombrado.)
Frailes. Tres frailes, señor,
Y al que diga lo contrario
Le hago rezar un rosario,
Y si no, tres, que es mejor.
FRAILE UNO
(Sin poderse mover de miedo.)
Hemos contestado ya.
Ahora le toca a usted.

(Se hace una luz azul al fondo y se ve un féretro. Se alza la tapa
Y sale de él un hombre cubierto con una sábana.)
VOZ
Con mucho gusto. Pregunten
Mas antes arrojaré
Mis odios lejos de aquí
Y a los tres respetaré.
(Ríe.)
Vengan conmigo, que en otro
Lugar les explicaré
Todo cuanto han visto aquí
Y que fue mi hogar ayer.
(Abre una puerta y entran en una habitación iluminada y con una mesa dispuesta con alimentos y bebidas.)
Aquí podrán descansar,
Saciar su hambre y su sed.
Sientense. Puedo decirles
Que acaban hoy de nacer.
(Se sientan a la mesa.)
FRAILE UNO
¿No querrá usté asesinarnos
De manera menos fuerte?
VOZ
Ahora ya no. Desde hoy
Son los frailes de la suerte.
(Les llena las tres copas que tienen delante.)
Beban, pues, hermanos, beban.
FRAILE DOS
¿Bebiendo nos dará muerte?
VOZ
¿Cómo tengo que decirles
Que son hijos de la suerte?
Si no quieren beber, coman
Para que se pongan fuertes.
Y luego quiero explicarles
Lo que los tres saber quieren.
FRAILE TRES
(Coge su copa para hacer un brindis.)
Que todos tengan salud
Y la verdad reine sobre
La mentira, y que la cruz
Desparezca del pobre.
(Todos asienten y beben.)
FRAILE UNO
(Más animado.)
¿Vive usted solo en la casa?
VOZ
No vive nadie conmigo.
Me acompañan los recuerdos
Que me sirven de cobijo.
FRAILE TRES
¿Y esa luz tan misteriosa
Que aparecía en mil sitios?
VOZ
Nada especial: simple truco
Camuflado en cien rodillos
Que a la luz clara del día
Se ven los dispositivos.
Un falso techo, un portátil
Y unos mandos dirigidos.
FRAILE DOS
¿Qué nos dice de los huesos?
VOZ
¿De los huesos? Muy sencillo:
Son de cera. Los compré
En un viejo mercadillo.
FRAILE UNO
¿Y el hedor? ¿También es broma?
Es el olor de un minino
Que encontré muerto en el patio
Al que arrojó algún vecino.
(Pausa.)
Como ven la explicación
La comprende hasta un chiquillo.
FRAILE TRES
Entonces, ¿qué le ha empujado
A montar tanto truquillo?
VOZ
Proteger mi propiedad
Contra banqueros y pillos
Que sólo quieren llenar
Con mi casa sus bolsillos.
FRAILE UNO
(Decepcionado.)
Así que lo de la alfombra
Y el corazón dibujado
Ha sido soló una sombra
Para engañar al osado.
VOZ
Algo así.
(Les señala la puerta.)
Con su permiso,
Regreso a mis aposentos.
Y que les sirva de aviso
Los anteriores momentos.

Era ya de día cuando
Los tres frailes caminaban
De regreso a su convento
Olvidando aquella casa.
FIN

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