El poema de este mes no podía ser otro que el que escribí para celebrar nuestra reunión de cada año en torno al hermano mayor en su nuevo cumpleaños. Que aproveche.
El nido bien arriba
Para Nato:
Para Nato:
un año menos, un año más.
Ni nada es como siempre ni todo es como antaño;
ni tan sabios los ojos ni tan vivas las manos.
Vamos envejeciendo y hemos andado tanto,
que nuestras mentes viven a veces del pasado:
de ilusiones perdidas, de caminos errados,
de olvidados membrillos, de pálidos retratos.
Y no es verdad.
Ni nada es como siempre ni todo es como antaño;
ni tan sabios los ojos ni tan vivas las manos.
Vamos envejeciendo y hemos andado tanto,
que nuestras mentes viven a veces del pasado:
de ilusiones perdidas, de caminos errados,
de olvidados membrillos, de pálidos retratos.
Y no es verdad.
Aún somos los que fuimos. Y amamos,
y abrimos todavía baúles y veranos.
Porque vamos creciendo con la fuerza del árbol,
que aguanta los otoños, el hielo y los hachazos.
y abrimos todavía baúles y veranos.
Porque vamos creciendo con la fuerza del árbol,
que aguanta los otoños, el hielo y los hachazos.
Y cada primavera vivimos el milagro
de tener nuevas hojas de futuro en los brazos,
nuevas causas y soles para seguir andando
por la senda diaria de este bosque animado.
Porque lo nuestro es vida, savia, camino, canto,
sonrisas de bebé, ascensiones de andamio.
Lo nuestro es emular la vida del milano:
el nido bien arriba,
y el vuelo limpio y alto.
Caldetas, octubre 2010
Caldetas, octubre 2010
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