EL POEMA DEL MES

COMO LA FRUTA

Y lograrás también, como la fruta

bajo la ley del tiempo y de la espera,

como el vino sujeto a los rigores

y disciplina de la fiel bodega,

el justo azúcar y el calor exacto

que da la madurez con sus enmiendas,

sus tanteos y aciertos, poda y lluvia

que limpia y lava el árbol con su ciencia.

Y eso lleva a la dura vigilancia,

a sufrir y a luchar con las condenas

que unas veces te suben a las nubes

y otras siembran tu fe entre las miserias

de aquí abajo. Camino que labramos

de sol a sol, a solas y en la niebla.

Celebra entonces limpia, humanamente

la madurez que en tu interior se eleva

como una yedra fiel. ¿Tu alma? ¿El aire

que Dios nos manda a veces? ¿La conciencia

de mantenernos todavía asidos

a la cuerda del sueño, frágil cuerda?

Tal vez todo a la vez, secreto firme

que te hace discernir la voz sincera

de los ecos fingidos, el amor

revelador de la caricia buena

que deviene pasión sin norte, sexo,

sólo sexo sin seso, sexo a secas.

Tal vez todo a la vez, vino maduro

que en vez de emborrachar cura y alegra.

Celebra, pues, tu madurez de fruta

que ha llegado a su azúcar y a su fiesta

y se entrega a la boca de la vida

como el grano que asume fiel la siembra.