lunes, 30 de diciembre de 2013

CON MARAGALL A LOS SEPARATISTAS

Y vamos con el tercer y último comentario anunciado días atrás sobre la Consulta, esperando que con la llegada del nuevo año llegue al fin el seny catalán a los dirigentes políticos de la Generalitat.




                                                                III



Otra pregunta: ¿no habrá que buscar el origen de este problema, que parece desviarse más cada día que pasa de su necesaria y pronta solución, en el mal entendido nacionalismo catalán o sentimiento catalanista, como lo llama Maragall? Para nuestro poeta “lo característico de este sentimiento es el ser a la vez un amor y un desamor: un amor a Cataluña, que es desamor a Castilla (en el sentido de España castellana); siendo muy de tener en cuenta que el desamor es la levadura popular del catalanismo, lo más sentido por la masa, mientras que el amor activo de Cataluña es ya producto de un desarrollo de cultura y de un mayor refinamiento sentimental.” Eso afirma en su artículo escrito en castellano El sentimiento catalanista. Y ya antes había dicho algo que nos parece fundamental para entender lo que pasa, y es que “la dominación de lo que en término general se suele llamar el espíritu castellano, dejó un impulso de protesta y rebeldía; la remota diversidad de raza, una repulsión; la permanente diferencia de vida e intereses, un antagonismo; los desaciertos políticos, una desconsideración; el renacimiento literario particular, un orgullo de nacionalidad, y las recientes catástrofes, una alarma.”
Parece que Maragall, al afirmar lo que antecede, tiene en cuenta lo sucedido en la historia de España a lo largo de los siglos, en los que la rivalidad entre Cataluña y Castilla, que era la que históricamente regía los destinos de todos los rincones de España, cada uno con sus costumbres, tradiciones, fueros, lengua y literatura, saltaba a la menor circunstancia y era la primera que se rebelaba y desobedecía las leyes del Estado aliándose en ocasiones con estados extranjeros, Francia principalmente. Las guerras abiertas para sofocar las rebeliones de Cataluña contra el Gobierno central costaron muchísimo dinero y todo para conseguir abrir aún más las heridas entre los españoles de estas tierras y los españoles del resto de España.
Y si Castilla es pobre y Cataluña rica y Galicia es así y el País Vasco de otra manera, ha sido cosa de la naturaleza de cada rincón de España, y todos han de contribuir a que el Estado, que es de todos, avance y no muera por desidia de unos y segregacionismo de otros. Así pues, como dice Joan Maragall en el mismo ensayo, deben todos “hacer obra de vida para España, es recomponer una nueva España para el siglo nuevo.”
Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario