martes, 4 de octubre de 2011

De vista, de oídas, de leídas

"ZORRA" no es un insulto
Estos días está corriendo por los medios de comunicación la noticia de que un juez muy conocido en nuestro país decidió en una vista oral en el que se juzgaba a un hombre con antecedentes de maltratador que el haber llamado éste a su mujer "zorra" no era un insulto y por lo tanto no había en ello indicio de delito, sino la mera descripción de un animal astuto. Ahí queda eso.
El emplear los nombres de sufridos animales para calificar (insultar, la mayoría de las veces) a las personas, tanto hombres como mujeres viene de muy antiguo, sin bien los que se refieren a las mujeres son los más reprobables y a los que hay que combatir sin tregua.
Porque como todo el mundo sabe no es lo mismo llamar a un hombre "zorro" que a una mujer "zorra". En el primer caso al hombre se le está incluso felicitando por su inteligencia y astucia en el obrar. Mientras que en el segundo caso, a la mujer se la está tildando de prostituta o mujer pública.
Otros casos parecidos de machismo lingüístico son los siguientes:
Llamar "loro" a una mujer es calificarla de muy fea.
Llamarla "cotorra" es tacharla de parlanchina.
Si se la llama "víbora", se la está tildando de tener malas intenciones.

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