sábado, 5 de junio de 2021

ZAMORANOS QUE DEJAN HUELLA Herminio Ramos Pérez

 

Hoy inicio una sección dedicada a homenajear a unos cuantos zamoranos que conocí y que han dejado bien alto su nombre y el de Zamora (en otro lugar del blog dediqué un hueco importante a Claudio Rodríguez,el poeta de la ciudad). Es el momento de hablar de Herminio Ramos Pérez.

 

 Hace unos días descubrí por casualidad en una red social de poca monta la fotografía de la estatua de un viejo conocido y paisano mío, ubicada en un lugar emblemático de nuestra común ciudad del alma. Tanto la persona que representa la broncínea estatua de la foto como el arco arquitectónico que aparece detrás de ella, podría la primera representar a una persona desconocida, y, el segundo, ser un arco cualquiera de cualquier ciudad del mundo. 

Pero da la casualidad de que la estatua representa a una persona que hizo mucho por su ciudad, el arco, un paso urbano que tanto esa persona como yo y el resto de ciudadanos utilizaron y siguen utilizando en su vida diaria para llegar a una calle, un parque, un monumento o una iglesia particulares. La persona cuyo recuerdo u homenaje está detrás de esa estatua es Herminio Ramos Pérez, quien a sus 95 años ya ha pasado a la historia de Zamora. Nació en 1925 en La Tuda (“tuda”, cueva abierta en la falda de una montaña), localidad de la comarca de Sayago. Cronista oficial de Zamora, creó la Feria de la Cerámica y Alfarería popular de la ciudad y fue Concejal de Cultura de su Ayuntamiento y Delegado Provincial de Cultura. 


 

Además de ejercer en la Enseñanza desde 1947 a 1991, es autor de varios libros, entre los cuales destacan los siguientes: Historia de Zamora, San Pedro de la Nave, Cerámica popular de Zamora desaparecida, Incipit, Lira rota y Zamora artesana. En 2009 la ciudad le erigió una estatua como homenaje en la plaza de San Ildefonso, de pie, caminando eternamente en busca de un dato que tenga que ver con la historia inmortal del Ojito del Duero. En mi último viaje a la ciudad del alma, 2006, no pude ver lógicamente el bronce que lo eterniza ya en vida. Pero tengo bien presente mi relación con Herminio Ramos Pérez, al que, por mediación de unos entrañables amigos zamoranos, tuve la suerte de conocer personalmente en los años 90. Que viva usted muchos años más, don Herminio. Un abrazo desde Barcelona de un zamorano de la diáspora.

                                                       



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