" Entre Ava y Minerva" es un conjunto de textos, unos en prosa y otros en verso, relacionados con Tossa de Mar, lugar de mi preferencia al que identifico aquí con laa dos diosas que están siempre presentes en él, una diosa mortal, la actriz americana Ava Gardner, que en vida vivió en Tossa una experiencia humana y cinematográfica durante el rodaje de "Pandora y el holandés errante", película estrenada en 1951, dirigida por Albert Lewin y protagonizada, entre otros, por James Mason, Nigel Patrick y la propia Ava Gardner, cuya estatua de bronce domina la plaza dedicada a la actriz en la Vila Vella. Y la otra diosa de Tossa, ésta inmortal y mitológica, es Minerva, diosa romana de la sabiduría y las artes, protectora de Roma y patrona de los artesanos, y cuya estatua, broncínea también y obra de Marés, domina la bahía de Tossa desde su asentamiento, en una plazoleta del paseo de San Raimundo.
Dicho lo cual, he aquí los primeros textos de "Entre Ava y Ninerva".
Al leer en un parque infantil el letrero del Ayuntamiento pidiendo
responsabilidad a la gente para respetar el juego infantil
“Responsabilidad”:
la palabra más pedida,
pronunciada y repetida
en la maldita pandemia
que flagela nuestra edad.
Suena como una blasfemia
contra la pura verdad.
Pura magia del deseo
Ese momento en que las ramas inauguran
Los vuelos de mil pájaros
Y el alfanje del río pierde su dureza
Y acaricia los juncos de la orilla
Allá en el soto junto a las piedras
Volcadas del puente antiguo
Donde obró el obispo su milagro
Con el pez que se tragó su anillo.
Es el momento para que el niño vuelva
A ocupar el hueso del hombre que ahora soy
Pura magia del deseo de la nostalgia firme
Que nace de la almendra limpia y blanca
Sin religión ni pruebas.
Martes, 18 de mayo
Hoy, a la vista del día luminoso que había amanecido, pensábamos bajar a la playa a tomar el sol
y leer a la orilla del mar después de regresar de mi vuelta en bici matutina; pero la mañana se ha
estropeado de tal manera que nos hemos visto obligados a cambiar la playa por el paseo de todos
estos días, marcados por las nubes, cuando no por la lluvia, y el viento que se encarga de bajar la
sensación térmica. Y como hacía algún tiempo que no visitábamos a Ava Gardner en su romántica
placeta, hemos subido abrigados a la Vila Vella a ver cómo seguía en su soledad de bronce la diva
cinematográfica. La vista de la bahía azul desde su pedestal siempre constituye un confortable
remedio para el mal tiempo; además, los chillidos de los vencejos que vuelan alrededor de la
torre del Homenaje del recinto medieval para mí representan una vuelta inmediata a mi
adolescencia en la plaza de la iglesia del barrio natal y eso rejuvenece cada vez que lo veo mi
forma de ver las cosas hoy en día.
Pitosforos en flor
Y en los jardines
Los pitosforos en flor.
¿Qué más quieres, Tossa mía,
En este mayo traidor,
Que unos días sopla el viento
Y en otros no sale el sol?
Eterna ausencia
La muerte es una mano atroz y desalmada
que deshoja los pétalos más tiernos de las rosas
haciéndolos despojo de lo ausente.
La muerte al fin es eso: eterna ausencia
De mundos que tuvieron su presente,
vivieron y murieron. Aquí dentro
llevo el luto de la muerte de mi padre,
río oscuro que riega mi recuerdo,
que sigue abriendo en mí el cauce puro
de cálidos, profundos sentimientos.
(Poema hallado entre papeles antiguos que trata de la muerte de mi padre (hace ya que nos dejó 55 años, toda una vida)
La muerte es una mano atroz y desalmada
que deshoja los pétalos más tiernos de las rosas
haciéndolos despojo de lo ausente.
La muerte al fin es eso: eterna ausencia
De mundos que tuvieron su presente,
vivieron y murieron. Aquí dentro
llevo el luto de la muerte de mi padre,
río oscuro que riega mi recuerdo,
que sigue abriendo en mí el cauce puro
de cálidos, profundos sentimientos.
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