miércoles, 23 de septiembre de 2015

FOTOGRAFÍAS QUE HABLAN


DOS RECUERDOS EN UNO

De Canarias me traje este animal de frágil cerámica que adorna desde entonces el mantel de una mesa de jardín. Silueta de doméstico reptil reposa velas, ahora plataforma sin cárcel de unos frutos que un árbol del jardín dejó en herencia. ¡Con qué sencillez se conforma la memoria para eternizar dos momentos en uno: el de un viaje a la cuna del Teide y el de la entrega roja y dulce del madroño! Ahora están aquí, después de atravesar sus correspondientes distancias, abrazados en un presente inamovible.

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