viernes, 1 de diciembre de 2023

DELIBES Y EL CINE BASADO EN SUS NOVELAS (III)

 


              Existe un número considerable de películas basadas en otras tantas novelas de Delibes. Desde 1964 nueve obras del escritor vallisoletano han sido llevadas a la gran pantalla. Desde El Camino, de Ana Mariscal, que se hizo el año citado, hasta la última, Una pareja perfecta, basada en Diario de un jubilado, pasando por Retrato de familia, de Antonio Giménez Rico, director también de El disputado voto del señor Cayo o Las ratas. Igual que él, el director Antonio Mercero llegó a dirigir varias películas basadas en obras de nuestro autor; por ejemplo, La Guerra de papá, versión de El príncipe destronado, o El tesoro. Por su parte, Mario Camus dirigió una de las mejores películas del cine español, Los santos inocentes, basada en la novela del mismo nombre de Delibes. Mientras que La sombra del ciprés es alargada fue dirigida por Luis Alcoriza.

                Aquí trataremos en primer lugar de las películas que han salvado la prueba del tiempo y a las que se les ha otorgado mayor valoración artística, que son: El camino, Retrato de familia y Los santos inocentes, y a continuación trataremos del resto de películas por orden cronólogico de proyección en las pantallas, es decir, La guerra de papá, El disputado voto del señor Cayo, La sombra del ciprés es alargada, El tesoro, Las ratas y Una pareja perfecta.


               Empezamos, pues, por El camino que es, como hemos dicho, la primera novela de Delibes adaptada el cine por Ana Mariscal. Como afirma D. F. Arranz en su libro Las cien mejores películas sobre obras literarias españolas, “su adaptación al cine fue una arriesgada decisión de una directora poco convencional en nuestro cine como Ana Mariscal. No sólo por el hecho de ser una conocida actriz y una de las escasas directoras de nuestra cinematografía en esos años, sino también por atreverse a fundar la productora Bosco Films en 1952.” Y hablando de Ana Mariscal, es interesante recordar, además, que como fundadora de la Bosco Films, dirigió y produjo varias películas en los años cincuenta y sesenta (Segundo López, Con la vida hicieron fuego y La quiniela, en otras) y que, retirada del medio cinematográfico, reapareció en 1987 en el film de J. Aguirre El polizón de Ulises, dio clases de cine en distintos centros y colaboró con periódicos y revistas. Y como algo esencial, merecería ser considerarla la primera directora de cine español.

      Volviendo a la ficha técnica de El camino, película de 1964, en blanco y negro, deberíamos mencionar que su guión corrió a cargo de la propia Ana Mariscal y José Zamit, que la excelente fotografía del film es obra de Valentín Javier, esposo de la directora, y que gracias a ella, la cineasta retrata la vida cotidiana de un pequeño pueblo con sus miserias y necesidades, logrando entre otra cosas que los jóvenes protagonistas, como Maribel Martín o Juan Luis Galiardo, debutantes, “no desentonaran ante los grandes nombres femeninos que completan el reparto (los casos de Julia Caba Alba o Mary Delgado, por ejemplo).

      Redundando un poco en la figura de la malograda cineasta y en la dirección de su primera película, El camino, es necesario constatar que a pesar de ser entonces una película maldita en el sentido de haber obtenido escasas distribución y valoración crítica, consiguió realizar “una lograda adaptación de la novela de Delibes y una de las afortunadas muestras de realismo poético español”, según afirman A. Barahona y P. Bastias en su libro Las mentiras sobre el cine español (Royal Books, 1995). Atendiendo a la nota técnica que incluyen sus autores en la obra citada dentro del apartado Películas de equivalente categoría artística a las bien historiadas, se trata de una película coral con diversas historias paralelas que se cruzan entre sí, como la solterona (Maruchi Fresno, que interpreta el papel de la Guindilla menor) engañada por un calavera sin escrúpulos; el viejo maestro (José Orjas, que hace de don Moisés) al que le encuentran una novia como broma Daniel, Germán y Roque; la beata (Julia Caba Alba, que interpreta a la Guindilla mayor) que sorprende con una linterna la intimidad de las parejas en la oscuridad del campo; las fuerzas vivas del pueblo (Joaquín Roa. María Isbert...) que se valen de mil fórmulas para criticar las películas exhibidas en el improvisado cine local, y, especialmente, los tres niños (José Antonio Mejías, Ángel Díaz y Jesús Crespo, que encarnan a Daniel, el Mochuelo, Germán, el Tiñoso y Roque, el Moñigo, respectivamente), que se reúnen para hacer bromas con don Moisés o con el gato de las Guindillas y hurtar manzanas en la finca del Indiano, por ejemplo; sin contar con la relación de cariño entre Daniel y la Uca (papel encarnado por Maribel Martín), que está enamorada de él, con la emoción que respira la despedida de ambos al final del relato, o la trágica e inesperada muerte de Germán, elementos con que expresa Ana Mariscal con verdadero acierto la ternura y la tristeza melancólica de que está impregnada la novela de Delibes. La nota acaba con la expresión de sorpresa de los autores mencionados arriba ante el hecho de “ser necesario el fallecimiento de la directora para el pase televisivo de un film del mismo nivel artístico que la Tía Tula y muy superior a otros títulos del nuevo cine español.

                 


                  En Retrato de familia, film de 1976 adaptado de la novela de Delibes Mi idolatrado hijo Sisí y dirigido por Antonio Giménez Rico, la acción transcurre en una ciudad de Castilla, posiblemente Valladolid, en febrero de 1936, en un periodo de proceso electoral en el que el industrial Cecilio Rubes (encarnado por Antonio Ferrandis) se mantiene neutral, pero el ambiente sociopolítico que reina en el país le obliga a tomar partido. A todo esto hace su aparición Paulina (Mónica Randall), que es la amante de Cecilio y que además mantiene relaciones sexuales con Sisí, hijo del industrial (papel que interpreta Miguel Bosé). Estalla la guerra civil y todo se complica para los miembros de la familia Rubes.

      Delibes participa en el guión de la película como supervisor, junto a los titulares Giménez Rico y Samano, guión que tras un año de trabajo fue rechazado por la censura; por lo visto, había una escena excesivamente escabrosa que al ser suprimida en la segunda reescritura, el guión superó todos los trámites. La fotografía de la película corre a cargo de José Luis Alcaine y la música es de Carmelo Bernaola.

      La película refleja muy acertadamente la sociedad de la España del arranque de la guerra civil, donde dominan el poder asfixiante del caciquismo y los atentados anarquistas, uno de los cuales destroza el almacén del industrial Rubes (Antonio Ferrandis), que, sin embargo, aprovecha la ocasión para colarle a la compañía de seguros unos artículos que estaban defectuosos. Y respecto de la interpretación de sus actores, hay que señalar la del mencionado Antonio Ferrandis, que encarna excelentemente el papel de padre superprotector, y también la de Amparo Soler Leal, que hace de Adela, la madre de Sisí, callada y absolutamente negada por Cecilio Rubes, su marido. Una de las interpretaciones más flojas y difusas es la de Miguel Bosé, que interpreta el papel de Sisí sin pasión, cuando se trata de uno de los personajes que más influyen en el climax y desenlace de la película.

                  


                     La adaptación de Los santos inocentes, película de 1984, tuvo lugar en escenarios naturales de Extremadura con un más que holgado presupuesto y la dirección de Mario Camus, el cual expresó así la génesis de la película, con la presencia en ella incluso de algún actor importante, tras leer la obra de Miguel Delibes publicada por Planeta en 1981: “Cuando leí la novela tuve la impresión de que de ella podía salir una buena película. Ya había hablado con Paco Rabal sobre la posibilidad de que interpretara el papel de Azarías, pero temíamos que los derechos estuvieran ya vendidos. Cuando Julián Mateos vino a casa para pedir mi colaboración en un proyecto de teatro, le sugerí como contrapropuesta la posibilidad de adaptar esta obra. Julián la leyó y le gustó. Ante mi asombro, averiguó que los derechos cinematográficos estaban libres y los compró.” Y manos a la obra. Con ayuda de Antonio Larreta y Manuel Matji, Mario Camus trasladó al guión de la película el estilo vivo y descriptivo de Miguel Delibes, acoplando a él las analepsis que interrumpen la narración para contar los hechos del pasado de los principales personajes de la novela. Por ejemplo, el trato que da Iván, el señorito (personaje que encarna Juan Diego) a quienes trabajan para él en el cortijo, sobre todo Paco, el Bajo (Alfredo Landa), al que utiliza como rastreador animalizado en las cacerías; detalles que ayudan, entre otros, a convertir el film en modelo de cine social. El propio Miguel Delibes, que había retocado no pocos diálogos del guión, elogió los aciertos del director de la película en la adaptación de su novela y reconoció que “superaba en algunos aspectos lo que él había querido explicar en su texto.”

      Completan la ficha técnica del film en color y de 105 minutos de duración, la fotografía, que fue obra de Hans Burmann, y la música de Antón García Abril. Estructuralmente, la película se divide en cuatro partes tituladas con el nombre de sus personajes centrales: Quirce, Nieves, Paco, el Bajo, y Azarías, respetando la fórmula del flash-back. Siendo el primero de ellos, Quirce, el hijo mayor de Paco, el Bajo, quien mejor representa la sublevación de muchos campesinos de la época que sufrieron la esclavitud que les imponían los caciques que lograron finalmente librarse de la miserable situación campesina.

      La ficha artística muestra un excelente elenco de actrices y actores: Alfredo Landa (Paco, el Bajo), Paco Rabal (Azarías) Terele Pávez (Régula), Juan Diego (Señorito Iván), Mary Carrillo (Señora Marquesa), Maribel Martín (Señorita Miriam) Belén Ballesteros (Nieves) y Juan Sánchez (Quirce), de los cuales los dos primeros recibieron el premio de interpretación en el Festival de Cannes. Concluyendo, Los santos inocentes, pese a la dureza de muchos pasajes de la película, alcanzó tal éxito de público, que llegó a ocupar los primeros lugares de la lista de los filmes más taquilleros de todos los tiempos.



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