sábado, 7 de agosto de 2021

TRADICIONES Y LEYENDAS DE ZAMORA (I)

 


 En otro lugar de este blog hablé alguna vez de las tradiciones y leyendas de la ciudad natal. Hoy movido por la natural querencia de mis raíces, en medio de esta pandemia inmisericorde que me distancia aún más de mis paisanos, vuelvo a tratar de las tradiciones y leyendas que más me impresionaron de niño cuando, en la escuela del barrio en los días de lluvia y jornadas crudas del invierno, el maestro nos las contaba como él sabía hacerlo, inculcándono de paso el amor a todo lo que tuviera que ver con nuestra tierra.

 


LA VIRGEN DE LA HINIESTA

Cuenta la leyenda que allá por las postrimerías del siglo XIII el rey Sancho IV que se encontraba en la ciudad de Zamora a causa de unas fiebres altas que sufría, para matar el aburrimiento salió de caza con su halcón a un valle cercano donde abundaban las piezas. Estando en ello salió en vuelo una perdiz y a las primera de cambio, el Rey soltó su halcón para que la capturara. La perdiz, aterrorizada, fue a refugiarse a la espesura de una hiniesta. La regia comitiva siguió el vuelo del halcón y llegó hasta la retama donde la perdiz estaba recogida temblando de miedo.

La sorpresa del rey Sancho y sus acompañantes fue enorme cuando vieron que en la hiniesta y junto a la perdiz había una imagen de una Virgen a cuyo amparo, parece ser, se había acogido la perdiz.

Inmediatamente el Rey se postró ante tan milagrosa aparición y allí mismo  y en aquel instante prometió construir un santuario en el lugar que ocupaba el arbusto.

La imagen fue guardada en la iglesia de San Antolín de la ciudad de Zamora hasta que el santuario fuese construido.

El lugar del santuario fue repoblado con doce colonos,  dando así origen al pueblo de La Hiniesta. Desde entonces la cofradía de la Virgen de la Hiniesta realiza una visita a la Virgen de la Concha en su casa, que es la iglesia de San Antolín, cada año en Zamora en el día de San Marcos.

 


 

El santuario de la  Virgen de La Hiniesta conserva en su pórtico sur las huellas del gótico, y en el interior del templo aún pueden verse pinturas de la época.

Una curiosidad más: durante las tradicionales visitas del encuentro en Zamora, los alcaldes de ambas localidades se intercambian los bastones de mando.

(Inspirada en Mi libro de Zamora, de Luis Cortés Vázquez y otros textos)

1 comentario:

  1. Interesante como jugas con las letras cuando escribes Me ha gustado encontrarte Te dejo mis huellas en caso que quieras saber mas de mi saludoas desde el silencio del mar en Miami

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