sábado, 10 de abril de 2021

DÉCIMAS PARA ESTA COVIDA

 


 

 

EL HOY HERIDO


No hablemos de casos dados

porque del todo se han ido.

 Hablemos del hoy herido

que nos tiene confinados,

doloridos y olvidados.

Y también, aun siendo oscuro,

hablemos de ese futuro

que en el umbral nos espera,

y ojalá la primavera

nos traiga un mundo más puro.



 

PACIENCIA


Ya llegó la primavera,

y con ella la esperanza

de dejar la malandanza

de este dolor sin frontera.

Paciencia: el trigo y la era

volverán, y el corazón

latirá con la pasión

de una rosa abierta al viento.

Y de nuevo el sentimiento

hablará de redención.

 

 

POR LOS SANITARIOS


Brindo por los sanitarios

que arriesgan sus propias vidas

por salvar las más sumidas

en sus miedos solitarios.

Renuevan los diccionarios

de la generosidad

y ayudan a hacer verdad

la del buen samaritano:

Tender al otro la mano

sin buscar notoriedad.

 


 

HOY NO QUIERO ENVEJECER


Siempre creí que la vida

era lucha y esperanza;

y la vejez, enseñanza,

experiencia en la partida.

Y, aunque espero la vencida

de este largo atardecer,

a la vista del quehacer

del plantel que nos gobierna,

exclamo en mi rabia interna:

¡Hoy no quiero envejecer!

 

 


EL AMANECER


La vida sigue naciendo

en medio de este terror

que nos apoca el valor

que le estamos oponiendo.

Da gozo seguir oyendo

el llanto de un nuevo ser

que celebra su nacer

con un “¡Viva!” de reproche.

Cuanto más negra es la noche,

más brilla el amanecer.

 

 

EL ALMA DE SERVICIO


Jamás la Semana Santa

tuvo tamaña pasión

como la que el corazón

humano, a solas, aguanta.

Su propio dolor suplanta

con amor y sacrificio

para aliviar el suplicio

que padecen los demás.

El duelo se deja atrás:

el alma está de servicio.

 

 


HUMILDES PEONES


Cuando pase esta experiencia

de dolor que padecemos,

Finalmente aprenderemos

a tratarnos con prudencia,

a emplear más la paciencia

en todas nuestras acciones

y a abrirnos los corazones

para mejorar la vida.

En esta breve partida

somos humildes peones.


 

 SEGUIR ESPERANDO


Hay que seguir esperando

con resolución y afán

a que pase el Leviatán

que nos está devorando

tan deprisa y tan callando.

Andamiemos la paciencia

con madera de alta ciencia

y muestras de buen humor.

La esperanza es el motor

que mueve nuestra existencia.

 


 

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