jueves, 7 de agosto de 2008

LETRAS PARA EL OCIO

CUESTIONARIO DE PROUST

En un libro de Proust encontré unas preguntas (irrelevantes cuyas respuestas son siempre relevantes para conocer al que las responde) que me puse a contestar automáticamente, sin pensar demasiado las respuestas. Ahí van unas y otras. 1. ¿Qué ideas religiosas tiene? Las que me enseñaron mis padres con alguna aportación mía. 2. ¿De qué forma le afecta el espectáculo de la naturaleza? Depende de la estación; por ejemplo, el invierno me deprime; el otoño me prepara para la poesía; el verano estallo de luz y en primavera soy una nueva persona. 3. ¿Cómo se comporta en asuntos de mujeres, de dinero? Respecto a las mujeres, soy muy cohibido, pero cuando encuentro una con la que me encuentro bien, debo contenerme en ocasiones; y respecto al dinero, si me saca de apuros, es una ayuda; si me complica la vida, lo rechazo. 4. ¿Es rico, es pobre? Rico y pobre a la vez y que conste que no tiene nada que ver con el dinero. 5. ¿Cuál es su dieta alimenticia? Pescado a la plancha, verduras salteadas y fruta abundante. 6. ¿Cuál es su rutina cotidiana? Leer, pasear, hacer cosas que tienen que ver con mi profesión, vivir simplemente, sin grandes alardes. 7. ¿Qué vicios, qué debilidades tiene? Vicios, pocos, los veniales. En cuanto a debilidades, me conmuevo por lo más nimio y le doy vueltas a las cosas más de lo debido; así que exagero normalmente los problemas.



SOBRE EL MONTSENY

Guerau de Liost llamó al macizo del Montseny La montaña de amatistas, nombre que le había sugerido otro gran poeta, Josep Carner, en recuerdo de la explotación que los romanos habían hecho de las amatistas del Montseny. En el libro Liost efectúa una visión muy viva del Montseny, visión que es a la vez una lucha entre los sentidos y el sentimiento del poeta y la inteligencia, sabia fórmula donde el cerebro controla al corazón. De este modo, la montaña es contemplada como un bello espectáculo. En la poesía de Guerau de Liost, el Montseny tiene una presencia constante. En mi vida hubo también un momento en que el Montseny relampagueó en mi poesía. Fue en la época en que mis hijos eran aún pequeños y efectuábamos excursiones frecuentes a la montaña de amatistas. Sobre todo, un otoño en que los pequeños se dejaban enterrar por las mansas hojas de los hayedos muy cerca de Viladrau, precisamente la población en la que vivió Guerau de Liost. También algún invierno nos acercábamos toda la familia para pasar un fin de semana en Santa Fe. Recuerdo que un día de Reyes, tras comer en uno de aquellos restaurantes donde sirven carne a la brasa, iniciamos una ascensión al Turó de l'Home, trayendo como testimonio de la aventura un témpano de la cumbre atravesado en una rama de árbol.
Recuerdo ahora los versos del poeta catalán con que empieza su poema La fuente de San Marcial:
"Dios te guarde , caminante,
que el Montseny te regale
un poco de amor y de sentido."
En realidad, no me da ningún pudor aceptar que durante un tiempo me dio por leer y traducir algunos versos del poeta novecentista catalán, entre ellos los referidos al Montseny, ironía del destino.
"Por eso tiene esta fuente
un agua tan pura y fría
y su ruido evoca el llanto
de los árboles tocados
por la soledad del viento."
Por mi casa debe de andar un cuaderno en castellano con los versos dedicados a La muntanya d'amatistes:
"Avui, sorruda, ta dolor consagra
d'exhausta mina l'oblidad renom"
("Hoy, retraída, tu dolor consagra
de exhausta mina la olvidada fama.");
Al Montseny total:
"Com un illot alpestre fistonejat d'escumes,
de la florida et voltes que de mitjorn ens ve"
("Como un islote agreste de espumas adornado ,
te envuelves de perfumes y feliz nos los das.");
Camins perduts:
"només les fades i paitides
i algunes ànimes polides
de la natura al contacte,
sabran que porten, bosc endins,
a l'encanteri dels confins
on la beutat roman intacta"
("Sólo las hadas amables
y las almas impolutas
de la fiel naturaleza,
sabrán que llevan al bosque
la magia de los confines
que allí permanece intacta");
y tantos elementos y lugares de aquel islote natural, de Santa Fe , primaveral, hasta la fuente de las hadas, las pequeñas hierbas que crecen por doquier, los amaneceres increíbles, abetos, hayas, las tan abundantes y laboriosas abejas, los vinos generosos, los pastores, etc.



VILLANCICO

Para felicitar a los amigos pensé dejar de lado tanta monserga de Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo y pamplinas de parecido calado, y garabateé un poema para mandárselo como felicitación de Navidad. Éste:
"Cuando llega diciembre,
huele a pasado el agua del estanque,
los bosques se desnudan,
la luz se muere antes,
y nosotros andamos
como si nos faltara el suelo, el aire,
añorando a aquel niño
que dejamos perdido en otra parte.
Cuando llega diciembre
y los recuerdos arden,
lo mejor es seguir mirando el mar,
la luna, el fiel diamante
del tiempo refulgiendo en nuestros ojos
aunque sea un instante.
Cuando llega diciembre,
lo mejor es pensar que no hay gigantes
en lugar de molinos, ni castillos
en vez de ventas: sólo las reales
vivencias de los días, los amigos
y algunas alegrías familiares."

No hay comentarios:

Publicar un comentario