domingo, 21 de marzo de 2021

MEMORIAS DE UN JUBILADO Una voz en la pandemia (II)

 


Continúo dando entrada a una voz cualquiera en medio de este tiempo de tanta incertidumbre, donde sólo nos queda esperar.

 

SEGUIR ESPERANDO

Hay que seguir esperando,

con resolución y afán,

a que pase el Leviatán

que nos está devorando

tan deprisa y tan callando.

Andamiemos la paciencia

con madera de alta ciencia

y muestras de buen humor.

La esperanza es el motor

que mueve nuestra existencia.

 


 

 MAR INSEGURO

Feliz el que tiene al lado

en este tiempo temido

al piadoso ser querido

que le da calma y cuidado.

Feliz el que tiene atado

su barco en puerto seguro

en este mar inseguro

que es el tiempo que vivimos.

Y aunque sufriendo seguimos,

aún nos espera el futuro.

 

EL AMANECER

La vida sigue naciendo

en medio de este terror

que nos apoca el valor

que le estamos oponiendo.

Da gozo seguir oyendo

el llanto de un nuevo ser

que celebra su nacer

con un “¡Viva!” de reproche.

Cuanto más negra es la noche,

más brilla el amanecer.

 


LA RADIO

Cuando en tu confinamiento

se te haga insufrible el día,

busca la fiel compañía

de la radio, y al momento

su voz te dará el aliento

para seguir respirando,

para seguir confiando

en que acabe este castigo.

Que la radio es un abrigo

para quien sigue esperando.

 

HOY NO QUIERO ENVEJECER

Siempre creí que la vida

era lucha y esperanza;

y la vejez, enseñanza,

experiencia en la partida.

Y, aunque espero la vencida

de este largo atardecer,

a la vista del quehacer

del plantel que nos gobierna,

exclamo en mi rabia interna:

¡Hoy no quiero envejecer!

 

 


 

ESPERANZA

Cuando te ataque el terror

por no saber qué te espera,

piensa en la fiel enfermera

que vigila tu dolor.

Ella es la esperada flor

que viene a alegrar tu invierno.

Desde tu interior más tierno

dale paso a la esperanza,

y verás que sin tardanza

 logras salir de este infierno.

 

PACIENCIA

Ya llegó la primavera,

y con ella la esperanza

de dejar la malandanza

de este dolor sin frontera.

Paciencia: el trigo y la era

volverán, y el corazón

latirá con la pasión

de una rosa abierta al viento.

Volverá el fiel sentimiento

de una nueva redención.

 


 


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