miércoles, 21 de octubre de 2015

FOTOGRAFÍAS QUE HABLAN

En la ciudad del alma
 
 
¡Ay, el tiempo! ¡Cómo nos cambia o nos abandona en sus ventanas intocables! Me asomo ahora, a mis casi setenta y dos años a esta escena de juventud enamorada y no puedo por menos de... sonreír.
¿Qué os creíais vosotros? ¿Qué iba a decir "llorar"? ¡Qué va! Mientras pueda recordar el tiempo ido en compañía de la mujer que sigo queriendo, la escena de ayer continúa viva en nosotros dos, rodeados todavía de la bella piedra de la ciudad del alma, de sus calles, de sus iglesias, de su historia en una palabra, historia que es eterna. ¡Y así nos hace eternos también a los dos!

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