jueves, 1 de mayo de 2025

UN ABRIL ESPECIAL

         



        Ahora que el mes de las lluvias ha dado la última boqueada, quiero dejar constancia aquí de cuanto ha ocurrido en él que haya dejado alguna impresión en nuestra vida digno de ser reseñado. Y de paso, intercalar, como recuerdo también, el abril de la poesía.

        En primer lugar, nuestras idas y vueltas por Alcalá de Henares, que empezamos con sol y terminamos con lluvia, y aun así, teniendo como lugar de descanso un apartamento con nombre de protagonista de novela ejemplar de Cervantes, "Cornelia", pudimos disfrutar de la vida presente llena de vestigios históricos, religiosos, artísticos y literarios de primera categoría recorriendo calles, plazas y jardines y visitando iglesias, palacios y museos que evocan nombres tan ilustres como Cisneros, Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Tomás de Villanueva, Azaña, y el mismo Cervantes, que abarcaba e impregnaba todos los ambientes. Y constantemente íbamos acompañados de cigüeñas y campanadas, y de bullicio de grupos de escolares, que de salida cultural llenaban los emblemáticos lugares de Alcalá de Henares: el Corral de Comedias, la Universidad, la Casa natal de Cervantes, las calles Mayor y de La Imagen, la Catedral-Magistral, el Palacio Arzobispal... y el más habitado siempre la Plaza de Cervantes.



EL ABRIL DE LA POESÍA

1.  En una noche así como esta noche

el Cristo de San Frontis cruzaba el río Duero

llevando en us espaldas la cruz de todo el mundo.

Pero esta noche de ahora, a cientos de kilómetros.

me palpo la existencia que lleva mi esperanza,

y me alegro de lo que ven mis ojos

y sostienen mis manos

esta noche de abril que baila en tus estrellas

y en tus manos, mujer que haces vivas las mías.



2. La presencia de abril puede ser dolorosa,

y el tulipán, que fue copa de sol

y arcana geometría de sangre vegetal,

es ahora vejez de tela inútil,

recuerdo melancólico de una sola primavera.

Y sin embargo, sigue la tarde perfumada

y hay alas encendidas que convierten en dioses

los seres más pequeños.

Porque abril es pasar de la muerte a la vida.

       


        En segundo lugar la Semana Santa, pasada por agua para angustia y pena de sus devotos seguidores y cofrades de las diversas hermandades, se ha llevado con ella figuras importantes de la Literatura y de la Iglesia. En primer lugar al escritor Premio Nobel Mario Vargas Llosa, de quien acabamos de hablar en este blog, y en segundo lugar y muy especialmente al Papa Francisco, al que durante muchos días se le ha prestado la atención que merece, primero en la basílica de San Pedro con la exposición de sus restos mortales y luego en la Iglesia de Santa María la Mayor, donde ha sido enterrado, según voluntad propia, bajo una lápida sencilla que lleva solamente inscrito su nombre en latín: Franciscus.

EL ABRIL DE LA POESÍA

3. Los pétalos del pruno se vuelven mariposas

que en un único vuelo, agradecidos

se posan en la tierra para besarla.

Mientras, las mariposas vuelan como pétalos

que buscan el beso de otros pétalos.

Y nosotros, en mitad del sueño,

como pareja extasiada

a la luz de nuestro tiempo.



4. Las golondrinas y los vencejos

no saben nada de lo que sentimos.

Y sin embargo,

son el espejo del estallido

de los deseos.

       Y finalmente, el apagón del lunes 28 del que aún se desconocen las causas y que convirtió a España durante más de diez horas en un país tercermundista, más bien parecido a Venezuela o Cuba. ¿Cómo es posible que en plena era digital, con todo tipo de avances tecnológicos puedan suceder tamaños desastres que dejen un país como el nuestro en una situación de absoluta vulnerabilidad  en servicios tan importantes como la salud, el trabajo, el transporte, la energía o la industria durante tanto tiempo? Mientras esperamos que nuestras autoridades políticas y judiciales  nos esclarezcan sus causas (ciberataque, negligencia de centrales eléctricas españolas, privadas o no...)  decimos adiós a abril y esperamos un mayo jubiloso y verdaderamente primaveral que normalice nuestras vidas, sin olvidar a las ocho personas fallecidas por culpa del apagón. Descansen en paz..


EL ABRIL DE LA POESÍA

5. Y otra vez dejo

que la noche de abril

me abrace como una madre inmensa

y acompase el latido de mi alma.

Tal vez así este barro que me cubre

viva también su primavera

y goce de su ternura universal.

(de En el cristal del tiempo, Seuba Ediciones, Barcelona, 1988)




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