viernes, 30 de mayo de 2025

BANDEYA, UNA VIDA PARALELA (I)

1

Bandeya inició este viaje en la posguerra (tabaco de setenta y cartilla de racionamiento) en un barrio modesto (como muchos barrios de aquel tiempo), y la primera estación de su tren cotidiano se llamó Río Duero y aledaños. Allí vivir era soñar en la mitad de un tiempo de esperanza perpetua (nombres de caídos por Dios y por España y el latín de la misa). Bandeya soñaba con higos de los huertos y con aventuras leídas en tebeos (entre paréntesis, meriendas de pimientos fritos con tortilla y baños en el río). Vivía en una casa no mejor que las otras, pero era su casa y allí estaba su hogar. La hora de la radio en la cocina: “Soy minero y templé mi corazón con pico y barrena…”, “El derecho de nacer”, “Ama Rosa”, “Lo que nunca muere”. El verano, la siesta, el espectro del puente proyectado en la pared oscura de la sala… Su padre repegando los recibos no cobrados y su madre echando cuentas para seguir haciendo milagros...

Su casa fue la escuela donde aprendió a callar cuando hablaban los mayores y a hablar sólo cuando le preguntaban. Allí aprendió lo que era el miedo, y la fe y el trabajo para vencerlo. Allí tenía su mundo más íntimo y presente. Conocía al dedillo los rincones perfectos para vivir a solas sus ensueños y ocultar lo más suyo. El desván le regalaba todos los premios, pero también todos los castigos: la gata y su camada blanquinegra, la golondrina muerta en el cristal de la claraboya, la batalla del alma contra el cuerpo, en la cual éste acababa ganando muchas veces mientras que Bandeya perdía siempre.



En invierno cambiaba la emoción. La escuela, los cristales de las ventanas sin masilla castañeteaban de frío, como Bandeya y sus condiscípulos; los mapas y el puntero misterioso; los problemas de los trenes cruzando su destino, o los de los grifos que convertían el agua de los números en días sin recreo. Y mientras el maestro, enfermo del estómago y amante de aquellas bolsitas de bicarbonato que de vez en cuando se echaba al coleto, disponía de una estufa en un bidón de hojalata, los discípulos, incapaces de hacer el huevo con los dedos, no gobernaban bien el palillero de la pluma, entre otras cosas. Y sólo los dedos de Bandeya resucitaban a medias de vuelta a casa bajo las faldas de la mesa con brasero cuando escogían lentejas, ayudaban a su padre en la tarea de volver a pegar con engrudo (harina y agua) los recibos de la compañía para la que trabajaba a comisión, o a pasar las hojas de los cuentos de Calleja que leía con tanta avidez como las aventuras del FBI, del Guerrero del antifaz y tantas otras historietas, donde se exaltaban las hazañas de la patria y su eterno pundonor.



2.

Después de la escuela del barrio, Bandeya fue a estudiar con los Hemanos Salesianos, en lo que fue su Segunda Estación, en los confines de la ciudad al otro lado del Duero. Allí aprendió la cal y la arena de la educación: la aventura de leer y estudiar y el miedo que a veces mana solo del manantial inagotable de la religión. Y fue feliz memorizando y recitando versos (“Oigo, Patria, tu aflicción y escucho el triste concierto que forman tocando a muerto la campana y el cañón...”) y leyendo el Quijote para jóvenes con sonrisas y lágrimas (“Mire vuestra merced —respondió Sanchoque aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino...”). Y Bandeya supo lo que era el miedo profundo, terror de alma, cuando escuchaba cohibido las Buenas Noches del hermano Prefecto que posteriormente se volvían para él malas noches contando lo que les pasa a los chicos que no confiesan sus pecados y que al morir se van al infierno de cabeza y sus almas arden eternamente convertidas en brasas incandescentes. 

Con todo, a Bandeya, aunque los Cuadros de Honor que conseguía con los estudios le alegraban momentáneamente, sólo duraron lo que duró su estancia en la Segunda Estación de los Hermanos Salesianos y la gente mayor, admirada de sus éxitos académicos, no hacía más que decirle “Serás el día de mañana un hombre de provecho", tras darle las gracias, se encogía de hombros porque aún no había llegado ese enigmático “día de mañana”.



3.

Ya hace tiempo que ese “mañana” es real para Bandeya porque lo está viviendo en el presente. Y hoy, por ejemplo, sentado frente al mar, hablando con su esposa de los buenos hijos que ambos tienen, comprende de verdad qué significa ser "hombre de provecho". Sencilla y llanamente, "un hombre que ha sabido sembrar en su familia un modo de vivir respetuoso, culto y austero". Algo que aprendió de niño en su Primera Estación, de sus padres que le enseñaron que la tranquilidad y el bienestar de la vida hay que buscarlos y que sólo buscándolos el ser humano puede ser libre.




martes, 20 de mayo de 2025

EDUARDO MENDOZA, ENHORABUENA

 


El pasado 14 de mayo fue noticia literaria de capital importancia el novelista catalán Eduardo Mendoza al recibir el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, sin duda gracias al buen humor en su narrativa y a la innovación técnica que ha llevado a cabo en sus principales novelas, entre las cuales conviene mencionar las siguientes: La ciudad de los prodigios, El misterio de la cripta embrujada, Riña de gatos, El laberinto de las aceitunas, Sin noticias de Gurb, El año del diluvio o La verdad sobre el caso Savolta, con la que se dio a conocer como novelista en 1975, cumpliéndose así los cincuenta años de su producción narrativa. Eduardo Mendoza, además del último Premio mencionado, ha conseguido otros de parecida categoría, como el Planeta con Riña de gatos, el de la Crítica con La verdad sobre el caso Savolta, el Ciudad de Barcelona y el del Mejor Libro del Año con La ciudad de los prodigios y el Cervantes en 2016 por toda su obra. 

 


 

Aunque también ha escrito teatro (Gloria, Grandes preguntas...) y ensayo (Baroja, la contradicción, ¿Qué está pasando en Cataluña?...), Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943), licenciado en Derecho, viajero constante (en Londres estudió Sociología y en Nueva York trabajó como traductor de la ONU), es preferentemente novelista y como tal ocupa uno de los primeros puestos de la narrativa contemporánea de nuestro país. Su obra narrativa generalmente está ambientada en su Barcelona natal tanto la perteneciente a la época anterior a la Guerra Civil como a la actual. Para muchos su mejor obra es La verdad sobre el caso Savolta, que según creo es el punto de partida para una serie de novelas policíacas o parodias de novela policíaca, como El laberinto de las aceitunas y El misterio de la cripta embrujada, entre otras, cuyo investigador es un interno que se ha fugado de un psiquiátrico. Y volviendo a La verdad sobre el caso Savolta, cuya trama, ubicada en la agitada Barcelona de los años 1917-1920, mezcla un conflicto sociopolítico y una historia amorosa en una estructura compleja que incluye desorden cronológico, flashback, otros géneros (la novela rosa, la novela picaresca, la novela histórica, el folletín, el informe, la noticia periodística...). Lo mejor será incluir una muestra para que nos hagamos una idea de lo que estamos diciendo:


        1.   “Siguiendo con los informes que obran en mi poder, a lo largo de 1918 se produjeron en Barcelona ochenta y siete atentados en los llamados sociales, cuyo balance de víctimas es el siguiente: patrones muertos:4; heridos:9; obreros muertos:11; heridos:43. (...)"

2. “A decir verdad, la situación del país en aquel año de 1919 era la peor que habíamos atravesado jamás. Las fábricas cerraban, el paro aumentaba y los inmigrantes procedentes de los campos abandonados fluían en negras oleadas a una ciudad que apenas podía dar de comer a sus hijos. Los que venían pululaban por sus calles, hambrientos y fantasmagóricos, arrastrando sus pobres enseres en exiguos hatillos los menos, con las manos en los bolsillos los más, pidiendo trabajo, asilo, comida, tabaco y limosna. Los niños enflaquecidos corrían semidesnudos, asaltando a los paseantes. (...).

3. “Los confusos rumores, procedentes de Europa, daban cuenta de los sucesos de Rusia encendían los ánimos y azuzaban la imaginación de los desheredados. En las paredes aparecían signos nuevos y el nombre de Lenin se repetía con frecuencia obsesiva.”

Notas: 

A) El primer punto responde a la técnica del informe (ejemplo típico, la enumeración de elementos, en este caso de atentados con sus correspondientes víctimas) Y eso que en el breve texto se alternan el empleo de la primera persona, que representa al protagonista que lo introduce, y la tercera persona, omnisciente, propia también del lenguaje periodístico. 

B) Los dos puntos siguientes podrían ser encasillados en la técnica periodística bien de la noticia, bien de la crónica. Con todo, el lenguaje empleado en ambos es distante, objetivo y sujeto a la norma y por supuesto exento de sentido del humor y de cualquier otro sentimiento por corresponder a hechos reales, incluidos a pesar de todo en una novela, convirtiendo así estos tres pasajes en propios de novela histórica, no en balde se incluyen fechas de años, topónimos europeos, nombres propios de gobernantes políticos.

 


El laberinto de las aceitunas

Abrí como quien no quiere la cosa el maletín, dejé que sus ojos se empaparan de la visión del dinero que contenía y lo volví a cerrar. Cuando me miró a la cara no sólo había mudado de expresión, sino que le había aumentado visiblemente el perímetro torácico.

-Tengan la bondad de seguirme –balbuceó.

Aproveché, como tenía por costumbre hacer en los últimos tiempos, el trayecto del ascensor, para rumiar cuán poderosa palanca es el dinero y cuántas puertas no puede abrir, cuántas cadenas romper, cuántas percepciones nublar y cuánta malquerencia trocar en carantoñas. La verdad es que nunca, en todos los años que llevo zascandileando por este árido valle, me he visto en posesión del vil metal, como los que no lo quieren bien lo llaman, y no estoy, por lo tanto, autorizado para pontificar sobre los efectos deletéreos que quienes lo conocen le atribuyen. De la ambición y la avaricia puedo hablar, porque las he visto de cerca. Del dinero, no. Precisamente, como sé por experiencia, sirve para evitar a los que lo tienen el pringoso contacto con quienes no lo tenemos. Y con toda honradez confieso que no me parece mal: los pobres, salvo que las estadísticas me fallen, somos feos, malhablados, torpes de trato, desaliñados en el vestir y, cuando el calor aprieta, asaz pestilentes. También tenemos, dicen, una excusa que, a mi modo de ver, en nada altera la realidad. No es por ello menos cierto que somos, a falta de otra credencial, más dados a trabajar con ahínco y a ser dicharacheros, desprendidos, modestos, corteses y afectuosos y no desabridos, egoístas, petulantes, groseros y zafios, como sin duda seríamos si para sobrevivir no dependiéramos tanto de caer en gracia. Pienso, para concluir, que si todos fuéramos pudientes y no tuviésemos que currelar para ganarnos los garbanzos, no habría futbolistas ni toreros ni cupletistas ni putas ni chorizos y la vida sería muy gris y este planeta muy triste plaza.”

Nota: Las diferencias que guarda el texto presente respecto de los pertenecientes al punto anterior no deja lugar a dudas: en primer lugar el empleo de la primera persona del singular indica la presencia del protagonista narrador de la historia, en este caso absolutamente ficticia, propia de una novela policíaca; en segundo lugar, el lenguaje es directo, común y cotidiano, al que no le faltan expresiones y palabras propias de la calle y hasta de la clase social más baja (basta con fijarse en las tres últimas líneas, cuyas negritas son nuestras).



Sin noticias de Gurb

"19.00 Llevo cuatro horas caminando. No sé dónde estoy y las piernas no me sostienen. La ciudad es enorme; el gentío, constante; el ruido, mucho. Me extraña no encontrar los monumentos habituales, como el Cenotafio de la Beata Madre Pilar, que podrían servirme de referencia. He parado a un peatón que parecía poseer un nivel de mansedumbre alto y le he preguntado dónde podría encontrar a una persona extraviada. Me ha preguntado qué edad tenía esa persona. Al contestarle que seis mil quinientos trece años, me ha sugerido que la buscara en El Corte Inglés. Lo peor es tener que respirar este aire inficionado de partículas suculentas. Es sabido que en algunas zonas urbanas la densidad del aire es tal que sus habitantes lo introducen en fundas y lo exportan bajo la denominación de morcillas. Tengo los ojos irritados, la nariz obstruida, la boca seca. ¡Cuánto mejor se está en Sardanyola!

20.30 Con la puesta de sol las condiciones atmosféricas habrían mejorado bastante si a los seres humanos no se les hubiera ocurrido encender las farolas. Parece ser que ellos las necesitan para poder seguir en la calle, porque los seres humanos, no obstante ser la mayoría de fisonomía ruda y hasta abiertamente fea, no pueden vivir sin verse los unos a los otros. También los coches han encendido sus faros y se agreden con ellos. Temperatura, 17 grados centígrados; humedad relativa, 62 por ciento; vientos flojos del sudoeste; estado de la mar,

Nota: Aquí el lector disfrutará del sentido del humor que recorre las líneas de principio a fin, humor que creo que es uno de los rasgos más significativos de esta curiosa novela de ciencia ficción, la cual presenta el diario en el que cuenta sus aventuras un extraterrestre perdido en la Barcelona anterior a las Olimpiadas, personaje altamente simpático que pone al servicio de su supervivencia la ventaja de adoptar el aspecto que le parezca bien en cada una de sus comprometidas situaciones. Además el lector debe tener en cuenta lo que Eduardo Mendoza, su autor, afirmó de ella: “Sin noticias de Gurb es, sin duda, el libro más excéntrico de cuantos he escrito. No hay en él una sola sombra de melancolía. Es una mirada sobre el mundo asombrada, un punto desamparada, pero sin asomo de tragedia ni de censura.”



sábado, 10 de mayo de 2025

MAYO EN LA LITERATURA (I)

 
           El mes de mayo suele llegar a nuestras vidas orlado de exuberancia, festividad y poesía, cosa que ya nos sugiere el refranero español: "Marzo airoso y abril lluvioso sacan a mayo florido y hermoso", "Agua de mayo, pan para todo el año", "La mejor cepa, mayo me la echa", "Polvos de mayo y cáscaras de brevas curan muchas dolencias", "Las flores de mayo, alegran el ánimo", etcétera. De modo que aunque también existen algunos refranes referidos a mayo que no son tan positivos, bien podemos terminar repitiendo: "Norabuena venga mayo, el mejor mes de todo el año".

           Dicho lo cual, paso a tratar el contenido principal de la entrada presente, valiéndome de muestras poéticas de obras y autores españoles cuyo tema principal es el mes de mayo.

Por orden cronológico mpezamos con el  

Romance del prisionero

         Dedicado a mayo se escribió este romance viejo cuyo protagonista es un prisionero que en primera persona cuenta su penosa situación del modo siguiente:

"Por el mes era de mayo
cuando hace la calor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor,
sino yo, triste cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día,
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero
¡Dele Dios mal galardón!
Cabellos de mi cabeza
lléganme al corvejón,
los cabellos de mi barba
por manteles tengo yo;
las uñas de las mis manos
por cuchillo tajador.
Si eso lo hace el buen rey,
hácelo como señor,
si lo hace el carcelero,
hácelo como traidor.
Mas quien ahora me diese
un pájaro cantador,
siquiera fuese calandria,
o tordico, o ruiseñor,
criado fuese entre damas
y avezado a la razón,
que me lleve una embajada
a mi esposa Leonor:
que me envíe una empanada,
no de trucha, ni salmón,
sino de una lima sorda
y de un pico tajador:
la lima para los hierros
y el pico para el torreón.
Oídolo había el rey,
mandóle quitar prisión. 


Hay que reconocer que ésta es una versión del susodicho romance demasiado extensa y aderezada con notas narrativas que quitan la emoción principal. La versión que le da más calidad y lirismo es la que propone don Ramón Menéndez Pidal en su libro Flor nueva de romances viejos, que es la que sigue:

Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.

En tan sólo 16 versos el autor anónimo del romance logra dramatizar la situación del triste prisionero que con su lamento deja patente el contraste entre su oscura y afligida vida  y la llegada triunfal y luminosa  de la primavera, en la que todo renace en la naturaleza y los enamorados pueden dar rienda suelta a sus amores. Por ello el prisionero destaca al final de su queja que la única alegría que tenía  al amanecer, regalada por  la "avecilla" que se lo anunciaba, desaparece de pronto al matársela un ballestero.

         


  En las mañanicas del mes de mayo

        Lope de Vega, uno de los más grandes poetas del Barroco, hombre vitalista donde los hubiera, tenía muy claro el Carpe diem y el locus amoenus latinos, y muchos son los ejemplos que se podrían extraer de su obra poética, dramática y narrativa que lo demuestra. Sin embargo, como estamos hablando de la lírica y de mayo, la mejor muestra es el poema siguiente, cuyo título encabeza el presente apartado:
 
"En las mañanicas
del mes de mayo,
cantan los ruiseñores,
se alegra el campo.
 
En las mañanicas
como son frescas,
cubren los ruiseñores
las alamedas.
 

Ríense las fuentes

tirando perlas
a las florecillas
que están más cerca,
 
Vístense las plantas
de varias sedas,
que sacar colores
poco les cuesta.
 
Los campos alegran
tapetes varios;
Cantan los ruiseñores
retumba el campo."
 
 Este poema de arte menor, que se acerca a la letrilla, tan famosa de la época, cultivada por, entre otros, Góngora, Quevedo o el mismo Lope, posee una estructura dividida en tres elementos perfectamente diferenciados: 1, estribillo (primera coplilla, rima asonante en los versos pares, en a-o); 2, cuerpo (las tres estrofas siguientes respetando el esquema métrico de un romance, rima asonante en los pares, en e-a), y 3, estribillo (segunda coplilla en la que el primer verso rima asonantemente con los pares del romance anterior, en e-a,  y el segundo verso, "tapetes varios" anuncia la rima en a-o del primer estribillo, cerrando el poema, aunque con una pequeña variante, repitiendo el estribillo de arriba: "Cantan los ruiseñores,/ retumba el campo." Nótese que "retumbar" significa "resonar con fuerza", intensificando aquí el poder y la influencia que mayo posee en la naturaleza.  Como se ve en la lectura, el presente poema de Lope de Vega canta las excelencias matutinas naturales del mes de mayo, en las cuales juegan los ruiseñores un papel importante: además de alegrar el campo y las alamedas con su canto, se ríen las fuentes y adornan las florecillas cercanas con las gotas (perlas) que salpican, y las plantas en general se visten de belleza y color; en conclusión, los campos presentan vistosos colores a la vez que retumban con los cantos de los ruiseñores. Metáforas, imágenes, presonificaciones que elevan las cualidades de las primeras horas del día de este mes que estamos viviendo. 
 
 
        
 

Al olmo viejo 

          De alguna manera el olmo viejo, protagonista de uno de los mejores poemas de Campos de Castilla, de don Antonio Machado, árbol al que un rayo rajado mortalmente dejándolo medio podrido, recupera algo de su esperanza debido a que las lluvias de abril y el sol de mayo han hecho que "algunas hojas verdes le han salido". Y el poeta triste todavía por la reciente muerte de su joven esposa Leonor, con el corazón desesperanzado se dirige al olmo "carcomido y polvoriento" para decirle que antes de que desaparezca quiere dejar escrita "la gracia de tu rama verdecida". Más aún: el poeta, deseando la suerte del olmo, en cuyas entrañas "urden sus telas grises las arañas", expresa la esperanza de su corazón dolido por la ausencia de Leonor:

 "Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera."

 

El romancillo de mayo
 
        Miguel Hernández, un poeta como la copa de un pino, sufridor de la justicia y apasionadamente enamorado de la vida, también dedicó al mes de mayo lo que él tildó injustamente de "romancillo" lo que es sin duda uno de sus mejores Romances, con mayúscula. Leámoslo detenidamente:
 

 
"Por fin trajo el verde mayo 
correhuelas y albahacas
a la entrada de la aldea
y al umbral de las ventanas. 
  
2  Al verlo venir se han puesto
cintas de amor las guitarras,
celos de amor las clavijas,
las cuerdas lazos de rabia,
y relinchan impacientes
por salir de serenata.
 
3  En los templados establos
donde el amor huele a paja,
a honrado estiércol y a leche,
hay un estruendo de vacas
que se enamoran a solas
y a solas rumian y braman.
Los toros de las dehesas
las oyen dentro del agua
y hunden con ira en la arena
sus enamoradas astas.
Remudan los claros ciervos
su cornamenta arbolada
igual que un ramo de rayos
y una visión de navajas.
La cabra cambia de pelo,
cambia la oveja de lana,
cambia de color el lobo
y de raíces la grama.
Son otras las intenciones
y son otras las palabras
en la frente y en la lengua
de la juventud temprana.
Los celosos chivos pierden
entre sus dientes sus barbas:
se rinden a cabezazos,
se embisten y se maltratan,
y en medio de los ganados
mueven, lo mismo que espadas
rabiosas y deseosas,
lenguas amantes y patas.
Van los asnos suspirando
reciamente por las asnas.
 
4  Con luna y aves, las noches
son vidrio de puro claras;
las tardes, de puro verdes,
de puro azul, esmeraldas;
plata pura, las auroras
parecen de puro blancas
y las mañanas son miel
de puro y puro doradas.
 
5  Campea mayo amoroso;
que el amor ronda majadas,
ronda establos y pastores,
ronda puertas, ronda camas,
ronda mozas en el baile
y en aire ronda faldas..."


 Dejando aparte la facilidad de la rima, en a-a, porque en el conjunto del poema, continente  más contenido, la rima asonante es un elemento menor, pasemos a analizar brevemente la estructura métrica del romance recurriendo, como no puede hacerse de otra forma, al contenido del mismo. Dicha estructura presenta varias partes, que hemos numerado y separado tipográficamente: 1, llegada del verde mayo a la aldea ("correhuelas y albahacas"); 2, las guitarras se adornan amorosamente y desean salir de serenata (como caballos, "relinchan impacientes"); 3, los animales sienten ese mismo amor (las vacas en los establos ("donde el amor huele a paja, / a honrado estiércol y a leche") se enamoran y braman, los toros en las dehesas, al oírlas,  "hunden con ira en la arena /sus enamoradas astas", los cirvos mudan sus cuernos  "igual que un ramo de rayos / y una visión de navajas", la cabra cambia de pelo, de lana la oveja, el lobo de color, etcétera, y en todos ellos "son otras las intenciones / y son otras las palabras"; 4, la influencia de mayo se nota también en los fenómenos naturales (las noches son de "vidrio", las tardes "esmeraldas", las auroras "plata pura" y las mañanas "miel /de puro y puro doradas (nótese la repetición intecionada del adjetivo "puro,-a", que aparece en esos 8 versos 7 veces); y 5, a modo de conclusión, mayo ha traído el amor a todas partes y a todo ser vivo de la aldea: y lo mismo que ocurre con el adjetivo "puro, -a" en el apartado anterior, aquí es la forma verbal "ronda", en presente, la que se repite 6 veces en  los seis versos de que consta, de modo que el amor "ronda majadas/ ronda establos y pastores,/ronda puertas, ronda camas,/ ronda mozas en el baile/ y en aire ronda faldas."

 


 

 




jueves, 1 de mayo de 2025

UN ABRIL ESPECIAL

         



        Ahora que el mes de las lluvias ha dado la última boqueada, quiero dejar constancia aquí de cuanto ha ocurrido en él que haya dejado alguna impresión en nuestra vida digno de ser reseñado. Y de paso, intercalar, como recuerdo también, el abril de la poesía.

        En primer lugar, nuestras idas y vueltas por Alcalá de Henares, que empezamos con sol y terminamos con lluvia, y aun así, teniendo como lugar de descanso un apartamento con nombre de protagonista de novela ejemplar de Cervantes, "Cornelia", pudimos disfrutar de la vida presente llena de vestigios históricos, religiosos, artísticos y literarios de primera categoría recorriendo calles, plazas y jardines y visitando iglesias, palacios y museos que evocan nombres tan ilustres como Cisneros, Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Tomás de Villanueva, Azaña, y el mismo Cervantes, que abarcaba e impregnaba todos los ambientes. Y constantemente íbamos acompañados de cigüeñas y campanadas, y de bullicio de grupos de escolares, que de salida cultural llenaban los emblemáticos lugares de Alcalá de Henares: el Corral de Comedias, la Universidad, la Casa natal de Cervantes, las calles Mayor y de La Imagen, la Catedral-Magistral, el Palacio Arzobispal... y el más habitado siempre la Plaza de Cervantes.



EL ABRIL DE LA POESÍA

1.  En una noche así como esta noche

el Cristo de San Frontis cruzaba el río Duero

llevando en us espaldas la cruz de todo el mundo.

Pero esta noche de ahora, a cientos de kilómetros.

me palpo la existencia que lleva mi esperanza,

y me alegro de lo que ven mis ojos

y sostienen mis manos

esta noche de abril que baila en tus estrellas

y en tus manos, mujer que haces vivas las mías.



2. La presencia de abril puede ser dolorosa,

y el tulipán, que fue copa de sol

y arcana geometría de sangre vegetal,

es ahora vejez de tela inútil,

recuerdo melancólico de una sola primavera.

Y sin embargo, sigue la tarde perfumada

y hay alas encendidas que convierten en dioses

los seres más pequeños.

Porque abril es pasar de la muerte a la vida.

       


        En segundo lugar la Semana Santa, pasada por agua para angustia y pena de sus devotos seguidores y cofrades de las diversas hermandades, se ha llevado con ella figuras importantes de la Literatura y de la Iglesia. En primer lugar al escritor Premio Nobel Mario Vargas Llosa, de quien acabamos de hablar en este blog, y en segundo lugar y muy especialmente al Papa Francisco, al que durante muchos días se le ha prestado la atención que merece, primero en la basílica de San Pedro con la exposición de sus restos mortales y luego en la Iglesia de Santa María la Mayor, donde ha sido enterrado, según voluntad propia, bajo una lápida sencilla que lleva solamente inscrito su nombre en latín: Franciscus.

EL ABRIL DE LA POESÍA

3. Los pétalos del pruno se vuelven mariposas

que en un único vuelo, agradecidos

se posan en la tierra para besarla.

Mientras, las mariposas vuelan como pétalos

que buscan el beso de otros pétalos.

Y nosotros, en mitad del sueño,

como pareja extasiada

a la luz de nuestro tiempo.



4. Las golondrinas y los vencejos

no saben nada de lo que sentimos.

Y sin embargo,

son el espejo del estallido

de los deseos.

       Y finalmente, el apagón del lunes 28 del que aún se desconocen las causas y que convirtió a España durante más de diez horas en un país tercermundista, más bien parecido a Venezuela o Cuba. ¿Cómo es posible que en plena era digital, con todo tipo de avances tecnológicos puedan suceder tamaños desastres que dejen un país como el nuestro en una situación de absoluta vulnerabilidad  en servicios tan importantes como la salud, el trabajo, el transporte, la energía o la industria durante tanto tiempo? Mientras esperamos que nuestras autoridades políticas y judiciales  nos esclarezcan sus causas (ciberataque, negligencia de centrales eléctricas españolas, privadas o no...)  decimos adiós a abril y esperamos un mayo jubiloso y verdaderamente primaveral que normalice nuestras vidas, sin olvidar a las ocho personas fallecidas por culpa del apagón. Descansen en paz..


EL ABRIL DE LA POESÍA

5. Y otra vez dejo

que la noche de abril

me abrace como una madre inmensa

y acompase el latido de mi alma.

Tal vez así este barro que me cubre

viva también su primavera

y goce de su ternura universal.

(de En el cristal del tiempo, Seuba Ediciones, Barcelona, 1988)