lunes, 16 de enero de 2017

VEINTE AÑOS DESPUÉS

Parece que fue ayer cuando una noche de enero de 1997 me llamó por teléfono a casa el poeta Francisco Brines, en calidad de presidente del jurado del I Premio de Poesía Taurina "La Tertulia" de Valencia, formado por Carmen Alborg, Vicente Gallego, Carlos Marzal, César Simón y José Antonio Ron, para comunicarme que me habían otorgado el Premio. Dos meses más tarde, durante las Fallas, envueltos por el fragor de la mascletá y el fervor generoso de la peña taurina que patrocinaba el Premio, la que fue ministra de González (en la fotografía a la derecha) me hizo entrega del mismo tras las palabras elogiosas del poeta de Oliva dirigidas a mis versos. Luego a petición de los presentes, leí Toro de la noche, el poema ganador, que días más tarde vería la imprenta en la separata que editó La Tertulia, con sede en Convento de Jerusalén, 32, Valencia.
De aquella experiencia guardo un imborrable recuerdo aún ahora, cuando han transcurrido ya veinte años.

He aquí algunos versos de dicho poema:

"...Si quieres comprobar que tienes fuego,
llamaradas bravías en tus astas
y empuje de huracán entre tus huesos,
brama y rompe el silencio de la noche,
ataca el aire frío de la sierra
y castiga la tierra con tu peso;
que tiemble todo el campo bajo el rayo
oscuro de tu piel, oh toro bello.

¿Para qué emplear las hoces de tus astas
en un tan inexperto y joven trigo?
Reserva los rejones de tu testa
para buscar ansioso la estatura
artística y burlona de un torero
curtido en tardes de oro,
entre palmas y olés y pasodobles
y escudado en las luces de su traje.
resérvate hasta entonces.
Vive ahora de sueños
y alza sombras
de fuego en torno tuyo mientras pisas
la soledad silente de la noche."
 
Resultado de imagen de toro negro

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