miércoles, 22 de enero de 2025

LECTURAS PARA EL INVIERNO (II) NARRATIVA INVERNAL

 


El invierno es una buena época para leer, al fuego, bien abrigado, mientras que en la historia del libro que se está leyendo el tiempo inclemente y a veces insoportable que se ven obligados a vivir los personajes del relato influye de modo importante en su vida, en su modo de trabajar, en las relaciones que mantienen entre sí y en muchos otros aspectos que hace que la trama  conduzca  a un desenlace inesperado.

Se me ocurre, mientras pienso en todo lo anterior, recordar aquí una serie de relatos y novelas cuyos títulos hacen referencia al invierno, en general,  y a algunas de sus principales manifestaciones climatológicas, en particular. He aquí algunos: El doctor Zhivago, El muñeco de nieve, La mujer de mi vida, Más allá del invierno, País de nieve, Colmillo blanco, Una chica en invierno, Nieve, Un día de diciembre, Canción de Navidad, La tormenta de nieve, El invierno en Lisboa...


¿Quién no recuerda Canción de Navidad, de Charles Dickens (1812-1870) y a su protagonista el huraño y a veces perverso señor Scrogge, al que simplemente oír hablar a los demás del ambiente humano, amistoso, colaborador y tierno de la Navidad, lo critica y tilda de "Paparruchas". y a quien, muerto su socio Marley, recibe la visita nocturna de tres fantasmas que, recordándole momentos esenciales de su comportamiento en el pasado y el presente y avisándole de cómo será su futuro si sigue comportándose igual, le hacen reflexionar y cambiar radicalmente de actitud hacia sus semejantes.  Leamos un breve fragmento perteneciente al principio de la novela:  

"La puerta del despacho de Scrooge continuaba abierta, a fin de poder éste vigilar á su dependiente dentro de la pequeña y triste celdilla, a manera de sombría cisterna, donde se ocupaba en copiar cartas. La estufa de Scrooge tenía poco fuego, pero menos aún la del dependiente: aparentaba no encerrar más que un pedazo de carbón. Y el desgraciado no podía alimentarla mucho, porque en cuanto iba con el cogedor a proveerse, Scrooge, que atendía por sí a la custodia del combustible, no se recataba de manifestar a aquel infeliz que cuidase de no ponerlo en el caso de despedirle. Por este motivo el dependiente se envolvía en su tapabocas blanco y se esforzaba en calentarse a la luz de la vela; pero como era hombre de poquísima imaginación, sus tentativas resultaban infructuosas." 

 


 De otro asunto bien diferente trata La tormenta de nieve, de León Tolstoi (1828-1910), relato basado en el incidente ocurrido en enero de 1854 al propio escritor al perderse durante toda la noche en una tormenta de nieve mientras regresaba del Cáucaso a su hogar en Yasnia Piliana. Leamos un pasaje referido a esa tormenta de nieve:

"—¿En dónde nos encontramos?
La pregunta era tan tonta que el cochero no juzgó necesario responderla. Se volvía en distintas direcciones, pero por momentos me parecía que él se encontraba inmóvil y era yo quien daba vueltas en el trineo. Salí con dificultad y enseguida descubrí que la nieve me llegaba hasta las rodillas. El caballo de atrás estaba hundido hasta el vientre en un montón de nieve. Sus crines colgaban como el cabello de una mujer con la cabeza descubierta.
—¿Se han parado ellos solos?
—Sí. Están agotados…
De pronto me acordé de algunos relatos y, por alguna razón, sentí rabia contra Tolstoi.
«El vivía muy tranquilo en Yásnaia Poliana —pensé—, a él no le llevaban a visitar
moribundos…» Tuve lástima del bombero y de mí. Luego sentí de nuevo una llamarada de miedo salvaje, pero la apagué en mi pecho.
—Eso es cobardía… —murmuré entre dientes. Y una energía impetuosa apareció en mí.
—Mire, buen hombre —comencé a decir, sintiendo que los dientes me castañeteaban—,no debemos desalentarnos, porque nos perderemos, nos perderemos irremediablemente. Los caballos han estado parados y han descansado un poco; debemos seguir adelante. Camine usted y lleve las riendas del caballo delantero. Yo conduciré el trineo. Tenemos que salir de aquí o nos sepultará la nieve

 


En cuanto a El invierno en Lisboa
, de Antonio Muñoz Molina (1956- ) su trama no puede ser más sencilla: un pianista, Santiago Biralbo, se enamora de una mujer casada, Lucrecia, y juntos viven una acuciante persecución por parte del marido de ésta y un traficante en cuadros y libros antiguos a causa de la desaparición de una pintura de Cezanne. Una historia de aventuras y desventuras llenas de emoción, que homenajea al género policíaco y al mítico cine negro americano. En realidad Santiago y Lucrecia, protagonistas de la novela, son adictos a este tipo de películas y emplean su lenguaje para comunicarse y burlar a Malcom, marido de ésta. Leamos un par de ejemplos: el primero es un diálogo de las páginas 140 y 141: 

 "--Dispara, Malcom. Me harías un favor. --¿Dónde he oído yo eso antes?--dijo Toussaints Morton, pero a Biralbo le pareció que su voz sonaba en otra habitación, porque él sólo veía frente a él las pupilas de Malcom. --En Casablanca-- dijo Daphne, con indiferencia y precisión--. Bogart se lo dice a Ingrid Bergman."

El segundo ejemplo es el comienzo de la novela:

"Habían pasado casi dos años desde la última vez que vi a Santiago Biralbo, pero cuando volví a encontrarme con él, a medianoche, en la barra del Metropolitano, hubo en nuestro mutuo saludo la misma falta de énfasis que si hubiéramos estado bebiendo juntos la noche anterior, no en Madrid, sino en San Sebastián, en el bar de Floro Bloom, donde él habita estado tocando durante una larga temporada. Ahora tocaba en el Metropolitano, junto a un bajista negro y un batería francés muy nervioso y muy joven que parecía nórdico y al que llamaban Buby."



lunes, 13 de enero de 2025

LECTURAS PARA EL INVIERNO (I) REFRANES INVERNALES

 


 Lo más apropiado en estos casos  es empezar hablando de los refranes del INVIERNO

He aquí algunos de los más empleados por los mayores "en edad, dignidad y gobierno", como se decía antaño, cuyo significado se suele aplicar a diversas esferas de la vida social y familiar, amorosa, religiosa, etcétera, y en excepcionales casos aluden a lugares concretos de la geografía nacional, como se verá; sin embargo, la principàl esfera, como es lógico, tiene que ver más bien con el clima y los fenómenos meteorológicos y su influencia en las labores del campo. El emisor de los refranes aparece por lo general en tercera persona, si bien a veces, para influir con más intención en el recepctor emplea la segunda persona del singular tanto en presente de indicativo o de subjuntivo como en imperativo ("Ten el invierno por pasado si ves a febrero empapado", "Ni en invierno viñadero ni en otoño sembrador, ni con nieve seas vaquero ni de ruines seas señor".). Por otra parte, en los refranes destacan, entre otros caracteres, el buen humor, la ironía, la hipérbole o la sátira. Y desde luego, uno de los rasgos fundamentales de la forma del refrán es la rima ( consonante y asonante ), que ayuda a su fácil memorización, y sin la cual no podríamos llamar así a estos "dichos agudos y sentenciosos de uso común".

 Nosotros clasificamos ALGUNOS refranes (realmente existen miles y miles) atendiendo a las temáticas siguientes:


 

 La familia y el hogar

 Amistad de yerno, sol de invierno. Que de otro modo más ampliado se expresa así:

 Yerno, sol de invierno, sale tarde y pónese luego. Que de otro modo se expresa así:

Sol de invierno y amistad de yerno, no valen un cuerno.

Un invierno en casa, muy pronto se pasa.

Quien en invierno tiene poca ropa, en verano la tiene de sobra.

El abrigo en invierno y la mujer en todo tiempo.

La mujer del viñadero, buen otoño y mal invierno. 

La buena ama de casa compra los abanicos en invierno, y los paraguas en verano.

Llanto de niño, lluvia de estío; llanto de viejo, lluvia de invierno.

 

 El clima

Sol de invierno, sale tarde y se pone presto.

 Truenos en invierno, señal de año bueno.

 A invierno lluvioso, verano caluroso.

 Ya que en invierno ha de helar, ni al fin ni al empezar.

 Ten el invierno por pasado si ves a febrero empapado

 El invierno no es pasado mientras abril no es terminado. 

Tras invierno miserable, primavera detestable.  

Cuando marzo vuelve el rabo queda invierno para rato.

 Viento solano, agua en la mano; en invierno, que no en verano.

Teme al invierno sutil mientras diga el calendario: abril.

 Sol en invierno al ponerse arrebolado, tiempo helado.

Un mes antes y otro después de Navidad, es invierno de verdad.

A invierno malhechor, primavera peor.

En invierno neblina, y nieve por vecina. 

Partiendo las golondrinas, el invierno encima. De otro modo más ampliado:

Golondrinas tardías, invierno tardo; golondrinas tempranas, pronto verano.

 


 Local

 En Burgos no hay más que dos estaciones: el invierno y la estación del ferrocarril. 

 (Nótese que aquí la rima no es necesaria; basta  el empleo de  la polisemia de "estación")

El invierno en Burgos y el verano en Sevilla.

En Burgos, nueve meses de invierno y tres de infierno.

 

 Santoral

 El día de la Candelaria, que llueva o que no llueva, el invierno está fuera, y si llueve y hace viento el invierno está dentro. Que de otro modo se expresa así:

Por la Candelera esté el invierno fuera; si nevó o quiere nevar, el invierno por pasar.

San Juan trae el infierno, y San Andrés el invierno.

Por San Vicente, el invierno pierde un diente.

Por San Valentín, el invierno anuncia su fin.

Por San Simeón, el invierno se da algún alegrón.  

Por San Marcelo, un día menos de invierno. 

 

Amor y amistad

Viejo amador, invierno con flor.

Sol de invierno y amor de puta, poco dura.

El amigo y el yerno, no se halla en todo invierno. Aquí podrían incluirse lógicamente los refranes cuyo protagonista es el yerno que hemos leído en La familia y el hogar.

En invierno no hay tal amigo como una capa de buen abrigo.

 


Agricultura y ganadería

Si en el invierno oyes  tronar, vende la yunta y échala en pan. 

Fuente de pastores, en invierno tiene agua y en verano cagajones.

Las vacas del villano si en el invierno dan leche, mejor la dan en el verano.

Ni en invierno viñadero ni en otoño sembrador, ni con nieve seas vaquero ni de ruines seas señor.

 


Gastronomía

Viandas sanas y vinos buenos, evitan en el invierno fuertes truenos.

Cochino fiado, buen invierno y mal verano. 

Si dieres de comer al diablo, dale trucha en verano y sardinas en invierno.

En invierno, la mejor salsa de la comida es el fuego.

 Invierno, buen tiempo para el hornero y el castañero.

Invierno que mucho hiela, cosecha de fruta espera.

Castañas en cocción, en otoño e invierno, buena alimentación.

 


Religión 

Verano fresco, invierno lluvioso, estío religioso.

Dios nos tenga de su mano en invierno y en verano, y en todo tiempo del año

 

Salud

Si quieres conservarte fuerte y lozano, la ropa de invierno usa en verano.Que de otro modo se expresa así:

Si quieres vivir sano, hazte viejo temprano, y la ropa de invierno tráela en verano.