El otoño gusta más a los poetas que el verano porque es una estación que invita al recogimiento y a la contemplación. Los colores y la calma que se dan en la naturaleza durante el otoño ayudan a recobrar el equilibrio físico y mental perdidos muchas veces en el verano, con el movimiento, el bullicio y las fiestas.
A mí que me gusta mucho el otoño siempre he querido que esta benévola estación tenga una presencia, si no constante en mi poesía, sí notable y a veces tanto que mi último libro hasta el momento publicado lleve un título íntimamente relacionado con la estación, Estos octubres,(Carena, Barcelona , 2015).
A continuación incluyo algunos versos pertenecientes a los poemas que componen Estos octubres, para que los que no tienen el libro al menos se hagan una idea de su contenido.
TEMPUS FUGIT
"Nosotros, los viejos frutos, / al mirar el brillo añejo / de fotos amarillentas,/ con qué razón comprendemos/ que la vida es algo más/ que mirarnos al espejo;/ es luchar a pecho limpio/ dejando a un lado los sueños;/ levantar por la mañana/ los andamios del esfuerzo,/ y a la noche, desarmarlos/ sin una queja, en silencio,/ con la conciencia tranquila/ y el despertador a tiempo." (páginas 20 y 21)
"Y todo ese pasado tan lejano y reciente/ lo aceptamos sin pena/ porque otro otoño viene a regalarnos/ los brindis y la vida del reencuentro,/ el beso callado de la verdad caliente,/ que es seguir caminando con luz en la mirada/ y sueños renovados en nuestros corazones,/ aunque ninguno de nosotros sea ya el mismo/ y todos ya seamos un año más mayores." (página 23)
"La mejor emoción/ es cantar con la gente/ que nos quiere y nos siente/ con luz del corazón./ Y aunque el tiempo es tormento/ por su veloz torpeza,/ tendremos la certeza/ de haber sido un momento/ racimo duradero/ de alegre compañía,/ oro puro de un día/ de un otoño sincero./ Es verdad que nos vamos/ de nuevo a otras tormentas/ de andamios y de cuentas/ que nunca deseamos./ Pero dentro de nada/ volveremos a vernos./ Y otra vez los inviernos/ serán dulce alborada." (página 25)
"Entre el agua vivida, cauce seco,/ que ya no riega el alma como entonces,/ y el río que nos lleva hacia adelante,/hacia paisajes nuevos y experiencias/ que harán de nuestros barros nuevos cuencos,/ será mejor seguir el agua viva/ y olvidar de una vez la noria vieja;/ Lavarnos de una vez la ropa sucia/ y salir como niños sin malicia/ a jugar con el sol de la mañana." (páginas 26 y 27)
LOCUS AMOENUS
"Nos enseñaron bien. Buenos maestros/ tuvieron nuestras vidas zamoranas./ Ya no oímos sus voces. Ya no vemos sus cuerpos./ Pero ¿quién de nosotros, sin perder la emoción,/ podrá decir que no siente a su lado/ el aliento constante de sus almas? Siempre irán con nosotros. Serán siempre/ la brújula que oriente nuestra marcha./ ¿Para qué la tristeza si ellos laten/ aún en nuestras venas cotidianas/ y seguirán latiendo en los caminos/ que nuestros nietos abrirán mañana? (páginas 37 y 38)
"¿Qué luces y qué sombras nos esperan?/ ¿Qué nuevas esperanzas están siendo/ creadas para el árbol zamorano/ que aún en nuestras almas sigue entero?/ Yo sé que la semilla paternal/ crece limpia en nosotros. Y el anhelo/ de hacer la cosas siempre con justicia,/ que en nosotros también sembraron ellos,/ nos unirá otra vez./ Y siempre juntos, como ramas de un mismo tronco eterno,/ seguiremos amando las raíces/ que nos convierte en sol contra el invierno." (páginas 42 y 43)
(Continuará)
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