"Octubre es el heraldo del otoño,/ de los fríos, las lluvias y las sombras,/ pero también del vino y del milagro/ de traernos aún algunas rosas. / Viajeros sin vuelta, en el camino/ vamos viendo agridulces aventuras,/ percances y accidentes familiares/ que nos dejan el alma en la penumbra./ Pero también nos salen al encuentro/ infancias renovadas, juegos, cantos,/ claridades de niños que se duermen/ en la cuna feliz de nuestros brazos." (página 59)
"Con esta luz callada del otoño/ se nos madura el corazón y, fiel/ a los demás se da como simiente/ de alianza, de paz, de entendmiento./ Tras la lluvia, limpio su rostro antiguo,/ la ciudad se despierta más humana/ y la gente camina por la calle/ como recién resucitada, nueva/ como arboleda joven junto al río." (página 61)
"Tú eres la vida,/ llevas reliquias de muchas primaveras/ cargadas en tus hombros/ y decenas de estíos curtiendo tus misterios./ En tu otoño ya tienes, cuajado de aventuras,/ lo que andabas buscando entre plumas y lunes,/ facturas de silencios y sombras de ternura:/ todo el sol para ti en playas y jardines,/ lecturas y sosiegos y amor a la familia,/ Tú eres la vida,/ la vida que fecunda los dulzores/ de todas nuestras uvas." (página 63)
"Hoy no traigo unos versos/ escritos con nostalgias,/ con doradas tristezas/ del romántico ayer./ Es tan rico el presente,/ tan caudaloso el río de la vida,/ que apenas tengo tiempo/ de pensar en la nieve/ que le dio vida un día,/ ni en el mar que mañana/ acogerá su muerte./ ¡Cuesta tanto anclar en la mirada/ o apresar con las manos algo vivo/ más allá de un instante!" (página 64)
"A estas alturas de la vida quiero/ tener tranquilidad para poder/ gozar de lo que amo: el mar en el verano,/ un crucigrama azul y las estrellas/ de espuma en la cerveza./ Y aunque el otoño corta las alas a la luz/ un poco cada día/ y la lluvia se empeña en darme su tristeza,/ a estas alturas de la vida sigo/ mirando hacia adelante,/ rellenando el impreso de la lucha/ y esperando estrenar otro paisaje," (página 65)
"De este tiempo de júbilo, de racimo hermanado,/ escojamos la esencia del vino y los abrazos/ para que, cuando un día por el camino largo/ de nuestra vida estemos a punto de dejarlo/ y los recuerdos suban con tristeza a los labios,/ podamos ver de nuevo, palpitantes, las manos/ que en racimo querido levantan estos vasos,/ y sonrientes los rostros que están a nuestro lado./ La misma luz feliz con que ahora brillamos /más tarde o más temprano vendrá para alumbrarnos/ y para consolarnos los días de los llantos." (página 68)
"Mientras el tiempo lata en nuestro pecho/ y en nuestros ojos brille, nueva,/ la luz de cada día/ sin la amenaza infiel de la tormenta./ Mientras crezcan las ramas hacia el cielo/ olvidando los lutos de la tierra,/ se poblará de canto, luz y vuelo/ el árbol que nos lleva./ Mientras sigan sonando vuestros nombres/ en racimos de fiestas,/ en anillos de versos,/ nuestro árbol vivirá su primavera." (página 70)
"Mis versos, como hojas de otoño,/ han ido cayendo en vuestras manos,/ en las copas de vino que endulzaban/ las voces enredadas en los labios./ Lo he dicho casi todo de vosotros,/ de ti y de mí, y del camino largo/ que juntos hemos ido descubriendo/ y espero que sigamos caminando./ Pero me queda todavía la ocasión/ de pedir más luz para alumbraros/ el camino que os queda recorrer,/ y tierra firme para aguantar vuestros pasos." (página 72)
"Cumplir años no es pasar/ las hojas de un calendario:/ es activar los pedales/ para hacer rodar las ruedas/ y recorrer una etapa/ de nuestra propia carrera./ Es manejar el timón/ para que el rumbo sea recto/ y, pese a la marejada,/ llevar el barco hasta el puerto./ Cumplir años es seguir/ navegando en este mar,/ recorriendo nuevas rutas/ y sin dejar de remar." (página 74)
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