Cançó a Mahalta
Corren nuestras almas como dos ríos paralelos.
Haciendo el mismo camino bajo los mismos cielos.
No podemos acercar nuestras tranquilas existencias:
entre los dos hay una tierra de cipreses y palmeras.
En los meandros amarillos de lirios, verdes de amor,
siento como si latiese, junto a mí tu corazón.
Y oigo tu agua temblorosa y amiga,
de la nieve al mar, nuestra patria antigua.
Màrius
Torres
Casa de misericòrdia
El padre fusilado,
o, como dice el juez, ejecutado.
La madre, la miseria y el hambre,
la instancia que le escribe alguien a máquina:
Saludo al vencedor, Segundo Año Triunfal,
solicito a Vuecencia dejar a los hijos
en la Casa de Misericordia.
El frío de su mañana es una instancia.
Los orfanatos y los hospicios eran duros,
pero más dura era la intemperie.
La verdadera caridad da miedo.
Es como la poesía: un buen poema,
por bello que sea, ha de ser cruel.
No hay nada más. La poesía es ahora
la última casa de misericordia.
Joan Margarit
Ciutadà sóc de dúctil territori
Soy ciudadano de dúctil territorio,
habitante de un pueblo insignificante;
en mí viven muertos sin nombre, caos
de sombrías banderas, fantasmas de Pertús.
Airado y orate, sermoneador iluso,
escribo a fuego el nombre con brea y con marfil :
tablero de ajedrez donde toman posesión
inquietudes, afanes, con clamor de Ferrús.
Soy gusano dañado y humillado, última
ola ardiente en mar de limo y fango,
grito en la noche, desesperada espera,
y me envalentono, en blanco y negro,
alma dentro enarbolando bandera:
sobre amarillo cuatro dedos de sangre.
Josep Maria Llompart
Com el vent
Como el viento que se come por las puntas
las banderas, así comenzamos
a desamarnos.
Y qué espectáculo el nuestro,
fabricando una tras otra
fallidas esperanzas.
De todos estos años, sí,
quedan bellos recuerdos,
espadas que relumbran
incluso en las tinieblas.
Pero ahora lo veo claro:
éramos un árbol que crecía
ya con hachas en las raíces.
¡Ay!, ¡cuántas veces, por las lágrimas,
se me ha borrado este poema!
Manuel Forcano
Com qui desplega
Como quien despliega entre las manos
el mapa de la isla del tesoro
y sólo le queda ir allí,
el deseo.
Ve allí.
Que nada te pare. Todo es posible.
A veces se ve la luna
en un cielo soleado.
Manuel Forcano
De mi en sé poca cosa
De mí sé poca cosa. Acaso
por eso ahora que podría
vender este cuerpo que apenas me sirve,
no ansío todavía hacerme trozos.
Fuera algún perro ladra
y el viento se cuela a través de las puertas.
Hará silbar las cañas,
si está como siempre en el rincón del agua.
No existe el presente:
todos los caminos son pregunta o recuerdo.
Miquel
Martí i Pol
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