A la vez que despido enero, doy la bienvenida a mi
nueva novela SOBRA EL ALMA, ebook que ya está en preventa en Amazon (el próximo 10 de febrero estará ya en venta).
Se trata de una novela histórica que transcurre en el
romanticismo español. Un arribista, con un pasado tenebroso en el que ha
provocado la muerte de una mujer que lo amaba, llega a Madrid con una carta de
recomendación para Mesonero Romanos. En la capital de España hará lo indecible
por conseguir abrirse camino en el mundo literario: engañar, traicionar… hasta
matar. Paralelos a la vida sin escrúpulos de Antonio Blanco Cela (así se llama el protagonista) , suceden otros hechos, como la muerte de Fernando VII, el cólera o el suicidio de
Larra, sucesos que influirán de modo determinante en el desenlace de la novela.
He aquí un fragmento de SOBRA EL ALMA:
“Blanco
se inquietó tanto que el corazón empezó a brincarle dentro del pecho,
amenazando salir disparado cuando leyó las siguientes líneas: “…y lo primero
que se me ocurre es, mi querido amigo, pedirle perdón por haberle recomendado a
un hombre que merece la mayor reprobación. Me refiero, claro está, a Antonio
Blanco Cela. Antes de seguir adelante con el relato del grave asunto que me ha
obligado imperiosamente a ponerme en contacto con usted, desearía que a estas
alturas no le hayan conducido sus acciones a una situación irremediable.
“Y
ahora intentaré ser conciso y a la vez exacto en la enumeración de los hechos
referidos al mencionado Blanco Cela, motivo central de mis preocupaciones, que
quiera Dios no sean también las suyas. Este individuo, que no tiene
calificativo, valiéndose de infames argucias, me hizo ver que era un buen
samaritano socorriéndome de un asalto nocturno por parte de unos maleantes,
cuando en realidad había tramado previamente con ellos dicho asalto. Lo único
que quería era preparar su futuro en Madrid a la vez que escapaba de la
obligación de cumplir con una mujer lo que había ofendido como un hombre, lo
que se llama en lenguaje popular matar dos pájaros de un tiro. Y lo grave fue
que causó con esa reprobable fechoría la destrucción de la familia a la que
pertenecía la joven ultrajada, a la sazón embarazada por Blanco Cela…”
Blanco
ya tenía bastante. Guardó la carta en el sobre y éste en el bolsillo de su
frac, bajo la capa. Aspiró profundamente varias veces y, algo más sereno, llamó
a la puerta.
Muy
poco duró la conversación pues Mesonero Romanos debía salir para comer con
Larra. Por lo visto a Fígaro le había llegado una nota de Dolores Armijo, en la
cual le pedía verse con él en su casa para el próximo 13 de febrero.
--Larra
abriga la esperanza—dijo Mesonero--de que ese encuentro tan repentino, después
de tanto tiempo, pueda representar para él una conciliación con Dolores. Ya le
contaré cómo va esa comida y por dónde circulan los ánimos de nuestro amigo. Y
usted, querido Blanco, ¿qué quería decirme?
--Vengo
a despedirme, don Ramón.”
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