A pocos meses de mi viaje a Bolonia, sigue muy presente el cariño que le he tomado a esta ciudad italiana. Por eso aquí quiero hacerle una especie de homenaje de agradecimiento por todo lo que he aprendido allí. En el homenaje incluyo nombres propios pertenecientes a varias disciplinas, desde la literatura hasta la vida y los monumentos de la ciudad de las torres, pasando por la pintura y el cine.
Giosuè
Carducci (Valdicastello, Toscana, 27 de julio de 1835 – Bolonia, 16 de
febrero de 1907) fue hijo de un médico rural. Pasó su infancia en la
región de Maremma antes de trasladarse a Pisa en 1853, donde estudió Filosofía
y Letras en la Universidad. Después de ejercer de profesor en diferentes
centros docentes, de 1860 a
1904 fue profesor de literatura italiana en la universidad de Bolonia, cátedra
que mantuvo durante 42 años.
Opuesto al papado, a la monarquía y al sentimentalismo
que dominaban la literatura italiana de su tiempo, fue el primer poeta que
adaptó con éxito los metros clásicos latinos a la poesía italiana moderna. En
toda su obra son notorios la afirmación de su personalidad, su rebeldía e
inconformismo —sobre todo en su época juvenil— y su anticlericalismo militante.
Su primera colección de versos fue Juvenilia
(1856–1860), a la que seguirían Levia Gravia (1861–1871), Giambi ed
epodi (1867–1879), Rime nuove (1871), Odi barbare
(1877–1889), Rime e ritmi (1890–1897), Intermezzo (1874–1886), La
canzone di Legnano (1879), Ça ira (1883) y Primizie e reliquie,
publicada póstumamente en 1928.
En su época fue traducido al castellano por el poeta José
Jurado de la Parra.
Le fue concedido el premio Nobel de Literatura en 1906.
He aquí unos ejemplos de su poesía
Balada de la alondra persuasiva
En otra madrugada,
por vientos de ceniza,
obedecí al latido de la alondra.
El cielo no era cielo todavía.
La zona del hornero,
el tiempo de la encina
se inquietaban en lento aprendizaje
y el cielo no era cielo todavía.
Hubo un encantamiento
de flor y hierba fina,
un cauteloso antaño de rocío,
y el cielo no era cielo todavía.
Septiembre constelado
de dos campanas frías
rodaba por lugares de silencio
y el cielo no era cielo todavía.
En clima de obediencia
mi pulso recorría
todo un advenimiento de corolas
y el cielo no era cielo todavía.
No regresó conmigo
la alondra persuasiva
porque me desterró de su latido
por vientos de ceniza,
obedecí al latido de la alondra.
El cielo no era cielo todavía.
La zona del hornero,
el tiempo de la encina
se inquietaban en lento aprendizaje
y el cielo no era cielo todavía.
Hubo un encantamiento
de flor y hierba fina,
un cauteloso antaño de rocío,
y el cielo no era cielo todavía.
Septiembre constelado
de dos campanas frías
rodaba por lugares de silencio
y el cielo no era cielo todavía.
En clima de obediencia
mi pulso recorría
todo un advenimiento de corolas
y el cielo no era cielo todavía.
No regresó conmigo
la alondra persuasiva
porque me desterró de su latido
cuando el cielo fue luz de mediodía.
La niebla de cuellos
rizados...
La niebla de cuellos rizados
se levanta como la lluvia.
El mar aúlla y palidece
bajo el efecto del mistral.
Pero en los caminos de la aldea,
unas cubas en fermentación
el áspero olor de los vinos
regocija el corazón.
Sobre los leños candentes,
el asador gira crepitando,
el cazador silba
y desde el umbral de su puerta, observa
entre las nubes plomizas
el vuelo de unos pájaros oscuros
que migran en el crepúsculo,
como pensamientos desterrados.
se levanta como la lluvia.
El mar aúlla y palidece
bajo el efecto del mistral.
Pero en los caminos de la aldea,
unas cubas en fermentación
el áspero olor de los vinos
regocija el corazón.
Sobre los leños candentes,
el asador gira crepitando,
el cazador silba
y desde el umbral de su puerta, observa
entre las nubes plomizas
el vuelo de unos pájaros oscuros
que migran en el crepúsculo,
como pensamientos desterrados.
Panteísmo
No os lo diré jamás, claras estrellas;
ni a ti lo diré nunca, sol fulgente.
Su nombre, hermosa flor de cosas bellas,
en mi pecho ha sonado solamente.
Las estrellas, no obstante, en sus reflejos,
mi secreto se cuentan, una a una;
por eso, puesto el sol, sonríen lejos
en todos sus coloquios con la luna.
Y una flor a otra flor con voz secreta
lo murmura en los cármenes risueños;
las aves cantan al pasar: “Poeta,
el amor te ha enseñado dulces sueños”.
Nunca dije el secreto de mi vida,
mas divino fragor el hombre clama;
y entre efluvios de acacia florecida
el gran todo murmura: “Ella te ama”.
ni a ti lo diré nunca, sol fulgente.
Su nombre, hermosa flor de cosas bellas,
en mi pecho ha sonado solamente.
Las estrellas, no obstante, en sus reflejos,
mi secreto se cuentan, una a una;
por eso, puesto el sol, sonríen lejos
en todos sus coloquios con la luna.
Y una flor a otra flor con voz secreta
lo murmura en los cármenes risueños;
las aves cantan al pasar: “Poeta,
el amor te ha enseñado dulces sueños”.
Nunca dije el secreto de mi vida,
mas divino fragor el hombre clama;
y entre efluvios de acacia florecida
el gran todo murmura: “Ella te ama”.
Giorgio Morandi nació en el seno de una familia en la que compartió espacio con otros siete
hermanos. En 1907, tras un breve periodo laboral en la misma empresa en la que
trabajaba su padre, recibió instrucción artística en la Academia de Bellas
Artes de Bolonia. En un viaje que realizó por esa época a Florencia, descubrió
la obra de los primitivos renacentistas italianos, Giotto, Masaccio y Uccello,
a los que estudió siguiendo el prisma cezanesco (por Paul Cézanne), artista a
quien había descubierto poco tiempo antes.
En un primer momento siguió a los futuristas y al
movimiento Novecento italiano, tras establecer contacto con Boccioni y Carrà,
siendo invitado a participar en la exposición futurista celebrada en el Palacio
Baglioni de Bolonia, y en la muestra Libera Futurista de Roma. Tras su amistad
con Giorgio de Chirico su obra comenzó a influenciarse por la de éste. En 1927
participó en la primera exposición del movimiento novecentista, vinculado con
el régimen de Mussolini. Poco a poco su estilo fue definiéndose e
independizándose del De Chirico. Parte esencial de su iconografía comenzaron a
ser los utensilios de la vida diaria: vasos, botellas, etc. Dichos objetos,
colocados sobre una mesa, se convertían en los máximos protagonistas de sus
cuadros. Seguía así a su admirado Cézanne en la elección de los bodegones
sencillos como medio de expresión de su pintura.
En 1945 se celebró su primera exposición individual,
en la galería Fiore de Florencia. Entre 1930 y 1956 Morandi fue profesor de grabado
en aguafuerte en la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal. En 1948 fue
premiado con el primer premio en la Bienal de Venecia. Visitó por primera vez París
en 1956, siendo galardonado al año siguiente con el gran premio en la Bienal de
São Paulo.
En 1960 el director Federico Fellini rendiría tributo
a Morandi en su largometraje La Dolce Vita, donde aparecían algunas de
sus pinturas.
Giorgio Morandi fallecería en 1964 en su ciudad natal.
En el año 2001 el Museo Morandi abriría sus puertas en una sección del Palazzo
d'Accursio, sede del gobierno local de Bolonia.
Pier Paolo Pasolini. Nació en Bolonia, ciudad de tradición política izquierdista, pero de niño le llevaron por numerosas ciudades.
Según dijo, él era hijo de una familia representativa
de la unidad italiana: «Mi padre desciende de una antigua familia noble de la Romaña;
mi madre, por el contrario, procede de una familia de campesinos friulanos que
alcanzaron la condición pequeño-burguesa. La madre de mi madre era piamontesa,
pero con vínculos con Sicilia y la región de Roma». Su padre fue un
soldado que se hizo famoso por salvar la vida de Benito Mussolini cuando el
joven Anteo Zamboni atentó contra su vida.
Pasolini empezó a escribir poemas a los siete años de
edad y publicó por primera vez a los 19, mientras se encontraba estudiando en
la Universidad de Bolonia. Fue reclutado durante la Segunda Guerra Mundial;
posteriormente, fue capturado por los alemanes, pero logró escapar. Al
finalizar la guerra, se unió al Partido Comunista Italiano en Ferrara, pero fue
expulsado dos años después según comunicó el PCI en el periódico L’Unità
el 26 de octubre de 1949: "Con fecha del 26 de octubre la federación del
PCI de Pordenone ha resuelto expulsar del partido por indignidad moral a D.
Pier Paolo Pasolini, de Casarsa. Los hechos que han determinado tan graves
medidas disciplinarias contra el poeta Pasolini , nos dan la ocasión de denunciar
una vez más las deletéreas influencias de determinadas corrientes ideológicas y
filosóficas, como las de los Gide, Sartre y demás celebrados poetas y literatos
que se las dan de progresistas cuando, en realidad, adoptan los aspectos más
deletéreos de la generación burguesa”.
Fue asesinado el 2 de noviembre de 1975, en
circunstancias aún no aclaradas completamente.
En 1957 publicó los poemas de Le ceneri di Gramsci
(Las cenizas de Gramsci, Premio Viareggio de 1957) y al año siguiente
L'usignolo della Chiesa cattolica (El ruiseñor de la Iglesia católica). En 1960
dio a la imprenta los ensayos Passione e ideología, y en 1961 otro libro de
versos, La religione del mio tempo.
Se destacan los ensayos Sobre la poesía dialectal (1947),
La poesía popular italiana (1960) y Escritos corsarios (1975); las antologías
Poesía dialectal del siglo XX (1955) y Antología de la poesía popular (1955).
Por otro lado, son fundamentales sus obras poéticas: La
mejor juventud (1954), Las cenizas de Gramsci (1957), La religión
de mi tiempo (1961) y Poesía en forma de rosa (1961–1964).
Asimismo destacan en la literatura italiana de
posguerra sus novelas Muchachos de la calle (1955), Una vida violenta
(1959) y Mujeres de Roma (1960), y los dramas Orgía (1969) y Calderón
(1973).
Su obra poética, igual que su obra ensayística y
periodística, polemiza con el marxismo oficial y el catolicismo, a los que
llamaba «las dos iglesias» y les reprochaba no entender la cultura de sus
propias bases proletarias y campesinas. Juzgaba asimismo que el sistema
cultural dominante, sobre todo a través de la televisión, creaba un modelo
unificador que destruía las culturas más ingenuas y valiosas de las tradiciones
populares.
El senador Marcello DellŽUtri del partido Forza
Italia, anunció el 2 de marzo de 2010 poseer el capítulo dado por perdido de Petróleo,
el libro póstumo de Pasolini donde investiga sobre algunos asesinatos cometidos
en los años 70. Según los expertos, los datos que ofrece en el libro y sobre
todo en ese capítulo desaparecido, conducirían hacia los asesinos de Enrico
Mattei, presidente de la petrolera ENI, fallecido en 1962 en un accidente aéreo
envuelto en el misterio y la del propio Pasolini. De ahí el título del libro de
investigación de Pasolini, Petróleo, que fue publicado en 1992 sin ese
capítulo.
Se inició en 1961 como director, y al poco tiempo creó
una suerte de segundo Neorrealismo, explorando los aspectos de la vida
cotidiana, en un tono cercano al de la Commedia dell'arte, centrando su
mirada en los personajes marginales, la delincuencia y la pobreza que arrastra Italia
desde la posguerra, y estableciendo un estilo narrativo y visual en el que
priman el patetismo y la ironía sobre el humor grueso y a veces sórdido de sus
historias.
Debuta en 1961 con una película en clave neorrealista
pero que abarca mucho más y sorprende a la crítica: Accattone, en la que
inicia su relación personal y profesional con uno de sus actores fetiche (Franco
Citti), quien, junto a su hermano Sergio Citti, había sido alumno de Pasolini
cuando era profesor. Su segunda película, Mamma Roma (1962), es una obra
ya plenamente neorrealista que se convierte casi desde su estreno en una de las
cumbres del cine italiano de los 60, y que cuenta con una de las
interpretaciones más aplaudidas de la memorable actriz Anna Magnani. Con El
Evangelio según San Mateo (1964), Pasolini rompe con su trayectoria
anterior (recordemos que Pasolini era un reconocido ateo, y que en 1963 fue
condenado a 4 meses de cárcel por sus posiciones anticlericales en el film Ro.Go.Pa.G.),
aunque no traiciona sus obsesiones personales ni las constantes de su cine, al
presentar el pasaje bíblico en una lectura marxista (consecuentemente con su
ideología de izquierda). A pesar de todo, el director de L'Osservatore
Romano, Giovanni Maria Vian, la calificará como «una de las más bellas
jamás rodada sobre la vida de Jesús».
Pajaritos y pajarracos (1966) es una de sus
mejores obras (pese a las ya magníficas dos anteriores). Parábola política y
humanística, inmortalizó al entrañable actor cómico Totó en una inolvidable
creación, y es una película donde la música se hace protagonista de un modo
único. Edipo Rey (1967), fue la primera cinta con guión ajeno, la famosa
obra teatral de Sófocles, llevada al cine ese mismo año en una versión inglesa
de menor repercusión comercial que ésta, que contaba entre su reparto con la
maravillosa Silvana Mangano y uno de los actores favoritos del director, Laurent
Terzieff. Teorema, estrenada en 1968, supone la consagración
internacional de Pasolini, dotándole de un prestigio que incluso atrapó al
público mayoritario. En ésta, sobresalen los trabajos de Terence Stamp y Laura
Betti enmarcados ambos en una atmósfera sórdido-sensual que levantó algunas
ampollas en su tiempo. Pocilga (1969), fue una de sus obras más crudas y
realistas, de enorme polémica en su momento, se la consideró degradante,
provocadora y obscena, lo que no evitó bastante éxito en los cines europeos. Medea
(1970), con la diva Maria Callas entre el reparto, supone su segunda y mejor
actualización-revisión-adaptación de una obra teatral de la Grecia clásica
—esta vez de Eurípides—.
Los años 1970 se inician con la llamada Trilogía de
la vida (integrada por El Decamerón, 1971; Los cuentos de
Canterbury, 1972; y Las mil y una noches, 1974). Pasaron por los
festivales de cine de Cannes, Berlín o Venecia con éxito crítico-comercial y
definieron la deriva del último Pasolini hacia propuestas más libres y menos
narcisitas (pese a que esta trilogía enseña prácticamente lo contrario de cara
al espectador). En 1971 aparece una curiosa película con el título de Los
cuentos de Pasolini, dirigida por Sergio Citti, que aprovecha el tirón
comercial del italiano y de Ninetto Davoli (su otro actor fetiche) de cara a la
taquilla. Un poco antes, en 1970, había aparecido otra película que «copiaba»
el estilo pasoliniano y «adoptaba» a alguno de sus actores: Ostia,
dirigida por Sergio Citti y guionizado por Pasolini.
La carrera del cineasta se trunca cuando, en 1975, se
estrena en los cines una película que convulsiona a toda la sociedad italiana y
hace que el autor sea objeto de multitud de amenazas de muerte y presiones
incluso políticas: Salò o los 120 días de Sodoma, en la que Pier Paolo
adopta un tono autocrítico hacia algunos pasajes de su obra anterior y en la
que adapta al Marqués de Sade con toda crudeza y con la mayor libertad con la
que un creador se haya dotado a sí mismo nunca, desdibujando los límites
convencionales y cinematográficos que encierran el erotismo, pornografía,
expresión, sadismo, provocación y degradación humanas.
Esto no evitó que, a raíz de esta última película y en
circunstancias aún no del todo aclaradas, Pasolini muriera asesinado a manos de
un joven marginal, que lo embistió con su propio coche, en el balneario popular
de Ostia. Era para entonces un intelectual ampliamente reconocido y gozaba de
una posición económica acomodada pero, como se ha comentado, la polémica que le
rodeó en vida se agudizó en los últimos tiempos, y la Italia «oficial» de la
época acabó por hacerle pagar. Así, durante las primeras investigaciones, las
declaraciones del presunto asesino acerca de que lo había matado debido a que
el director le proponía tener relaciones sexuales, no convencieron a toda
Italia y siempre flotaron en el ambiente las teorías de que ciertas personas
poderosas del gobierno deseaban muerto al director debido a las críticas que
hacía continuamente a través de sus películas, sus libros y sus discursos
políticos a la vez que el día de su asesinato desconocidos lo habían llamado
para chantajearlo y devolverle rollos con escenas inéditas de Salò.
La noche antes de morir dio una entrevista, hoy
famosa, a Stampa Sera, en la que recuerda el peligro del fascismo.
En abril de 2005, unas nuevas declaraciones del
supuesto asesino, quien aseguraba que fueron en realidad tres jóvenes los que
le quitaron la vida a Pasolini aquella fatídica noche de noviembre de 1975,
provocaron que un amplio sector del entorno político y cultural de Italia pidiese
la reapertura del caso para esclarecer el crimen.
Tras su muerte, se han realizado diversos homenajes y
películas documentales que analizan su figura desde distintas percepciones,
tanto biográficas al uso como ensayísticas sobre su repercusión a nivel
internacional, su eco en el cine posterior, la verdadera dimensión de su
universo personal, etc.
La ciudad
Bolonia también tiene la mayor feria italiana después de la de Milán: Motorshow es la exposición automovilística más importante del mundo (1,3 millones de visitantes por año), famosa además en el mismo rubro por tener al constructor de automóviles deportivos Lamborghini dentro de su localidad (Villa Santa Agata), además del constructor de motocicletas Ducati una de las marcas punteras en el campeonato de MGP.
Son numerosos los restaurantes especialistas en la dieta
mediterránea, sobre todo, en la elaboración del plato típico de la ciudad, los tagliatelle
a la boloñesa o tortellini in brodo (tortellini en sopa). También es típico
acompañar la pasta de una buena copa de vino Sangiovese.
Bolonia es conocida por el atentado terrorista que los
neofascistas Valerio Fioravanti y Francesca Mambro cometieron el 2 de agosto de
1980 en la estación de ferrocarril (la más importante del norte de Italia). En
el atentado murieron 85 personas y unas 200 resultaron heridas.
Bolonia ha sido y es una de las ciudades clave en el
movimiento obrero y alternativo italiano y europeo. Ha sido lugar de congresos
y agitación obrera. Primero como núcleo duro socialista y, después de 1945, comunista.
Así, desde 1946 a
1999 ha
sido gobernada ininterrumpidamente por el comunista PCI (desde 1991 a 1999 por su heredero
socialdemócrata PDS-DS) y nuevamente, desde 2004, tras el paréntesis de
gobierno local de centro-derecha de 1999-2004 (alcalde Giorgio Guazzaloca),
acontecimiento que causó gran impresión en el panorama político italiano.
La Carta o Estatutos de Bolonia, redactados en 1248,
son el documento masónico original más antiguo que se conoce.
La ciudad de Florencia está a tan sólo 90 km y Parma está sólo
a algo más de una hora en tren. Además, Venecia esta a 150 km al noreste.
En Bolonia, el 6 de agosto de 1221, falleció Santo Domingo
de Guzmán, uno de los más grandes defensores y propagadores de la Iglesia
católica. Fue canonizado por Gregorio IX en 1234 y sus restos descansan en la basílica
de Santo Domingo, del convento de Predicadores de Bolonia (San Domenico), en
una bellísima y artística capilla.
Piazza Maggiore - Es la plaza principal de la ciudad y está flanqueada por grandiosos y nobles edificios; frente a San Petronio está el Palacio del Podestá (siglo XIII), sede del Ayuntamiento, reconstruido a finales del siglo XV; en el lado este se halla el Palacio de los Bancos, edificio del siglo XVI debido a Vignola; junto a la iglesia, el Palacio de los notarios (siglos XIV-XV); y en el lado oeste surge el Palacio Comunal (siglos XIII-XV).
San Petronio - Es una de las iglesias más
grandes de las existentes; fue proyectada en 1390 por Antonio di Vincenzo y
erigida a intervalos en los siglos XV, XVI y XVII.
La parte inferior de su fachada está revestida por
mármoles y la superior quedó inacabada. El hermoso portal central, fue
comenzado por Jacopo della Quercia en 1425 y modificado en parte en el siglo
XVI; lo decoran interesantes bajorrelieves; los portales laterales se deben a
varios artistas del siglo XVI.
Su vasto interior es gótico, con tres naves y capillas
laterales cerradas por barandillas (algunas de ellas están iluminadas por
bonitas vidrieras del siglo XV); en la primera y en la cuarta de la izquierda
hay frescos de Giovanni de Módena (1379-1455), en la séptima una Virgen con
Santos de Lorenzo Costa; al fondo a la izquierda se halla el Museo; también es
interesante el cuadrante solar del pavimento.
La tribuna que domina el altar mayor es de Vignola; en
la nave capilla de la nave derecha, hay una estatua de San Antonio atribuida a
Sansovino, en la sexta un retablo de Lorenzo Costa con San Jerónimo y en la
quinta una Piedad de Amico Aspertini.
En esta iglesia en 1530, fue coronado Carlos V.
San Francesco - Es una hermosa iglesia gótica (restaurada ampliamente después de los bombardeos de 1943) que fue edificada hacia mediados del siglo XIII, son evidentes las influencias de la arquitectura francesa en las capillas radiales y en los arcos por tranquil del ábside, frente al que se hallan las tres Arcas de los Glosadores (comentaristas de obras jurídicas, siglo XIII).
Su interior conserva un retablo de los Dalle Masegne.
También son interesantes los claustros.
Las dos Torres (Due Torri) - Estas dos célebres
torres medievales caracterizan el panorama de la ciudad. La Torre de los
Asinelli (97,60 metros)
fue erigida en el siglo XII, quizás por la familia homónima, pero es más
probable que la alzase la Comuna para que sirviera de torre de vigía; desde su
cima se abarca con la mirada toda la ciudad; la Garisenda (48,16 m) es mucho más
inclinada y se le atribuye quizás a la familia Garisendi; fue construida a
finales del siglo XI.
Pinacoteca Nacional - Fue constituida en el
siglo XIX y ofrece gran interés por sus pinturas de escuela emiliana de los
siglos XIV al XVIII.
En la Sección de los Primitivos hay obras de Vitale da
Bologna (San Jorge y el dragón), Giotto y ayudantes (Virgen y Santos), Simone
dei Crocifissi y Jacopino da Bologna.
En la sección del Renacimiento: pinturas de los Vivarini
de Cima, Costa, Rafael (el Éxtasis de Santa Cecilia), Parmigianino (Virgen de
Santa Margarita), Francia y Roberti.
En la sección del Barroco: obras de los Carracci (la
Anunciación, de Annibale), de Guido Reni, Domenichino, Crespi y Guercino.
La fuente de Neptuno
La estatua fue promovida por el Cardenal Legado de
Bolonia Carlos Borromeo, el cual deseaba reordenar el área de la Plaza Mayor,
con la ayuda del obispo Pier Donato Cesi.
La estatua habría tenido el objetivo de simbolizar el
auspicioso gobierno del papa recientemente electo, y tío materno de Borromeo, Pío
IV.
La obra fue proyectada por el arquitecto y pintor
palermitano Tommaso Laureti en 1563 y fue coronada por la imponente estatua en bronce
del dios Neptuno del escultor manierista flamenco Jean de Boulogne da Douai,
llamado Juan de Bolonia, quien deseaba redimirse luego de la derrota en el
concurso por la Fuente de Neptuno en la Plaza de la Señoría de Florencia.
Para la construcción de la fuente (terminada en 1565)
fue derribada entera una cuadra (manzana urbana) de la ciudad, y los gastos
fueron repartidos entre las casas y las bodegas adyacentes.
El suministro de agua de la fuente tomó lugar con la
construcción de la obra de captación de los bagni di Mario (cisterna
subterránea con decoraciones renacentistas, hoy extremadamanete deteriorada) y
potenciada reestructurando la antigua fonte Remonda (que funciona aún
bajo el convento de San Michele in Bosco) y convergiendo sus aguas hacia
la plaza.
Se dice que Juan de Bolonia quería realizar al Neptuno
con genitales más grandes pero la iglesia se lo prohibió. El escultor de todos
modos no se rindió y de hecho diseñó la estatua de manera que desde un ángulo
particular el pulgar tensado de la mano izquierda parezca emerger del bajo
vientre, en un modo parecido a un pene erecto. En su época, las señoras de
Bolonia se turbaban al ver al Neptuno, por lo que la iglesia tuvo que ponerle
unos pantalones de bronce a la estatua. Toda la fuente tiene de todos modos un
fuerte carácter erótico; por ejemplo, las ninfas de las esquinas rocían agua
por los pezones.
La leyenda narra que antes de un examen importante el
estudiante que quiera tener la fortuna de su parte debe girar dos veces en contra
de las agujas del reloj alrededor de la fuente, tal como hizo Juan de Bolonia
alrededor del pedestal reflexionando sobre el proyecto de realización del
Neptuno, dando así inicio a su fortuna y a su expiación por la "derrota
florentina".
La Montagnola
El Parque de Montagnola
es un parque público en Bolonia, Italia; debe la
construcción original (1805) al gobierno napoleónico , quien encargó el diseño
del parque de Giovanni Battista Martinetti. La
base del parque contiene las ruinas del Castello di Galliera del siglo XIV, que
luego conduce a una escalera escenográfica (1893-1896), diseñada por Tito
Azzolini y Attilio Muggia . Las escaleras están
decoradas con relieves escultóricos y estatuas inspiradas en la historia de
Bolonia, completadas por Arturo Orsoni, Pietro Veronesi , Tullo Golfarelli , Ettore
Sabbioni y Arturo Colombarini . La cuenca
central de los parques fue terminada para la Exposición de la Provincia de
Emilia en 1888, por diseño de Diego Sarti.
El jardín Montagnola es
una de las zonas verdes más antiguos y central de la ciudad de Bolonia , se
abrió por primera vez en el siglo XVII . Se
encuentra al norte del centro histórico de la ciudad, junto a las paredes del
último círculo y se levanta sobre las ruinas del palacio construido por Bertrand
del Pouget para acoger el Papa y su corte, posteriormente destruidas por
aclamación popular.
Se accede a ella por un lado a
través del Pincio en Bolonia, construido en 1896 según el proyecto de Tito
Azzolini y Attilio Muggia , en la base hay una fuente esculpida por Diego Sarti
y Pietro Veronesi ; en el otro lado, la entrada
se encuentra en Via Irnerio, frente a la plaza el 8 de agosto, a los lados de '
monumento del mismo nombre .
Dentro del parque se encuentra
una piscina circular construida en Emilian Exposición de 1888 que contiene las
esculturas de animales a manos de Diego Sarti .
En la plaza exterior,
cuadrado, el 8 de agosto, y en el camino interior del parque, cada viernes y
sábado hay un gran mercado llamado "El Paso", también conocido como
mercado "Montagnola".
El Parque
Montagnola fue el primer jardín público real
en Bolonia y es el único de cierto tamaño en el centro de la ciudad. Su ubicación entre la estación de tren y la estación de
autobuses del autobús hace, por un lado, un lugar estratégico de la ciudad - de
hecho, es casi la "puerta trasera" el acceso a los que vienen de fuera
- el otro lugar una reunión.
Nacido sobre las ruinas de la
fortaleza de Porta Galliera, con un aspecto muy diferente de la actual, que se
pretendía en parte por el público en 1662.
El diseño final del parque se debe a la época napoleónica y en cierta medida el mismo Napoleón, que, en los tres días que se detuvo en Bolonia, estaba ansioso por dar a la ciudad algunos signos de lo general a la francesa.
El diseño final del parque se debe a la época napoleónica y en cierta medida el mismo Napoleón, que, en los tres días que se detuvo en Bolonia, estaba ansioso por dar a la ciudad algunos signos de lo general a la francesa.
El 8 de agosto, 1848
Montagnola Park es el telón de fondo de una importante batalla del
Risorgimento, la que determina la expulsión de los austriacos de la ciudad
después de un levantamiento popular. A finales
del siglo XIX, el parque está equipado con una nueva entrada espectacular en el
lado que mira hacia la reciente construcción de la estación.
En 1903 fue inaugurado el monumento a los caídos de la octava
agosto de Pasquale Rizzoli (1871-1953), claramente visible en el lado opuesto
de la plaza que lleva su nombre a partir de esta fecha.
Ya desde la plaza de la
estación se puede echar un vistazo a la escalera de entrada monumental que data
de finales del siglo XIX - Pincio en Bolonia, realizado en 1896 según el proyecto de Tito Azzolini y
Attilio Muggia, en la base hay una fuente esculpida por Diego Sarti y Pietro
Veronesi.
Dentro del parque se encuentra
una piscina circular construida en Feria de Emiliana de 1888 que contiene las
esculturas de animales a manos de Diego Sarti.
Recordado por escritores famosos como Montesquieu y Stendhal, el parque alberga dentro de algunos plátanos centenarios impresionantes, así como filas de Linden y castaños de Indias. Una más sugerente de ver el parque de la Piazza VIII Agosto, donde el viernes y sábado se encuentra uno de los mercados más importantes de Bolonia con trajes de protección, ropa de cama, telas, zapatos, herramientas utilizadas, y artesanías. Los días de mercado, especialmente en los meses cálidos, se convierte en un lugar de encuentro para cientos de jóvenes.
Recordado por escritores famosos como Montesquieu y Stendhal, el parque alberga dentro de algunos plátanos centenarios impresionantes, así como filas de Linden y castaños de Indias. Una más sugerente de ver el parque de la Piazza VIII Agosto, donde el viernes y sábado se encuentra uno de los mercados más importantes de Bolonia con trajes de protección, ropa de cama, telas, zapatos, herramientas utilizadas, y artesanías. Los días de mercado, especialmente en los meses cálidos, se convierte en un lugar de encuentro para cientos de jóvenes.
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