viernes, 6 de noviembre de 2009

POEMAS RESCATADOS




Monólogo interior es un poemario de edición casera que data de 1998, del que guardo recuerdos imborrables ya que por aquel tiempo empecé a recuperar el tiempo y el ánimo perdido por un revés laboral que hoy, jubilado y tras una docena de años de trabajo en la Enseñanza Pública, he olvidado felizmente. Y como vio escasa luz y fue acunado en pocas manos, hoy quiero empezar el rescate de algunos poemas.




Los tres primeros son los siguientes:


LLUVIA EN EL CAMPO







Suena a madre y a futuro
esta lluvia sobre el campo,
esta lluvia que labora
sin ayudas, sin heraldos.
Su ejército de alfileres
besa a la tierra sin daño
y hace en la sombra caliente
su silencioso trabajo.

En este perfume a surco
mojado vemos el cálido
beso que la tierra vuelve
al cielo que la ha besado.

La labor más eficaz
no es la que se hace gritando:
es la que se hace poniendo
en ella el alma y las manos.





SABER DE ÉL




Yo quería saber qué era de él,
de su mirar atento a las murallas
por aquella ventana que le hacía
esclavo de la historia y la nostalgia.

Y una carta lejana me decía
que se habían derrumbado las murallas,
que la ventana tenía en vez de vidrios
ladrillos y argamasa

y que al fin el poeta había encontrado
la libertad sin noches y sin albas.




PASEO OTOÑAL

Para Luque

De repente, entre viñas agotadas
apareció la muerte traicionera
en algunos cartuchos oxidados
y en la piel de una liebre casi tierra.

En barrancos de luz las encendidas
granadas esperaban nuestras manos
mientras los olivares despedían
la magia de sus tordos amagados.

En las almas soplaba el viento frío
y en los ojos luchaban los paisajes
por no ceder a octubre sus matices
de amor y de esperanza aquella tarde.

Nuestras sombras, de vuelta, se alargaban
sobre la tierra arada de las mieses
y a lo lejos lloraban los senderos
entre lutos de escuálidos cipreses.


No hay comentarios:

Publicar un comentario