miércoles, 31 de octubre de 2012

MEMORIAS DE UN JUBILADO

Hablar de libros (I)

Hablar de libros ha sido siempre algo inherente a mi persona y mi profesión. Los que me conocen bien, saben que nací con un libro bajo el brazo (ya sé que la expresión más habitual es nacer con un  pan bajo el brazo). Hasta paseando o yendo de visita llevaba siempre un libro en bandolera. Del tebeo pasé rápidamente a la novela del Oeste o del FBI y, pronto, a los libros que se llamaban antes serios, la novela de estilo y la poesía de corazón y humanidad. Desde aquel primer Bécquer del Bachillerato hasta el Kindle (biblioteca de una sola página) que me acompaña ahora en mis viajes como uno de mis mejores amigos, han pasado muchos años, muchas lecturas en las aulas, muchas presentaciones de libros de compañeros de letras y aventuras literarias. Una compañera de estas últimas es la poetisa castellonense Encarna Fontanet, a la que conozo y trato desde aquellas tertulias barcelonesas en casa del maestro de poetas José Jurado Morales, de tan buena memoria. Hasta hace muy poco fue compañera de premios y jurados, recitales y presentaciones. Yo mismo tuve el honor y privilegio de presentar algunos de sus siempre exquisitos poemarios, Amaranto, En mitad del ahora, Cuando la lluvia quema... y hasta llegué a prologar un libro que Encarna escribió para acercar la poesía a los chicos en edad de estudiar titulado Desde oscuros limos.
 
 
Pues bien, ahora me toca hablar del último de sus libros, Ante los tres peldaños, que mereció el premio de Poesía Almedina de 2011 (Encarna Fontanet cuenta en su haber con numerosos galardones y reconocimientos), que la Fundación Al-Aissiya acaba de publicar en una edición torpe y apresurada que desmerece la exquista poesía que contiene. Y como lo que interesa siempre del libro es su contenido a él voy. Por lo que yo he visto, Ante los tres peldaños es sin duda el libro más místico y profundo de la autora. Desde la métrica a los recursos expresivos empleados, pasando por los temas que una y otros visten con una precisión inigualable, todo en el libro es elaborado y de la más alta calidad. No en balde el número de poemas es el mágico 90, múltiple de 3, presente en el titulo del libro, así como el número de los versos que componen dichos poemas, que van desde ese único verso que forma el magistral poema de la página 73: "Hacia Ti, en Ti, recorro mi sendero", hasta los dieciséis de la página 13 del poema que canta su querida tierra de Liendo. Poemas formados por versos de sílabas impares, desde trisílabos a alejandrinos, aunque los más empleados son los heptasílabos y endecasílabos, cuya combinación da lugar a eufónicas composiciones donde las haya y que tan sabiamente emplearon nuestros mejores poetas( Garcilaso, fray Luis de León, san Juan de la Cruz, Bécquer, Antonio Machado y un largo etcétera).

martes, 30 de octubre de 2012

SOLILOQUIOS DE MALA UVA

Viajes para borregos

 
Hace poco tuve la ocasión de vivir en mis propias carnes las vicisitudes originadas por una agencia de viajes creada para aborregar  y martirizar a sus clientes. El nombre de la agencia no lo voy a decir, por supuesto, aunque sí daré un par de pistas. Su sede se halla en una población de la Costa Brava catalana y el nombre rima con secreto. Y el secreto de la agencia es hacer vivir al cliente el calvario que vivió nuestro redentor. Primera estación: el viajero se levanta a las cuatro de la mañana para coger el autobús; segunda estación, el viaje viaja en un autobús viejo e incómodo; tercera estación: el autobús despierta al viajero, que había intentado echar una cabezadica para recuperar el sueño perdido, deteniéndose en una bar de carretera para desayunar  a las seis de la mañana; cuarta estación: el viajero se ve obligado a escuchar una colección de pasodobles y chistes verdes por la radio del autobús; quinta estación: el viajero tiene que oír informaciones erróneas o dudosas de la guía que lo acompaña en el viaje; sexta estación: el viajero está obligado a visitar en tiempo récord e inflexible los monumentos y lugares principales de la primera población incluida en el recorrido del viaje; séptima estación: el viajero debe comer a una hora exacta, ni antes ni después, y en un lugar del restaurante destinado al rebaño, digo grupo de la agencia; octava estación: el viajero se ve privado de visitas incluidas en el itinerario del viaje sin derecho a protestar; novena estación: el viajero se ve obligado a pernoctar en una habitación angosta y con ventanas con vistas a un muro; décima estación: el viajero contempla con resignación cómo los camareros lo tratan como a una servilleta, que, por cierto, siempre es de papel; undécima estación: el viajero come y cena, en pleno verano, caldos y sopas de ajo de primero; duodécima estación; el viajero debe asistir como un estoico convencido a la charla de dos horas sobre la venta de unos artículos que dirige un comercial engreído y mal educado. Bueno, este martirio abarca el resto de las estaciones del viacrucis que el viajero debe sufrir si viaja en la agencia que rima con secreto. Sólo falta que el viajero aprenda a balar. Pero algo he aprendido de este viaje: A NO VOLVER A VIAJAR CON ESTA AGENCIA.

lunes, 29 de octubre de 2012

ANTOLOGÍA COMENTADA DE LA POESÍA ESPAÑOLA


4. SAN JUAN DE LA CRUZ  (Poesía mística)

       
      San Juan de la Cruz (1542- 1591) nació en Fontiveros (Ávila). En Salamanca estudió Artes y Filosofía. Tras un encuentro con Santa Teresa, abrazó el Carmelo y contribuyó a su reforma. Como carmelita descalzo que era, los calzados le hicieron la vida imposible hasta lograr que sufriera prisión en Toledo. Tras salir de la cárcel, su vida fue un ir de un convento a otro en ciudades diferentes: Beas, Baeza, Granada, Peñuela... Aquí fue relevado de su cargo de vicario provincial y vivió casi prisionero. Finalmente, murió en Úbeda.

    Su obra poética es excepcional aunque breve: Dos glosas a lo divino (ejemplo: "Sin arrimo y con arrimo"), Tres coplas (ejemplo: "Entréme donde no supe"), Nueve romances(ejemplos: "En el principio moraba", "Encima de las corrientes"), Dos canciones a lo divino (ejemplo: "Qué bien sé yo la fuente que mana y corre"), y las más importantes: Cántico espiritual o Canciones entre el alma y el esposo, Llama de amor viva y Noche oscura del alma, en las que se cumplen las tres vías de la escala mística.

    En Noche oscura del alma ésta, una vez que el cuerpo está sosegado, purificado (vía purgativa), inicia un camino hacia la luz, que nada tiene que ver con la del día.

    En Cántico espiritual, el alma va buscando al esposo en las criaturas de la naturaleza, y éstas le contestan que en la belleza que tienen está Él.

    Finalmente, en Llama de amor viva, tiene lugar la unión apasionada del alma con Dios:
    "¡Oh llama de amor viva,
    que tiernamente hieres
    de mi alma en el más profundo centro!..."

     Si en el fondo san Juan de la Cruz se inspira preferentemente en la Biblia, respecto del estilo, es algo más complejo. Si en general emplea la lira de Garcilaso para modular la exquisita y musical expresión de la mayoría de sus composiciones, también es verdad que cada una de sus obras lleva un sello especial. En Cántico espiritual, por ejemplo, destacan las imágenes y el colorido; en Noche oscura del alma, la delicadeza misteriosa con que se expone la búsqueda de Dios que efectúa el alma valiéndose sólo de la luz de su corazón; en Llama de amor viva, la deslumbrante y exquisita manera de pintar la pasión amorosa. Etcétera. Pero hay que añadir un rasgo de san Juan de la Cruz hasta el momento ausente en los poetas del siglo XVI, y es el empleo de variedad de símbolos; así, la naturaleza que aparece en sus versos: montes, ríos, valles, fronteras, fuentes... le sirven al poeta para representar el mundo espiritual (tentaciones, pecados, virtudes...).

     El texto escogido es un fragmento del Cántico espiritual. En medio de una naturaleza trascendente, el Alma, que busca el amor de su Amado, le pregunta primero a Él y luego a las criaturas sobre su paradero. Tras la respuesta que éstas le dan, la Esposa expone su queja.

     
     
    Canciones entre el alma y el Esposo

    Esposa

    "¿Adónde te escondiste,
    Amado, y me dejaste con gemido?
    Como el ciervo huiste,
    habiéndome herido;
    salí tras ti clamando y eras ido.

    Pastores los que fuereis
    allá por las majadas al otero,
    si por ventura viereis
    Aquel que yo más quiero,
    decidle que adolezco, peno y muero.

    Buscando mis amores,
    iré por esos montes y riberas,
    ni cogeré las flores,
    ni temeré las fieras,
    y pasaré los fuertes y fronteras.


    Pregunta a las criaturas

    ¡Oh bosques y espesuras,
    plantadas por la mano del Amado!
    ¡Oh prado de verduras,
    de flores esmaltado,
    decid si por vosotros ha pasado!”

     
    Respuesta de las criaturas

    “Mil gracias derramando
    pasó por estos sotos con presura,
    y, yéndolos mirando,
    con sola su figura,
    vestidos los dejó de su hermosura.”

     
    Esposa

    “¡Ay! ¿Quién podrá sanarme?
    Acaba de entregarte ya de vero.
    no quieras enviarme
    de hoy ya más mensajero,
    que no sabe decirme lo que quiero.

    Y todos cuantos vagan
    de ti me van mil gracias refiriendo,
    y todos más me llagan,
    y déjanme muriendo
    un no sé qué queda balbuciendo.

    Mas, ¿cómo perseveras,
    ¡oh vida!, no viviendo donde vives,
    y haciendo porque mueras
    las flechas que recibes
    de lo que del Amado en ti concibes?

    ¿Por qué, pues has llagado
    a aqueste corazón, no le sanaste?
    Y pues que lo has robado,
    ¿por qué así le dejaste,
    y no tomas el robo que robaste?

    Apaga mis enojos,
    pues que ninguno basta a deshacellos,
    y véante mis ojos,
    pues eres lumbre de ellos,
    y sólo para ti quiero tenellos.

    Descubre tu presencia,
    y máteme tu vista y hermosura;
    mira que la dolencia
    de amor, que no se cura
    sino con la presencia y la figura."

    Nótese nuevamente el empleo de la lira en esta composición, una de las estrofas más típicas del Renacimiento. Y la utilización de los dos planos paralelos: el de la realidad, representada por elementos naturales y el amor terrenal , y la trascendente, que se refiere al mundo místico de la unión del alma con Dios. Para unir ambos planos, el poeta se vale de un lenguaje a veces hermético cuajado de comparaciones ( "como el ciervo huiste "), aliteraciones que imitan el balbuceo del asombro ("un no sé qué que queda..."), gradaciones que muestran el dolor ("decidle que adolezco, peno y muero"), metáforas ("y véante mis ojos, pues eres lumbre de ellos"), derivaciones ("y no tomas el robo que robaste", "¡oh, vida!, no viviendo donde vives"), etcétera.

     

    domingo, 28 de octubre de 2012

    MEMORIAS DE UN JUBILADO

    Elogio de la seguidilla



    Antes de empezar, conviene que deje claro a qué seguidillas me refiero.
    Musicalmente hablando, las seguidillas son un tipo de canciones españolas acompañadas de danza, típicas de las actuales comunidades autónomas de origen castellano: Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid y el sur de Castilla y León, aproximadamente las provincias de Segovia y Ávila.
    Y poéticamente hablando, las seguidillas son estrofas de arte menor y rima asonante, compuesta unas veces de cuatro versos (dos heptasílabos y dos pentasílabos), y en este caso se llama seguidilla simple, y otras veces de siete versos (se añaden a los cuatro anteriores tres versos más, dos penntasílabos y un heptasílabo), y en este caso recibe el nombre de seguidilla compuesta.
    Ejemplo de seguidilla simple:
    Hacia Roma caminan
    dos peregrinos,
    a que los case el Papa,
    porque son primos.     (Lorca)
    Y su esquema, el siguiente: 7 libre- 5a- 7libre- 5a (riman asonantemente el segundo y cuarto versos).
    Ejemplo de seguidilla compuesta:
    En las sierras de Soria,
    azul y nieve,
    leñador es mi amante
    de pinos verdes.
    ¡Quién fuera el águila
    para ver a mi dueño
    cortando ramas.       (A. Machado)
    Y su esquema, el siguiente: 7libre- 5a- 7libre-5a- 5b- 7libre- 5b (riman asonantemente el segundo y cuarto versos, y el quinto con el séptimo).
     
    Pues bien, acabada la aclaración, debo afirmar, en primer lugar que me refiero a la seguidilla compuesta y en segundo lugar a las seguidillas tanto musicales como poéticas.
    De niño, aprendí a cantar en los Salesianos de mi ciudad natal una seguidilla que nunca el olvidado por su lección práctica:
    "Nunca plantes la viña
    junto al camino
    porque todo el que pasa
    coge un racimo.
    Y de este modo,
    te la van vendimiando
    poquito a poco."
    ¡Cuántas veces la habremos cantado mi hermano mediano (que también estudió en el mismo centro educativo)  y yo en fiestas familiares!
    Pues bien, esa seguidilla me ha servido de modelo en algunos de mis modestos trabajos poéticos. De hecho, hace algunos años escribí una colección de seguidillas compuestas sobre el mundo obrero y la soledad de los ancianos al coger la jubilación. Me inspiré en los patios que contemplaba desde el balcón de mi antiguo piso. Esa colección la titulé Los patios, y la olvidé completamente hasta que yo mismo me jubilé. Y revisando cosas escritas de tiempo atrás di con las seguidillas. No me desagradaron y a punto estuve de incluirlas en alguna de mis publicaciones. Pero por circunstancias inexplicables las fui dejando en la sala de espera. Y, por fin, hace cosa de mes y medio, arreglé unas cuantas seguidillas de aquellas y las mandé a un concurso de poesía de Uruguay (¡qué lejos y qué cerca a la vez por este milagro de Internet!) con el título común de La huella de los patios. Y hace una semana recibí por correo electrónico la grata sorpresa de que había obtenido premio en dicho concurso.
    He aquí el poema de seguidillas cpmpuestas:
          LA HUELLA DE LOS PATIOS               
    2º Premio del 8º Certamen Internacionak de  Poesía 
    "Juan Zorrilla de San Martín", Montevideo, 2012.
     
    1.
    La vida en estos patios
    se llama hombre,
    herramienta que busca
    la paz más noble:
    macetas, jaulas,
    una quiniela el viernes
    y andamio al alba.
    Veo sobre las cuerdas
    de su hondo patio
    tendido el indumento
    de su trabajo:
    huele a fatiga,
    a emigración forzosa,
    a hambre sufrida.
    Lluvia de amarga bilis
    a diario acecha
    desde el alba a la noche
    su honrada senda.
    Valiente obrero,
    que levanta la frente
    contra ese miedo.
    Combate con las armas
    que Dios le ha dado:
    la limpia madrugada
    de sus andamios
    y el ansia firme
    de volver a la casa
    con manos libres.
     
    2.
    La vida en estos patios
    se llama anciano,
    soledad y nostalgia
    de jubilado,
    de fortaleza
    mellada por el uso
    de la herramienta.
    Una cacha en la mano
    y unos recuerdos
    de asidero le sirven
    en su destierro;
    y en las paredes
    juega el sol con el día
    sin atenderle.
    Revive la ternura
    de sus oficios,
    la azada sobre el surco,
    paleta, frío...
    su sino de ave,
    su sino de hoja de árbol
    que brilla y... cae.

    sábado, 27 de octubre de 2012

    PATADAS AL DICCIONARIO

    No es lo mismo perjuicio que prejuicio


    No es raro oír a veces la siguiente frase:

    Es que tú actúas con perjuicios: si lo conocieras mejor, cambiarías de opinión.

    Y eso se debe a confundir los vocablos prejuicio y perjuicio.
    El diccionario de la RAE define prejuicio como "Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal."
    Y perjuicio como "Detrimento patrimonial que debe ser indemnizado por quien lo causa." Y también, "Indemnización que se ha de pagar por este detrimento." Habida cuenta de que detrimento significa "Daño moral o material."
     
    Ejemplos:
    Las lluvias caídas últimente han causado un grave perjuicio a la agricultura y la ganadería.
    Les pidió a los vecinos una indemnización por los daños y perjuicios causados en su vivienda.
     
    De todo lo anterior concluimos que la primera frase, claramente errónea, debió decirse así:
    Es que tú actúas con prejuicios: si lo conocieras bien, cambiarías de opinión.

    viernes, 26 de octubre de 2012

    ANTOLOGÍA COMENTADA DE LA POESÍA ESPAÑOLA


    3. FERNANDO DE HERRERA (Representante de la Escuela Sevillana)
       
      Fernando de Herrera (1534-1597) nació y murió en Sevilla. De familia humilde, abrazó la vocación religiosa (se ordenó de menores) y dedicó su vida al estudio y a la poesía. Se enamoró a distancia de doña Leonor de Milán, condesa de Gelves, a cuya morada asistía con otras personas de letras. También frecuentó la tertulia del humanista Mal Lara entre cuyos componentes se hallaban el pintor Pacheco y otros poetas; este grupo sería el origen de la llamada Escuela Sevillana, surgida en contraposición de la Castellana, representada especialmente por fray Luis de León. Fue llamado por sus contemporáneos “el Divino” por la delicadeza y finura de sus composiciones líricas y el lenguaje empleado en ellas, enriquecido con todo tipo de elementos cultos y sólo asequible  a una selecta minoría.

      Su obra abarca dos temas principalmente: el del amor y el de la patria. Entre las composiciones amorosas destacan las dedicadas a doña Leonor, modelo para el poeta de la belleza divina. Con tono resignado y melancólico y abundancia de imágenes estas composiciones expresan la tristeza y el desengaño de su autor. Hay otras que cantan elementos de la naturaleza, como la noche. De unas y otras destacan los Sonetos, las Canciones y las Elegías.

      Las composiciones de tema patriótico emplean un tono más solemne y poderoso, y entre las más conocidas destacan las canciones Por la pérdida del rey don Sebastián y Por la batalla de Lepanto.

       
      Los textos seleccionados corresponden a un Soneto amoroso y a las primeras estrofas de la Canción II.

       

      1.

      Osé y temí: mas pudo la osadía
      tanto que desprecié el temor cobarde;
      subí a do el fuego más me enciende y arde
      cuanto más la esperanza se desvía.

      Gasté en error la edad florida mía,
      ahora veo el daño, pero tarde,
      que ya mal puede ser que el seso guarde
      a quien se entrega ciego a su porfía.

      Tal vez prüebo —mas, ¿qué me vale?— alzarme
      del grave peso que mi cuello oprime,
      aunque falta a la poca fuerza el hecho.

      Sigo al fin mi furor, porque mudarme
      no es honra ya, ni justo que se estime
      tan mal de quien tan bien rindió su pecho.

       

       

      2.

      “Si alguna vez mi pena
      cantaste tiernamente, Lira mía,
      y en la desierta arena
      deste campo extendido
      desde la oscura noche al claro día
      rompiste mi gemido;
      ahora olvida el llanto,
      y vuelve al alto y desusado canto.

      No celebro los hechos
      del duro Marte, y sin temor osados
      los valerosos pechos,
      la siempre insigne gloria,
      d' aquellos Españoles no domados;
      que para la memoria,
      que canto me da aliento
      Febo a la voz, y vida al pensamiento.

      Escriba otro la guerra,
      y en Turca sangre el ancho mar cuajado,
      y en l' abrasada tierra
      el conflicto terrible,
      y el Lusitano orgullo quebrantado
      con estrago increíble;
      que no menor corona
      teje a mi frente el coro d' Elicona.”

       
      Frente a la sencillez y sobriedad de forma que caracterizan la poesía de la Escuela Castellana, representada por fray Luis, la poesía de Escuela Sevillana, cuyo máximo representante es Herrera, presenta una forma exuberante, culta, enriquecida con alusiones a la Mitología clásica, presencia abundante de recursos estilísticos, como epítetos, hipérbatos, perífrasis, metáforas, personificaciones, etcétera.

       

       

       

      jueves, 25 de octubre de 2012

      SOLILOQUIOS DE MALA UVA

       
       
      COSAS DE LA GENTE POLÍTICA
       
       
       
      Pese a que no me gusta hablar de política porque no arregla nada, hoy voy a hacerlo al menos para desahogarme. La gente política (obsérvese que no digo políticos, aunque trambién caben en la misma especie), la gente política, digo, parece haberse vuelto loca últimamente, aunque a menudo ocurre  (lo de la locura, digo) cuando están próximas unas elecciones, del tipo que sean. Los temas que promueven esa locura son de lo más variado: la mala gestión del partido que está en el gobierno, el aumento del paro, la legalización de ciertos grupos que defienden el terrorismo, el paro, los desahucios, la prima de riesgo (emparentada con el rescate económico del país), la corrupción del poder... y últimamente los "indignados" por todo y  los nacionalismos (emparentados con el independentismo). Elijan uno, señores, y piensen unos minutos sobre él. ¿Qué? ¿Llegan a alguna conclusión que les satisface? Si son ustedes personas normales, es decir, no se incluyen en la especie de gente política (vaya por delante el dato que circula por ahí, según el cual en nuestro país, que posee la mitad de población que Alemania, cuenta con tres veces más políticos que la nación germana), si son ustedes gente normal, decía, no llegarán nunca a conclusión positiva alguna. Se conformarán con seguir peleando con sus vidas cotidianas de trabajo, familia y de vez en cuando de algún sueño por realizar. Sólo llegarán a concluiones egoístas, es decir, llevarán el ascua a su sardina, las personas que están dirigiendo algún tipo de gobierno, de alcaldía, de institución, de autonomía... y, especialmente, las personas que están hasta el cuello de corrupción, las que aprovechan el caldo de cultivo provocado por las manifestaciones y convocatorias de "indignados" para destrozar el mobiliario urbano y desatar la violencia que llevan dentro y las que apoyan los nacionalismos irracionales, la independencia y el separatismo. Pues, ¡hala! Ya estoy más tranquilo, aunque no haya arreglado nada.
       
       

      miércoles, 24 de octubre de 2012

      PRIMEROS PLANOS

      A veces los primeros planos de las cosas desvirtúan sus principales características y, a cambio, ofrecen desconocidas y misteriosas facetas suyas que de buenas a primeras son imperceptibles. Lo he podido comprobar estos días mientras paseaba por la orilla de la playa y el paseo marítimo de una localidad mediterránea que quiero especialmente. Con ayuda de mi máquina fotográfica he obtenido primeros planos de cosas que había visto anteriormente. Y los hallazgos son cuando menos llamativos. He aquí tres.
       
       Una tranquila muerte
       Tras la huella del amo

      El tiempo y el olvido

      martes, 23 de octubre de 2012

      CARTAS APÓCRIFAS


       

       CARTA DE DULCINEA A DON QUIJOTE



      Mi querido señor don Quijote
      Mucha alegría me han dado las noticias de las hazañas que vuestra merced ha realizado últimamente, entre otras, la ganancia del yelmo de Mambrino o la liberación de los forzados a galeras; alegría que ha compensado el miedo que siempre amenaza mi corazón al pensar en los mil peligros que envuelven a vuestra merced en cuantas empresas caballerescas lleva a cabo. Pero el motivo de esta carta es muy otro. Comenzaré por el principio: resulta que hoy ha llegado al Toboso maese Benito, vecino de Argamasilla al que vuestra merced debe de conocer, a proveerse de ganado lanar para mercarlo en las tierras del sur, y me ha puesto al corriente de la trama que andan urdiendo el cura y el barbero del lugar para obligar a vuestra merced a regresar al pueblo y quitarle de la cabeza, de una vez por todas, la idea de recorrer el mundo para deshacer todo tipo de agravios, defendiendo a los débiles contra el abuso de los poderosos; sobre todo, después de que la quema de los libros de antaño y el consiguiente tapiado de la biblioteca no lograran hacerle desistir de llevar a efecto el incomparable deseo de acabar con tantas injusticias como en el mundo sigue habiendo. Dicho lo anterior, paso al verdadero motivo de esta carta. Por este mismo vecino de Argamasilla, maese Benito, le hago llegar esta carta a la venta en la que ahora debe de estar alojado vuestra merced en compañía del fiel escudero Sancho Panza, para ponerle sobre aviso y darle tiempo a poner en práctica cuantos medios tenga a mano para burlar las intenciones del cura y el barbero, los cuales, ayudados esta vez por el bachiller Sansón Carrasco, piensan realizar, me temo, mi querido señor don Quijote, aun antes de que lleguen estas líneas a la venta. En ellas le pongo a vuestra merced en conocimiento de algunas artimañas que las tres personas mencionadas desean emprender en contra suya, la principal y primera de las cuales es que el citado bachiller Sansón Carrasco, bajo el disfraz de caballero andante (se hará llamar, según tengo entendido, el Caballero del Bosque o de los Espejos), saldrá al encuentro de vuestra merced para retarle en duelo, haciéndole prometer que, en caso de vencerle, regresará a Argamasilla y se olvidará para siempre de luchar contra gigantes, malandrines y toda suerte de encantadores. Bien sabe Dios que lo que más deseo en este mundo es que vuestra merced salga airoso de cuantos peligros le acechan desde que tuvo el bendito propósito de servir a los demás para convertir este mundo en un mundo mejor. Por eso y porque llevo a vuestra merced en mi corazón, fervientemente le pido que, si por desgracia esta carta llegara tarde a sus valerosas y esforzadas manos, y las intrigas de sus tres convecinos, en realidad sus más encarnizados enemigos porque quieren arrebatarle la honra y fama de sus hazañas, se adelantaran a estas letras, puede estar seguro, mi querido señor don Quijote, de que mis oraciones y mis mejores deseos estarán dispuestos a salir en su favor y ayuda  para que pueda vuestra merced derrotar primero a ese taimado bachiller Sansón Carrasco y falso caballero andante, del Bosque, de los Espejos o como quiera hacerse llamar, y, por ende, resulte triunfador una vez más de las continuas y perversas acechanzas del cura y el barbero.
      Que así sea.
      Contad siempre con vuestra más devota servidora,
      Dulcinea del Toboso.

      lunes, 22 de octubre de 2012

      SOLILOQUIOS DE MALA UVA


                  COSAS DE DIOS
       
       
                
       
               Dios necesita ver desde más cerca la tierra. Desde tan alto no puede arbitrar los destinos humanos. Necesita ver a las personas a una altura prudente; de otra manera, éstas escaparían fácilmente de sus continuas acechanzas, del mismo modo que las hormigas, ocultas entre la hojarasca del jardín, burlan mejor las intenciones de los niños de pisarlas con sus enormes zapatillas de deportes. A Dios no le gusta viajar en avión porque sólo podría controlar las vidas de quienes viajan con él apretujados en la lata de sardinas del cielo. Y eso sería hacerle un flaco favor a su arrogante omnipotencia, acostumbrada a los multitudinarios desastres. De ahí que, lógicamente, aborrezca las nubes, cuya aburrida belleza la deja para los poetas sin inspiración y sin talento que cualquier tema, por insignificante que parezca, les satisface. Insistimos, lo que quiere Dios es estar lo más cerca posible del hombre, pero sin que éste lo vea, para no verse obligado a sufrir una de sus rabietas existenciales; de modo que, oculto y pertrechado a una altura prudencial de la víctima, pueda desde su tramoya mover los hilos con toda la impunidad del mundo y a la vez sin que sea advertida su trampa. Amparado, pues, por su invible ventaja, aprovecha cualquier momento de indecisión de tantos como experimenta el hombre a lo largo de una sola jornada para mover el hilo de una mano armada, de un pie agresivo, de una mente perversa o de un corazón desenamorado. Y cuando se cansa de su juego diurno favorito cambia de tercio y aprovecha las sombras nocturnas y se vale del descanso reparador para irrumpir como un bandido en la alcoba de los sueños, modificar los temperamentos de sus protagonistas y confundir al sujeto con apariciones de monstruos, hechos aflidos o aventuras peligrosas de donde casi siempre sale derrotado. Sólo cuando la pesadilla hace despertarse sobresaltado al que sueña, empapado de sudor y presa de espasmos y palpitaciones, abandona como un cobarde los bastidores de la escena, alegrándose del infortunio del sujeto. En vez de un padre solícito que hace lo imposible para ayudar a sobrellevar los avatares de la vida a su hijo, se comporta como un padrastro sin entrañas.

      sábado, 20 de octubre de 2012

      ANTOLOGÍA COMENTADA DE LA POESÍA ESPAÑOLA


        II. EL RENACIMIENTO (SIGLO XVI)

        2. FRAY LUIS DE LEÓN(Representante de la Escuela Castellana)
      Fray Luis de León (1527-1591) nace en Belmonte del Tajo (Cuenca). Estudia en Madrid y Valladolid. A los dieciséis años ingresa en la Orden de los Agustinos y estudia Filosofía y Teología en la Universidad de Salamanca, de la que será profesor. Sus clases son sólidas, rigurosas y amenas a la vez. Entiende de todo (Astronomía, Matemáticas, Medicina...) y conoce perfectamente el griego, el latín y el hebreo, entre otras lenguas. Es un hombre activo; anima a Santa Teresa a reformar el Carmelo y él mismo colabora en la reforma de su propia Orden. Pero la envidia le acecha (en la Universidad había rivalidad entre las órdenes religiosas de sus profesores: dominica, agustina...) y, con motivo de haber divulgado la traducción del Cantar de los Cantares, es denunciado a la Inquisición, que lo mantiene encarcelado en Valladolid desde 1572 a 1576. Comprobada su inocencia, fray Luis se incorpora a sus clases universitarias de Salamanca y aún tiene tiempo de obtener y regentar las cátedras de Filosofía Moral y Sagrada Escritura antes de su muerte, que tiene lugar en el convento agustino de Madrigal de las Altas Torres (Ávila).
       

       

      La obra poética de fray Luis fue editada por Quevedo cincuenta años después de la muerte del agustino para oponerla al aluvión de poesía culterana de su época. Puede dividirse de la siguiente manera:

      Lírica original, que para la mayoría es la que más calidad posee. Se trata de una veintena de poemas entre los que destacan las Odas A la Vida retirada("¡Qué descansada vida"), A Francisco Salinas ("El aire se serena"), A Felipe Ruiz ("¿Cuándo será que pueda"), A la Profecía del Tajo ("Folgaba el rey Rodrigo"), A la Noche serena("Cuando contemplo el cielo"), De la vida del cielo ("Alma región luciente"), En la Ascensión ("¡Y dejas, Pastor Santo")... Todas estas composiciones están escritas en liras, la estrofa que había puesto de moda Garcilaso de la Vega en la etapa anterior.

      Lírica traducida de libros sagrados. Existe un trabajo sobre Job, colección de tercetos intercalados en su obra en prosa Exposición del libro de Job. También tradujo una treintena de Salmos, y asimismo se conservan unos fragmentos de los Proverbios.

      Lírica traducida de obras clásicas. Entre ellas, las Églogas completas de Virgilio y también las dos primeras Geórgicasdel poeta latino, más de veinte Odasde Horacio, una Elegía de Tíbulo y algunas composiciones de Bembo, Séneca y Eurípides, entre otros.

      Del estilo de fray Luis destacamos los siguientes rasgos: el sabio manejo de la lira, la contención y la profundidad emotiva de su expresión, el lenguaje natural, claro y armónico, alejado de toda brillantez formal, si bien no rehúye recursos como la aliteración, el hipérbaton, la personificación, la metáfora, el epíteto o los encabalgamientos, que, siempre suaves, marcan el ritmo modulado y tranquilo de su lírica. A todo ello añadiremos la carga espiritual y serena que respiran sus versos y la pureza clásica que se desprende de su palabra tanto en el verso como en la prosa.

       
      Los textos seleccionados corresponden a la décima que escribió a la salida de la cárcel y la oda a la Profecía del Tajo, en la que fray Luis trata un tema nacional que preocupaba en la época, como es el de la derrota que sufrió el último rey godo a manos de los árabes, dando pie así a la conquista de España por los musulmanes.

       
      Al salir de la cárcel

      "Aquí la envidia y mentira
      me tuvieron encerrado.
      Dichoso el humilde estado
      del sabio que se retira
      de aqueste mundo malvado,
      y con pobre mesa y casa,
      en el campo deleitoso,
      con sólo Dios se acompasa,
      y a solas su vida pasa
      ni envidiado ni envidioso."

       La décima es una estrofa de arte menor muy empleada en nuestra poesía, desde el Renacimiento (un bello ejemplo es éste de fray Luis de León que hoy presentamos aquí) hasta nuestros días (Jorge Guillén, Gerardo Diego...), pasando por Calderón de la Barca o Nicolás Fernández de Moratín, pertenecientes al barroco y al Neoclasicismo, respectivamente, por citar unos cuantos.
       

       

      Profecía del Tajo

      "Folgaba el Rey Rodrigo
      con la hermosa Caba en la ribera
      del Tajo, sin testigo;
      el pecho sacó fuera
      el río, y le habló de esta manera:
      "En mal punto te goces,
      injusto forzador; que ya el sonido
      y las amargas voces
      y ya siento el bramido
      de Marte, de furor y de ardor ceñido.
      ¡Ay!, esa tu alegría
      qué llantos acarrea: y esa hermosa,
      que vio el sol un mal día,
      a España, ¡ay!, cuán llorosa,
      y al centro de los godos cuán costosa.
      Llamas, dolores, guerras,
      muertes, asolamientos, fieros males
      entre tus brazos cierras,
      trabajos inmortales
      a ti y a tus vasallos naturales.
      ........................................
      Ya desde Cádiz llama
      el injuriado Conde a la venganza
      atento y no a la fama,
      la bárbara pujanza,
      en quien para tu daño no hay tardanza.
      Oye que al cielo toca
      con temeroso son la trompa fiera,
      que en África convoca
      el moro a la bandera,
      que al aire desplegada va ligera.
      .......................................
      Cubre la gente el suelo;
      debajo de las velas desparece
      la mar; la voz al cielo
      confusa y varia crece;
      el polvo roba el día y lo oscurece.
      ¡Ay!, que ya presurosos
      suben las largas naves. ¡Ay!, que tienden
      los brazos vigorosos
      a los remos, y encienden
      las mares espumosas por do hienden.
      ..............................................
      ¡Ay, triste! ¿Y aún te tiene
      el mal dulce regazo? ¿Ni llamado
      al mal que sobreviene
      no acorres? ¿Ocupado
      no ves ya el puerto a Hércules sagrado?
      Acude, acorre, vuela,
      traspasa la alta sierra, ocupa el llano;
      no perdones la espuela,
      no des paz a la mano,
      menea fulminante el hierro insano.
      ¡Ay! ¡Cuánto de fatiga!
      ¡Ay! ¡Cuánto de sudor está presente
      al que viste loriga,
      al infante valiente,
      a hombres y a caballos juntamente!
      ¡Y tú, Betis divino,
      de sangre ajena y tuya amancillado,
      darás al mar vecino
      cuánto yelmo quebrado,
      cuánto cuerpo de nobles destrozado!
      El furibundo Marte
      cinco luces las haces desordena,
      igual a cada parte;
      la sexta ¡ay! te condena,
      ¡oh, cara patria!, a bárbara cadena. "

       La estrofa usada en esta oda de fray Luis es la famosa lira, de la que ya hablamos, y que, junto con otras estrofas y composiciones como el terceto, la estancia, la silva o el soneto, fue introducida en España desde Italia, cuna del Renacimiento.
       

       

      viernes, 19 de octubre de 2012

      Patadas al diccionario

      No es lo mismo polizón que polizonte

      Hay palabras que sólo existen para hacer equivocar a los pobres hablantes... si no se presta un poco de atención. Hoy traigo aquí una pareja de palabras muy parecidas fonéticamente pero que semánticamente no tienen nada que ver una con otra.
      Polizón y polizonte.
      No es la primera vez ni será la última en que podamos oír o ver escritas la siguiente frase:
      Un ciudadano marroquí ha viajado como polizonte en un carguero español.
      O, contrariamente, esta otra:
      El polizón, amparándose en su uniforme, detuvo al maleante.
      Ambas han errado sus respectivos contextos porque han confundido las acepciones de ambas palabras. El diccionario las define así:
      Polizón : Persona que sube a un avión o un barco de forma clandestina.
      Polizonte: Término familiar y despectivo con que se nombra a un agente de policía.
      De modo que las frases incorrectas de arriba se corregirían de la guiente manera:



      Un ciudadano marroquí ha viajado como polizón en un carguero español.
      El polizonte, amparándose en su uniforme, detuvo al maleante.

      En sucesivas entradas trataremos de otras parejas similares, como
      Infligir e infringir
      Afrentar y afrontar
      Dintel y umbral

      jueves, 18 de octubre de 2012

      ANTOLOGÍA COMENTADA DE LA POESÍA ESPAÑOLA


      II. EL RENACIMIENTO (SIGLO XVI)

       

      1. GARCILASO DE LA VEGA

      La vida de Garcilaso de la Vega (1501- 1536) es un vaivén entre las armas y las letras. Nace en Toledo en el seno de una familia ilustre y muy pronto entra al servicio del Emperador. Lucha contra los Comuneros, participa en la expedición a Rodas y en las batallas contra los franceses en Navarra. Contrae matrimonio de conveniencia con Elena de Zúñiga, pero pronto conoce a una dama portuguesa llamada Isabel de Freyre, de la que se enamora platónicamente, y a quien dedica gran parte de su poesía Y cuando ésta se casa, el poeta sufre mucho. Intenta en vano refugiarse en el viaje que realiza a Italia acompañando a Carlos V Los infortunios aumentan cuando el Emperador lo destierra a una isla del Danubio por asistir a la boda de su sobrino sin el consentimiento del monarca. Recuperada la confianza real, se traslada a Nápoles, donde reside un tiempo y establece relaciones con escritores del lugar, quienes le ponen en contacto con la literatura renacentista italiana. Forma parte de la expedición a Túnez donde es herido en la mano y en la boca y, finalmente, en el asalto a la fortaleza de Muy (Provenza) recibe un fuerte golpe en la cabeza, y como consecuencia de ello muere poco más tarde en Niza.

       
      La obra de Garcilaso, publicada en su primera edición (1543) junto con la de su amigo Boscán por la viuda de éste, es muy breve : una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y cuarenta sonetos. Destacamos las siguientes composiciones:

      A la flor de Gnido es una canción en liras (el nombre de esta estrofa procede del primer verso: "Si de mi baja lira") dedicada a una belleza de Nápoles, Violante de Sanseverino, de la familia de los Nido y a quien amaba un amigo del poeta. La importancia de esta canción reside en que la estrofa utilizada servirá de guía e inspiración a muchos poetas posteriores, entre los que destacan Fray Luis de León y san Juan de la Cruz.

      Los sonetos siguientes: el que recrea el mito de Dafne ("A Dafne ya los brazos le crecían"), el relacionado con la muerte de Isabel de Freyre ("¡Oh dulces prendas por mi mal halladas") y el que comienza "En tanto que de rosa y azucena", que desarrolla el tópico del "Carpe diem". Los tres son amorosos, como la canción citada y la mayoría de la obra del poeta.

      Las Églogas, escritas tras su viaje a Italia y donde se combinan el amor y la naturaleza: en la primera dos pastores, Salicio y Nemoroso (trasuntos del propio Garcilaso), exponen sus lamentos amorosos: el primero por los desdenes de Galatea, y el segundo por la muerte de Elisa (a su vez, una y otra pastoras representan a Isabel de Freyre); en la segunda aparece tratado el tópico literario "Beatus ille" junto con una enumeración de las hazañas de la casa de Alba y los amores de la pareja de pastores Camila y Albanio; finalmente, la tercera es de asunto mitológico, pues cuatro ninfas del río Tajo hacen compañía a un pastor que sufre de amores, mientras bordan tapices que representan tragedias amorosas, tres referidas a otros tantos mitos clásicos (el de Dafne es uno de ellos) y la cuarta, los amores desgraciados de Elisa y Nemoroso nuevamente.
       

       
       
      La Epístola a Boscán recuerda las del poeta latino Horacio; combina lo doctrinal con lo familiar y trata de la amistad y de la vida sencilla y cotidiana.

      De las dos elegías, destaca la que dedica el poeta a su amigo Boscán.


      En el estilo de Garcilaso, verdadero maestro en la construcción de sonetos y diálogos entre pastores, destaca, por un lado, su honda melancolía, influjo de Petrarca pero con mayor contención y ocultando, por ejemplo, su personalidad bajo imaginarios pastores; por otro, su elegancia (adjetivación cuidada y personificaciones y metáforas relacionados con el mundo natural) al describir el paisaje, lleno de encanto y serenidad, no como lugar para alcanzar la perfección espiritual, sino como ambiente donde situar sus propios sentimientos. Eso, unido a la musicalidad de sus versos, lo convierte en un poeta admirado por otros de su generación ( como el sevillano Gutierre de Cetina) y de generaciones posteriores. De hecho, en la segunda mitad del siglo XVI, sus seguidores se agruparon en dos escuelas: la salmantina (en torno a Fray Luis de León) y la sevillana, cuyo jefe fue Fernando de Herrera.


      Los textos seleccionados corresponden al soneto XXIII, la Canción V y, finalmente, la Égloga I, las tres composiciones mencionadas más arriba:


      SONETO XXIII
       
      "En tanto que de rosa y azucena
      se muestra la color de vuestro gesto,
      y que con vuestro mirar ardiente, honesto,
      enciende el corazón y lo refrena,
       
      y en tanto que el cabello, que en la vena
      del oro se escogió, con vuelo presto
      por el hermoso cuello, enhiesto,
      el viento mueve, esparce y desordena;
       
      Coged de vuestra alegre primavera
      el dulce fruto, antes que el tiempo airado
      cubra de nieve la hermosa cumbre.
       
      Marchitará la rosa el viento helado;
      todo lo mudará la edad ligera,
      por no hacer mudanza su costumbre."

       Nótese el juego de metáforas contrapuestas que aparecen en los dos tercetos:
      1. Juventud: el dulce fruto de la alegre primavera  // vejez: el tiempo airado cubra de nieve.
      2. Juventud : la rosa  // vejez: el viento helado.
       
       
             CANCIÓN V

      "No pienses que cantado
      sería de mí, hermosa flor de Gnido,
      el fiero Marte airado,
      a muerte convertido,
      de polvo y sangre y de sudor teñido.
      ..............................................
      Mas solamente aquella
      fuerza de tu beldad sería cantada,
      y alguna vez con ella
      también sería notada
      el aspereza de que estás armada;
      y como por ti sola,
      y por tu gran valor y hermosura,
      convertida en vïola,
      llora su desventura
      el miserable amante en su figura.
      Hablo de aquel cautivo,
      de quien tener se debe más cuidado,
      que está muriendo vivo,
      al remo condenado,
            en la concha de Venus amarrado. "

       Supongo que ya se habrá advertido que las estrofas que forman este fragmento de la Canción V son liras (cinco versos, tres heptasílabos y dos endecasílabos que riman consonantemente siguiendo el esquema 7a 11B 7a 7b 11B


      ÉGLOGA I
       
      "Divina Elisa, pues agora el cielo
      con inmortales pies pisas y mides,
      y su mudanza ves, estando queda,
      ¿por qué de mí te olvidas, y no pides
      que se apresure el tiempo en que este velo
      rompa del cuerpo, y verme libre pueda,
      y en la tercera rueda
      contigo mano a mano,
      busquemos otros montes y otros ríos,
      otros valles floridos y sombríos,
      donde descanse, y siempre pueda verte
      ante los ojos míos,
      sin miedo y sobresalto de perderte?
       
      Nunca pusieran fin al triste lloro
      los pastores, ni fueran acabadas
      las canciones que sólo el monte oía,
      si mirando las nubes coloradas,
      al trasmontar del sol bordadas de oro,
      no vieran que era ya pasado el día.
      La sombra se veía
      venir corriendo apriesa
      ya por la falda espesa
            del altísimo monte, recordando
            ambos como de sueño, y acabando
      el fugitivo sol de luz escaso,
      su ganado llevando
      se fueron recogiendo paso a paso. "
       
      En lo que respecta a las estrofas de  la Égloga I, debe quedar constancia de que se tratan de estancias, series de versos heptasílabos y endecasílabos iguales con rima consonante dispuesta a gusto del poeta.
       
       

       

       

       

      miércoles, 17 de octubre de 2012

      ANTOLOGÍA COMENTADA DE LA POESÍA ESPAÑOLA


      5. EL ROMANCERO VIEJO (SIGLO XV)

       Los romances, creaciones poéticas propiamente españolas, son composiciones épico-líricas formadas por octosílabos, cuyos pares riman asonantemente. Los romances se desgajaron probablemente de los antiguos Cantares de Gesta, se transmitían oralmente y eran anónimos; de ahí que se hayan conservado multitud de variantes. La colección que los reunió en un principio recibió el nombre de Romancero. Para estudiarlos adecuadamente los dividiremos en los siguientes grupos:

       
      Romances históricos, pertenecientes a los siguientes ciclos: de don Rodrigo, el último rey godo; de Bernardo del Carpio, de Fernán González, del Cid y del Sitio de Zamora, de los Infantes de Lara…

      Romances juglarescos, muchos de cuyos temas se refieren a las guerras fronterizas entre moros y cristianos (el de Abenámar, por ejemplo) o a las cortes carolingia y bretona (el que comienza “De Francia partió la niña” es una muestra muy conocida).

      Romances líricos, de gran belleza y profundos sentimientos, entre los que destacan el del Conde Arnaldos y el del Prisionero.

       Con un lenguaje sencillo, de escasa adjetivación pero de gran fuerza dramática, los romances de esta época se caracterizan por el repentino comenzamiento y el misterio de muchos de sus finales, la repetición de ciertas fórmulas, como “ya veréis lo que pasó” o “tal respuesta le fue a dar”, cambios bruscos de los tiempos verbales, descripciones copiosas introducidas por anáforas, diálogos que aportan a los pasaje narrativos dramatismo y emoción, etc.

       Los textos seleccionados corresponden a tres ejemplos típicos de romances. En el primero se recoge la soledad y la tristeza de un prisionero que sólo llegaba a conocer el nuevo día por una avecilla que cantaba al amanecer. En el segundo, el poder y el misterio que tiene la canción de un marinero que viaja a bordo de una galera. Y en el último, el diálogo romántico que entablan el Cid y doña Urraca, reina de Zamora, en un momento del asedio que sufre la ciudad del Duero.

       
      Del Prisionero

      “Que por mayo era por mayo,
      cuando hace la calor,
      cuando los trigos encañan
      y están los campos en flor,
      cuando canta la calandria
      y responde el ruiseñor,
      cuando los enamorados
      van a servir al amor,
      sino yo triste, cuitado,
      que vivo en esta prisión,
      que ni sé cuándo es de día,
      ni cuándo las noches son,
      sino por una avecilla
      que me cantaba al albor.
      Matómela un ballestero,
      ¡déle Dios mal galardón!”

       
       
      Del conde Arnaldos

      “¡Quién hubiera tal ventura
      sobre las aguas del mar,
      como hubo el conde Arnaldos
      la mañana de San Juan!
      Con un halcón en la mano
      la caza iba a cazar,
      vio venir una galera
      que a tierra quiere llegar.
      Las velas traía de seda,
      la jarcia de oro cendal,
      marinero que la guía
      diciendo viene un cantar
      que la mar ponía en calma,
      los vientos hace amainar,
      los peces que andan al hondo
      arriba los hace andar,
      las aves que van volando
      las hace al mástil posar.
      Allí habló el conde Arnaldos,
      bien oiréis lo que dirá:
      “-Por Dios te ruego, marino,
      dime ahora ese cantar.”
      Respondióle el marinero,
      tal respuesta le fue a dar:
      “-Yo no digo mi canción 
      sino a quien conmigo va.”
       

      Del cerco de Zamora
       
      “Apenas era el rey muerto
      Zamora ya está cercada;
      de un cabo la cerca el rey,
      del otro el Cid la cercaba.
      Del cabo que el rey la cerca
      Zamora no se da nada.
      Del cabo que el Cid la aqueja
      Zamora ya se tomaba.
      Doña Urraca en tanto aprieto
      asomóse a una ventana,
      y allí de una torre mocha
      estas palabras le hablaba:
      “-Afuera, afuera, Rodrigo,
      el soberbio castellano,
      acordarte ahora debías
      de aquel buen tiempo pasado
      cuando fuiste caballero
      en el altar de Santiago,
      cuando el rey fue tu padrino
      y tú, Rodrigo, el ahijado;
      mi padre te dio las armas,
      mi madre te dio el caballo,
      yo te calcé las espuelas
      porque fueras más honrado:
      pensé casarme contigo,  
      no lo quiso mi pecado;
      te casaste con Jimena,
      hija del conde Lozano:
      con ella hubiste dinero,
      conmigo tendrías estado
      porque si la renta es buena,
      mucho mejor el estado.
      Bien te casaste, Rodrigo,
      mejor te hubieras casado;
      despreciaste hija de rey
      por tomar la de un vasallo.
      Volvióse presto Rodrigo
      y le dijo muy angustiado:
      “-Afuera, afuera los míos,
      los de a pie y los de a caballo,  
      pues de aquella torre mocha
      una flecha me han tirado.
      No traía asta de hierro,
      el corazón me ha pasado,
      ya ningún remedio siento,
      Sino vivir más penado…”

       

       

       

       

       

       

      martes, 16 de octubre de 2012

      El poema del mes


      VUELVES, OCTUBRE

                             A Nato,
                            como cada octubre desde hace muchos.

       


      Vuelves, octubre, a las casas;
      a las familias de nuevo,
      a traernos la esperanza
      en medio de tanto miedo,
      de las calles ocupadas
      por porvenires inciertos.

      Vuelves con tu abierta calma
      a colmar nuestros anhelos
      y a libar de las palabras
      sus verdaderos secretos,
      las libertades más altas
      y los brillos más sinceros.

      Octubre, tus ricas arcas
      conservan nuestros reencuentros
      de las sobremesas plácidas,
      las sonrisas y los besos
                              y al buen hermano que amansa
                              las distancias y los tiempos.

      Gracias, octubre, mil gracias
      por traernos los recuerdos,
      las cien cosas de la casa
      que algún día nos unieron,
      casi divina pomada
      que cura cualquier recelo.

      Y gracias por la sagrada
      renovación de este encuentro
      que nos aniña las almas,
      el sentir y el pensamiento.

      Octubre… hermano…:
      palabras de conjuro y de misterio.

      Con vosotras, altas alas,
      felices envejecemos.


                                                   Caldetas, 14/10/2012

      lunes, 15 de octubre de 2012

      Fotografías que hablan

      El pasado, el presente y el futuro en la misma mesa





       


















      Ayer volvimos a reunirnos la familia para celebrar el cumpleaños del hermano mayor. Y en la fiesta hubo un momento en que el tiempo se detuvo. Fue durante el soplo de las consabidas velas. Ahí las alas de Cronos se pararon. Las llamitas temblaron de emoción y los aplausos se convirtieron en deseos. Enseguida las fotos de los más pequeños con los mayores, los besos, los recuerdos, los votos para mañana. Y se obró el milagro. En la mesa fluía apacible el presente, transportando en su río de movimiento casi imperceptible el pasado de la experiencia, el trabajo y las canas y el futuro de los sueños, los juegos y la ternura infantil siempre redentora.
       


       

      domingo, 14 de octubre de 2012

      DE VISTAS, DE OÍDAS, DE LEÍDAS


      EL NOBEL DE LITERATURA DE ESTE AÑO

       

      Vuelven los Nobel a visitar la ventana de las noticias. Y este año el de Literatura ha recaído en un país que nunca hasta ahora lo había conseguido, China (no cuenta para las autoridades chinas el que consiguió en el 2000 el escritor exiliado Gao XingjianEl afortunado es un escritor que firma con el seudónimo Mo Yan. Cosa rara, ¿no?, en un Nobel. Pero resulta que todo, ¿cómo no?, tiene su explicación. El seudónimo galardonado esconde el nombre de Guan Moye, novelista que, tras publicar su ópera prima, Lluvia en una noche de primavera, decidió seguir los consejos de sus padres, los cuales le pidieron que no alzara tanto la voz, que era demasiado sincera para los tiempos que se vivían. Así que se llamó Mo Yan que, en el colmo de la obediencia, significa “No hables”. Desde entonces se dedicó a forjar uno de los mundos literarios más apasionantes de la narrativa contemporánea, basado en retratar sin tapujos, aunque siempre esquivando sutilmente la censura, la sociedad china del último siglo. Premiado por “su realismo alucinatorio que une el cuento, la historia y lo contemporáneo”, Mo Yan es un gran admirador de la literatura hispanoamericana del boom (Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez…). Él mismo ha dicho: “Tras leer siete páginas de Cien años de soledad, en la que entré atraído por su primera frase, encontré inspiración para mi propia obra.” Y también de la cultura española, especialmente lo relacionado con los toros, que aprendió primero a través de Hemingway y después de los pintores que trataron en sus lienzos del tema, como Goya, Picasso y Dalí. De su obra destacamos las novelas Sorgo rojo, Happy Times y Nuam (las tres adaptados al cine). Ahora Seix Barral publicará Change, para muchos su obra más personal.
      Sin entrar en disquisiciones políticas, que siempre nos llevarían a odiosas e indeseadas situaciones, sobre si Mo Yan merece o no este Premio, me limito a copiar algunas de sus frases más repetidas en Internet:
       
      Sobre el realismo mágico literario y el estilo de Garcñia Márquez:
      "El realismo mágico activó mis experiencias acumuladas en el pasado. Había muchas similitudes entre la vida en mi pueblo y la de sus libros. En mi pueblo no había luces por la noche, y, cuando abrías la ventana, podías ver las hogueras brillando en el campo en la oscuridad. Mis recuerdos de infancia están plagados de fantasmas. Mis abuelos me contaban también muchos cuentos de espíritus. Después me di cuenta de que no debía copiar el estilo de García Márquez. Lo más importante que aprendí de él fue su espíritu innovador".
       
      Sobre la prohibición de su novela Pechos grandes y caderas amplias en su país:
      "No pasa nada, eso significa que no tengo miedo y que escribo lo que quiero"; aún hay cosas que no se pueden plasmar de forma directa, pero un buen escritor sabe encontrar la mejor manera para narrar lo que quiere decir".
       
      Sobre la década de 1960 en su país:
      "Mis recuerdos están repletos de soledad y hambre. La década de 1960 fue muy difícil en China. Pasaba todo el día en el campo cuidando de las vacas y las ovejas, mientras los chicos de mi edad estudiaban y jugaban en el colegio. Había veces que no veía a nadie en todo el día".
       
      Sobre el poder de la escritura:
      "Una vez, un vecino de mi pueblo que había estudiado en la universidad me dijo que conocía a un escritor que podía permitirse comer tres veces al día jiaozi. Esto era algo inimaginable para un niño de pueblo. Y yo tenía tantas cosas que contar... Hay que imaginar a una persona forzada a no hablar durante 20 años, que de repente puede contar todo lo que ha visto y experimentado. Éste ha sido el verdadero poder detrás de mi escritura".